La heroicidad conseguida por Laia Sanz en este Rally Dakar 2021 que ya ha terminado no recibirá ningún premio físico, pero el mayor reconocimiento se lo puede dar ella misma, que sabe mejor que nadie todo lo que ha sufrido durante los últimos meses. Completamente destrozada en lo físico, pero agradecida en lo anímico, ha completado la carrera y ha cruzado la última línea de meta en Jeddah, de donde partió el pasado 3 de enero.
Han sido dos semanas de carrera y muchos meses de preparación en unas condiciones muy difíciles para completar el reto de terminar este Rally Dakar tan complicado y que tanto ha exigido a los pilotos, especialmente de motos. La navegación ha sido una barrera casi infranqueable para muchos, pero Laia ha conseguido rehacerse etapa tras etapa conseguir llegar hasta el final.
No ha sido su mejor resultado en cuanto a posición, pero aún así ha sido capaz de hacer un meritorio Top20 gracias a haber concluido la carrera más extrema del mundo en la posición decimoséptima, superando por tan solo un minuto a su rival el checo Engel, del Orion - Moto Racing Group y en tan solo seis minutos al portugués Gonçalves del Sherco Factory.
Laia ha ido ganando posiciones etapa tras etapa, pero su gran triunfo no ha sido su puesto en la clasificación, sino ir superando todas las dificultades de la carrera día tras días hasta poder cumplir su gran objetivo, llegar a la meta de Jeddah. La corredora española sabe que este no es su objetivo habitual y que está acostumbrada a pelear por estar en el Top15 y el Top10, pero la satisfacción de este año es superior a la de mejores resultados.
Además, Laia ha sido capaz de ganar nuevamente el Rally Dakar en la competición de mujeres al ser la primera clasificada, por lo que agranda aun más su leyenda incluso en los momentos más difíciles. Y si ha habido un año difícil para ella ha sido este 2020 en el que ha tenido que lidiar con demasiados problemas.
Después del confinamiento y tras haber tenido un extremo cuidado para no contagiarse y poner en riesgo sus competiciones y la preparación del Dakar, Laia se empezó a encontrar mal y tras multitud de pruebas médicas, le fue diagnosticada la enfermedad de Lyme, por lo que empezó un largo proceso de recuperación que le ha obligado a competir entre antibióticos y con un desgaste físico y mental extremo, superior al de todos sus rivales.
Objetivo cumplido
Sin embargo, ha conseguido no rendirse y llegar hasta el final demostrando su enorme carácter y esa raza de campeona que lleva dentro. A los mandos de su Gas Gas, ha ido quemando las dunas, las piedras y las pistas rápidas hasta poder completar un nuevo Dakar, lo que le ha reportado una alegría y una satisfacción tremendas, algo que solo da esta carrera tan especial.
"Ha sido un Dakar muy duro. El resultado no es el que querría normalmente, pero estoy más contenta que otros años. Me ha costado mucho llegar aquí. Seguramente no he hecho el resultado que otros años buscaría, pero creo que puedo estar más contenta que otras veces. Espero volver el año que viene". Laia ya piensa en el año 2022 y en su reto de poder atacar esta carrera tan especial para poder volver y hacer un gran puesto, superando incluso su mejor resultado, el 9º conseguido en el año 2015 y que es el mejor resultado histórico de una mujer en la prueba de motos.
Su nuevo proyecto
Ahora, Laia tendrá que intentar seguir recuperándose ya que en poco tiempo, si la pandemia lo permite, tendrá que cambiar de vehículo y subirse al coche del equipo ACCIONA para competir junto a Carlos Sainz en la Extreme E, la nueva versión de rally-raid de la Fórmula E que debuta este año y que promete ser espectacular.
No ha sido el mejor Dakar para los dos españoles, por ello intentarán desquitarse consiguiendo la victoria general en una competición que debuta en este 2021 cn cinco pruebas y que quiere llegar al calendario del motor para quedarse definitivamente y ser uno de los grandes emblemas de las competiciones eléctricas.
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