Fernando Alonso era atropellado el pasado 11 de febrero en Lugano, Suiza, mientras realizaba uno de sus habituales entrenamientos en bicicleta como parte de su preparación física para materializar su regreso a la Fórmula 1, el cual estaba previsto que se produjera el próximo mes de marzo en Bahrein. Una presencia en los test de pretemporada y la primera cita del mundial eran los platos fuertes de su retorno.
Sin embargo, desde este 11 de febrero todo ha cambiado para el asturiano. El objetivo sigue siendo estar allí, en Bahrein, pero de momento es difícil poner una fecha. Lo ideal sería llegar allí un mes después de su accidente, el 11 de marzo, un día antes de que comiencen los entrenamientos de pretemporada. No obstante, eso es algo que no se puede asegurar por ahora.
Lo que sí se puede asegurar es cuál es el plan a seguir por Fernando Alonso para los próximos días y semanas en los que tendrá que llevar a cabo una recuperación especial que le permita reponerse de su accidente por el cual se ha sometido a una cirugía maxilofacial para recomponer su mandíbula rota y la pérdida de unas cuantas piezas dentales. Alonso comienza ahora una cuenta atrás con muchas incógnitas.
La esperanza de Alonso
La esperanza de Fernando Alonso para las próximas semanas, que se irán convirtiendo con el paso de los días en un objetivo real, será estar en los entrenamientos libres del Gran Premio de Bahrein en el circuito de Sakhir. Eso será el 26 de marzo, como antesala de la carrera que se producirá el domingo 28. Para entonces, Fernando espera estar al menos de una pieza para consumar su regreso a la Fórmula 1.
De momento, el plan establecido sobre su recuperación avanza según lo esperado. Fernando fue operado de su lesión en la mandíbula, la de mayor gravedad producida en el accidente, y tras permanecer 48 horas en observación, ya ha abandonado el hospital de Berna para continuar con su recuperación en casa. Ahora, el proceso de readaptación lo marcará la capacidad de soldar de la mandíbula del campeón español.
Tras ser intervenido de una fractura de la que se ha conocido poco hasta hora, el principal es que la misma suelde en una única pieza, como producto de haber sufrido una única fisura limpia, en un único trazo. El hecho de que la fractura no se produzca en otros fragmentos más pequeños acelera y mucho el proceso de curación, así como el hecho de que todo el daño se concentre en una única zona y no repartida por toda la boca o el resto de la cara.
Si todo avanza según lo esperado y si la fractura ha quedado perfectamente estable tras la intervención quirúrgica, todo hace indicar que Fernando Alonso llegará a esa primera carrera en Bahrein que se disputará el próximo 28 de marzo en el circuito de Sakhir. Lo más probable es que esos plazos no corran peligro aunque Fernando tenga que tomar muchas precauciones en las primeras carreras. No obstante, existen otros puntos del camino que sí tienen mayor riesgo.
Pros y contras
Dentro de esta carrera contrarreloj en la que se encuentra el piloto español surgen varios inconvenientes más que ponen en dificultades su regreso a la Fórmula 1 en las fechas establecidas. Además de la propia lesión y de la recuperación la lesión, Fernando Alonso tendrá aliados y enemigos en este proceso que durará algo más de un mes y en el que no todo es negativo, ya que existen puntos que juegan a favor del ovetense para minimizar el daño.
Fernando ya ha superado su intervención maxilofacial y tras pasar el pertinente proceso postoperatorio, deberá someterse a un tratamiento con antibióticos para evitar infecciones que dificulten que la fractura suelde, algo que por ejemplo le sucedió a Marc Márquez durante su recuperación de su lesión en el húmero. Sin embargo, no es el único punto a tener en cuenta.
Uno de los que más ha llamado la atención es el del casco, un elemento que a priori parece ser un impedimento por la incomodidad que supone llevarlo con una lesión durante toda una carrera y por la presión que ejerce hacia arriba, tirando de la cara, a altas velocidades, lo que podría provocar dolor al asturiano mientras rodase con su Alpine. Sin embargo, el casco puede convertirse en otro de sus grandes aliados.
Fernando Alonso llevará a cabo una serie de modificaciones en su casco, concretamente en la zona de la mentonera, para en primer lugar facilitar el proceso de ponerse y quitarse el propio casco sin sufrir daños ni dolor. Además, reformará su estructura general, creada a medida, para hacer del casco una gran férula que le sirva como soporte fijador para que toda la zona descanse, facilitando además su cicatrización y evitando en la medida de lo posible el dolor y la generación de inconvenientes como enfisemas. Tampoco es descartable la inclusión de algún elemento que sirva para estabilizar la dentadura del español, dañada también en el golpe. Todos estos cambios deberán ser aprobados y homologados por la FIA.
Otro punto a favor para el asturiano será su potente musculatura del cuello, la cual deberá ejercitar y potenciar en cuanto los médicos se lo permitan, ya que será esa parte la que cargue con la mayor cantidad de fuerzas G que sufra el piloto durante la conducción, liberando la cara y la zona de la boca y la barbilla de una carga mayor de la necesaria.
Sin embargo, no todos serán aliados en esta dura batalla por recuperarse. También existen dos grandes enemigos que podrían pasar factura al campeón español además de la propia lesión. El primero de ellos, como es lógico y normal, será la alimentación. Fernando Alonso tendrá que pasar durante varios días y semanas muchas dificultades para alimentarse, incluso haciéndolo mediante una jeringa en la primera parte de la recuperación.
