Este 14 de enero ha arrancado de forma oficial la era Alpine en la Fórmula 1. La escudería de Fernando Alonso en su regreso a las pistas de esta competición ha presentado su gran proyecto automovilístico dentro del Grupo Renault donde la nueva marca del 'Gran Circo' estará en el centro de las expectativas. Dentro de un proceso que han denominado como la "Renaulution", Luca de Meo ha dado esperanzas con esta nueva experiencia del piloto asturiano a sus 39 años.
La apuesta por revivir este nombre que había quedado en el olvido tiene al asturiano como la principal cara visible y ya se conocen los principales detalles del plan para los próximos diez años. Si se tienen que resumir en varias claves serían el impulso del resto de divisiones con la tecnología híbrida y eléctrica que se usa en la competición, una apuesta para que Alpine relance Renault con su visibilidad en la Fórmula 1 y la rentabilidad de un proyecto que no comenzará a ser real hasta 2025.
Antes, desde 2021, se podrán ver a los bólidos que tendrán una mezcla inglesa y francesa. Laurent Rossi, el CEO de la marca Alpine, ha desvelado el modelo del coche de Alonso, al que aún le faltan algunos detalles. Ese coche que se desarrollará a medio camino entre Viry y Enstone contará con la potencia de Renault. Ya avisaban en los últimos días de que, en comparación con el de 2020, el bólido podría ser "medio nuevo". Para eso aún habrá que esperar hasta febrero.
También para conocer el diseño definitivo, pero seguramente sea muy parecido a lo visto este jueves con el A521, el nombre que tendrá el nuevo coche. "Algunos elementos gráficos estructurales seguirán en la decoración del coche, mientras que otros cambiarán. El nombre de Alpine en grande con un sistema de gráficos tricolor es el primer caso claro de símbolo de la identidad de la marca en los deportes de motor", explicó Antony Villain, director de diseño de Alpine.
El azul, el blanco y el rojo, haciendo gala de su nacionalidad francesa, resaltarán sobre el negro en tributo al A500, el coche prototipo que presentó la misma marca cuando trató de desembarcar en 1975. Quizá se pueda asemejar un poco al Lotus de hace un par de temporadas, empresa con la que también trabaja Renault. La ilusión está servida.
Plena confianza
Lo más importante es que esta marca será el centro de la nueva apuesta de Renault por la electrificación de su garaje. La marca francesa tuvo un parón de un par de años en la Fórmula 1 hasta que regresó en 2016. Desde ese instante y de la mano de, por ejemplo, Carlos Sainz Jr, han establecido unas bases que quieren llevar un paso más allá bajo el nombre de Alpine. El objetivo es demostrar que tiene capacidad para hacer frente a Mercedes, Red Bull y Ferrari.
La parte de competición de este grupo aunará todos sus esfuerzos por conseguir que sean competitivos en la Fórmula 1. Aunque dentro de lo que ha explicado este jueves Lauent Rossi se incluyen otros proyectos como desarrollar un coche deportivo de nueva generación junto a Lotus, la mayor parte de la cuestión económica irá a parar al Alpine F1 Team. Fernando Alonso tendrá todos los recursos de la empresa para tener el mejor coche posible.
Es una apuesta económica importante en el momento más difícil de este siglo, pero con la que esperan un cambio de rumbo en Renault. Los dos podios que logró Renault en 2020, los primeros desde 2011, marcan el camino a seguir. Fue una constatación de que el trabajo que se estaba haciendo tenía un sentido. La prueba de fuego llegará el último fin de semana de marzo cuando se dé el pistoletazo de salida al primer mundial de Fórmula 1 con Alpine en la parrilla.
Renault Sport Cars y Renault Sport Racing se han unificado para que Alpine sea en la próxima década una marca reconocida en el mundo del automóvil, pero también en el de la competición. Con la potenciación de los motores eléctricos en el Mundial, con el gran cambio de 2022, quieren aprovechar esas herramientas para crear un garaje eléctrico de forma completa. El trabajo de los pilotos, los ingenieros y todos los hombres que estén detrás del A521 tendrá trascendencia también en las carreteras.
Pasado y futuro
Después de conseguir triunfos en el mundo de los rallies y en el de la resistencia, desembarcan en la Fórmula 1 para que Fernando Alonso y Esteban Ocon puedan luchar por estar en los podios de los Grandes Premios. Así lo ha estimado Rossi en la presentación de este jueves: "aunque 2021 es un año de transición, para nosotros y para todos, en 2022 queremos estar constantemente en los podios". Esa es la promesa detrás de la firma del español para regresar al 'Gran Circo'.
Alpine logró su triunfo más importante en los deportes de motor en 1978 cuando se hizo con la victoria en las 24 Horas de Le Mans de su categoría. Después, Renault abandonó de cierta manera esta marca para centrarse en Renault Sport, con la que sí llegó a la Fórmula 1. Con esa promesa de ser rentables en 2025, dejan claro que la apuesta porque la 'A' grande tenga importancia en este Mundial es para los próximos años.
El trabajo que hace también Renault en categorías de desarrollo para jóvenes pilotos tendrá una repercusión importante para que este desembarco sea prolongado en el tiempo. Que nuevas promesas bajo el paraguas de la entidad francesa se conviertan en referencias automovilísticas será trascendental para que Alpine no viva de los dos campeonatos del mundo que consiguió Fernando Alonso conduciendo los R25 y R26.
Por ahora, tendrá que vivir de lo que hagan tanto el español como Ocon con este A521. La realidad es que no hay muchas expectativas puestas en lo que puedan conseguir en este 2021. Aún así, la igualdad que se vivió la temporada pasada y las manos mágicas de Fernando Alonso son motivos suficientes como para pensar que pueden llegar resultados ilusionantes. Alpine ya es una realidad desde este 14 de enero, ahora solo queda ver el resultado final de la primera gran obra de ingeniería.
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