Fernando Alonso perdió la ilusión por la Fórmula 1. Como piloto ganador y ambicioso que es, descubrió más allá de las fronteras del 'Gran Circo' nuevos retos que sí le apasionaban mucho más que seguir formando parte de un equipo que no era competitivo, la dura vida que le había tocado vivir desde su salida de Ferrari.
Por ello, decidió abrir un importante paréntesis en su vida profesional y apartarse de lo que había sido su mundo desde que era muy joven. Al no tener claro su regreso, decidió afrontar aquello como el final de un camino para poder empezar otros sin estar pendiente de esa puerta que nunca cerró del todo.
Sin embargo, la vida le ha traído de nuevo a la Fórmula 1, la que siempre ha sido su casa. No obstante, Fernando siempre podrá presumir de haberse movido por sensaciones y por sentimientos, por lo que ha tenido dentro y por lo que realmente le ha atraído en ese momento. La vuelta de Alonso al 'Gran Circo' no se explica de otra forma que por sentir de nuevo que al Fórmula 1 le atrae y le llama.
Ahora, antes de que comience su nueva aventura en el equipo Alpine F1, Fernando se entretiene pilotando en las 24 Horas de Daytona en la versión virtual junto a sus amigos Tony Kanaan y Rubens Barrichello. El asturiano está feliz y relajado y eso se nota en su forma de actuar y de expresarse. No ha perdido su ambición y su carisma, pero su rostro refleja la enorme satisfacción que ha encontrado fuera de la Fórmula 1, aventura que también ha alimentado sus ganas por explorar y por volver a ganar.
Por ello, ha participado en el pódcast de WTF1 para contar cómo fueron esos pensamientos que sobrevolaron su cabeza cuando decidió decir adiós a la Fórmula 1 y dar la bienvenida a otros retos que muchos no esperaban, pero que explican muy bien como es en realidad el Fernando Alonso piloto y deportista.
La decisión de irse
"Tenía otras cosas en mi cabeza. Mi cabeza estaba ocupada con la IndyCar y el objetivo de la Triple Corona. Quería acabar el Mundial de Resistencia de la mejor manera posible. En ese momento, el Gran Premio de Australia y Sebring 2019 chocaban. Quería ganar el Mundial de Resistencia, quería completar mi segundo Le Mans, tenía Daytona, también quería correr las 24 Horas con un Cadillac, eso estaba en mi mente. Y tenía el feeling de que igualmente podía intentar correr en el Dakar en 2020".
Lejos de buscar un retiro dorado, lo que Fernando necesitaba era volver a sentirse competitivo, volver a experimentar esa adrenalina de rozar el peligro y de tener que ir al máximo para lograr un objetivo, aunque fuera en territorios tan inexplorados como las dunas de Arabia Saudí, quizás su experiencia más rompedora.
Así recuerda como tomó la decisión de su adiós: "Tenía muchas cosas en mi cabeza que no eran la F1. La F1 no me parecía atractiva en ese momento. No me ofrecía lo que otros campeonatos sí me ofrecían en ese instante. Así que pensé: 'Está bien, es mejor parar aquí. No sé si volveré con las nuevas reglas en 2021 o no, así que diremos que es mi última carrera".
Y la de volver
Sin embargo, algo más de dos años después, tomó la decisión de regresar a la que había sido su casa para iniciar un nuevo proyecto con Renault y Alpine, incluso antes de que entraran en vigor las modificaciones del reglamento de la FIA pensadas para el año 2021 y que finalmente no llegarán hasta el 2022.
"Después de que completé algunos de esos retos, no logrando sólo el de las 500 Millas de Indianápolis, pensé que era el momento adecuado para volver, incluso aunque las nuevas reglas sean para 2022. Me siento bien, me siento joven, me siento fuerte, así que volvamos a intentarlo".
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