Lewis Hamilton consiguió una importantísima victoria en el Gran Premio de Emilia Romagna en el circuito de Imola. La carrera tuvo de todo para el inglés que no salió desde la pole, algo que era noticia. Su compañero Bottas se impuso en la clasificación del sábado y sailó desde la primera plaza, lo que servía para ponerle las cosas más complicadas.
Además, el británico no tuvo una buena salida y fue superado por Verstappen, que se mostró muy agresivo desde los primeros metros y terminó colándose en la segunda plaza. Le tocaba remar. Sin embargo, su gran ritmo de carrera le permitió ir ganando puesto hasta situarse primero de la tabla nuevamente y llevarse la victoria, además de esquivar los problemas que tuvieron sus rivales directos. Verstappen incluso terminó en la grava después de haber adelantado a Bottas.
No obstante, Hamilton se llevó un trabajado triunfo repleto de constancia y fiabilidad y sumó una importantísima victoria de cara a su lucha por el mundial. El británico podría incluso proclamarse campeón del mundo en la próxima carrera en Turquía, lo que supondría sumar su séptimo título de campeón de la Fórmula 1 e igualar el récord del mítico Michael Schumacher.
Sin embargo, la victoria en Imola tuvo un imprevisto que a punto estuvo de comprometer la actuación de Lewis Hamilton, y ese motivo fue su asiento, el cual no estaba perfectamente ajustado tras unos cambios que pidió hacer el piloto inglés y de los cuales se terminó arrepintiendo. No obstante, el campeonato de constructores ganado por el equipo terminó tapando los nervios y la angustia vivida.
La carrera en Imola fue de lo más especial porque la Fórmula 1 estrenó unos nuevos plazos en los que reducía el tiempo que los pilotos podían estar en pista. Menos vueltas, menos información para las escuderías y más tensión. Todo fue una agradable locura como afirmaban en Mercedes y que puso contra las cuerdas a más de uno.
Hamilton decidió realizar cambios en su asiento para los entrenamientos libres y la clasificación. El piloto inglés pidió que se lo subieran un poco para tener mayor visibilidad. Sin embargo, estos ajustes no fueron del todo satisfactorios para el piloto y pidió rápidamente que se los cambiaran y volvieran a la configuración inicial, lo que provocó cierta tensión.
Shovlin lo explica
Así explica lo sucedido el director de ingeniería de Mercedes Andrew Shovlin: "Lewis había levantado un poco su asiento para los entrenamientos libres. Mantuvo eso para la calificación y en las vueltas a la parrilla decidió que le gustaría intentar bajarlo nuevamente. Hicimos ese ajuste. Cuando entró y presionó el pedal del freno, hubo un poco de movimiento en el asiento, por lo que los muchachos simplemente sacaron a Lewis de un salto, sacaron el asiento y estaban comprobando que todo estaba apretado".
La situación fue surrealista porque incluso se pudo ver a un mecánico de Mercedes corriendo con un asiento por la parrill a toda prisa. Sin embargo, se trataba solo de un nuevo asiento de seguridad, por si el original no conseguía adaptarse bien de nuevo. no obstante, los nervios estuvieron ahí.
Los nuevos tiempos
El nuevo establecimiento de tiempos ya tenía algo tensos a todos los equipos: "Es posible obtener la mayor parte de la información que necesitas, pero no puedes hacer un trabajo tan bueno como de costumbre. Encajar todo el trabajo normal, mucho combustible, poco combustible... en una sesión es difícil, siempre va a ser un poco comprometido, pero parecía que la mayoría de la gente hacía prácticamente lo mismo".
"No tienes tiempo para hacer grandes cambios porque cuanto más estás en el garaje, menos estás aprendiendo. Es un buen desafío. Significa que vas a la carrera menos preparado, con más incógnitas, pero es un formato bastante agradable".
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