Esto, unido a los dolores y a la sensación de malestar, podría suponer un déficit de alimentación para una persona acostumbrada a hacer una alta cantidad de ejercicio físico, lo que podría traducirse en una bajada de peso súbita, seguramente de algunos kilos, dependiendo del tiempo que se alargue esta situación.
Además, la precaria alimentación irá unida a la lógica falta de energía y a la carencia de ejercicio físico, ya que Fernando tendrá prohibido hacer cualquier tipo de actividad agresiva al menos durante las dos próximas semanas. Todo ello conllevará una considerable pérdida de musculación y de forma física. Sin energía por la difícil alimentación y sin la fortaleza que le supone el deporte, Fernando vivirá un rápido receso en su preparación física que le hará llegar muy diezmado al primer Gran Premio de Bahrein, el cual podría suponer una prueba de un desgaste extremo para él.
La duda del test
Si la primera gran duda con Fernando es saber si podrá tomar la salida el próximo 28 de marzo en el Gran Premio de Bahrein, todo hace indicar que sí, la otra gran incógnita, es más difícil de resolver, saber si podrá participar en los test de pretemporada en el circuito de Sakhir que se celebrarán del 12 al 14 de marzo, solo dos semanas antes del inicio del campeonato.
Cada piloto dispondrá de un día y medio de test, tres días en total por escudería, para conocer cómo se comporta el monoplaza de la nueva temporada en la pista. Esa es la fecha marcada como el regreso de Fernando y que iba a suponer sus primeras vueltas en el nuevo A521 de Alpine. Para pilotos que empiezan un nuevo proyecto como Fernando y que además en su caso lleva mucho tiempo alejado de los circuitos, esas pruebas de pretemporada se antojaban indispensables.
Es un momento único para conocer el rendimiento real del coche, su comportamiento en la pista, realizar trabajos de comunicación con los ingenieros y con el equipo, probar salida, pit stops y todos los elementos que terminan formando parte de una carrera. La última y la única oportunidad de dejarlo todo preparado antes de participar en los primeros entrenamientos libres de la temporada.
Para dicha prueba queda algo menos de un mes, por lo que los plazos son tan extremadamente justos que es muy complicado establecer un pronóstico. Las ganas, la ambición y la fuerza invitan a pensar que Alonso podría llegar, así como la importancia que tienen para él y para el equipo esas pruebas en cuanto a pilotaje y a rendimiento del coche. Sin embargo, un error de precipitación a tan solo dos semanas de que arranque el campeonato podría ser fatal y podría hipotecar, no solo su presencia en la salida del GP de Bahrein, si no todo el inicio de la temporada. Por ello, y aunque el optimismo y la personalidad de Fernando empujan a pensar que también estará en los test de pretemporada, se trata de una decisión sumamente complicada de tomar por las consecuencias que podría tener.
De cualquier forma, en caso de llegar a esos test de pretemporada, Fernando lo haría con una limitación física muy importante, además de con un cierto freno mental para evitar hacer cualquier locura que le prive de estar en su debut. Por ello, ahora más que nunca, la figura de Esteban Ocon cobra todo el protagonismo y la importancia del mundo ya que, con un Alonso tocado, deberá ser él quien tome las riendas del equipo y quien exprima al máximo el A521 en esos test para obtener la mayor información posible, la cual sí será estudiada por el asturiano para llevar a Alpine a los mejores resultados posibles.
La F1 confía
El accidente de Fernando Alonso fue un suceso de lo más conmovedor para todo el mundo del motor. Este tipo de golpes suelen ser fatales para los ciclistas, pero el asturiano ha tenido suerte y todo ha quedado en un susto, aunque podría haber sido mucho peor, tanto por alguna lesión de mayor gravedad como por haber corrido riesgo su propia vida.
Cuando la noticia saltó a los medios de comunicación fue recorriendo una publicación tras otra como la pólvora. El miedo se instaló en los aficionados y en todo el universo del motor y de la Fórmula 1. Su familia y su entorno, dentro de la preocupación, podían estar tranquilos debido a un mensaje que les había llegado alertándoles de lo ocurrido.
Sin embargo, el 'Gran Circo' contempló como uno de sus grandes alicientes para el próximo curso, así como uno de sus pilotos más históricos, podía estar en una situación crítica o podría ver cómo su sueño de volver se rompía en mil pedazos y sufría un grave contratiempo. Finalmente, todo ha quedado en un susto y en una molesta recuperación que pronto dejará a Fernando Alonso, de nuevo, como gran imagen del regreso de la temporada de Fórmula 1. Por su parte, su propio equipo Alpine, que también prepara su retorno con el español como gran reclamo, suspira tras las buenas noticias y confían en tenerlo cuanto antes de vuelta.
Por si esto fuera poco, Alonso ha recibido un gran reconocimiento de una persona que le conoce muy bien después de haber respaldado con su estado de salud su figura como el gran atractivo del curso. El accidente no ha provocado que nadie deje de confiar en el asturiano y no solo se presenta como el gran activo del 2021, sino que, tal y como apunta Pat Symonds, quien fuera jefe técnico de Renault durante sus dos conquistas mundialistas, asegura que Alonso será el piloto que mejor se adapte a los coches de 2022, quien antes descubra sus secretos y quien será el primero en hacerlos llegar a su máximo rendimiento, lo que podrían hacerle optar a su tercer entorchado. De momento, antes de que llegue ese ansiado 2022, Fernando debe cumplir estos plazos para poder estar en el GP de Bahrein y en los test de pretemporada.
[Más información: McLaren presenta el MCL35M de Lando Narris y Ricciardo para la temporada 2021 de F1]