Sebastian Vettel tiene problemas bastante importantes para el inicio de su nueva aventura en Aston Martin. Para todos los pilotos que comienza un proyecto, como es el caso del alemán, está siendo muy importante poder llevar a cabo diferentes tipos de pruebas con monoplazas de la marca para ir familiarizándose con algunos controles, algunos sistemas son diferentes para cada equipo y para mejorar la comunicación con los ingenieros y mecánicos.
Estas pruebas son especialmente importantes para pilotos que el año pasado estaban en otros monoplazas y que, por tanto, tenían prohibido ser parte de su nueva familia antes de la conclusión de la temporada. Es el caso de corredores como por ejemplo Carlos Sainz en Ferrari, Ricciardo en McLaren o 'Checo' Pérez en Red Bull.
Esa situación es diferente, por ejemplo, a la de Fernando Alonso en Alpine, ya que el asturiano ya tuvo la oportunidad de hacer varias pruebas durante la temporada pasada. Todas esas pruebas, por normativa, tienen que ser con monoplazas de dos años atrás como mínimo. En el caso de Fernando, incluso pudo probar el RS20 en los famosos test de jóvenes pilotos de Abu Dhabi de finales de curso.
Sin embargo, el caso de Vettel es el más especial de todos, ya que no ha tenido la oportunidad de rodar en uno de esos test privados que realiza cada escudería y no se montará en su AMR21 hasta la llegada de la pretemporada oficial, los test de Bahrein que se celebrarán del 12 al 14 de marzo.
Para colmo, esa pretemporada será más corta de lo normal debido a las nuevas restricciones de la FIA, que se ha propuesto abaratar costes y por ello, los pilotos solo dispondrán de un día y medio de test para probar sus máquinas antes de que el mundial arranque dos semanas después en el mismo sitio, en el circuito de Sakhir. Hasta allí llegará Vettel un tanto a ciegas.
El tetracampeón del mundo ha sufrido esta particularidad por la complicada situación que atraviesa Aston Martin y su acuerdo con Mercedes, de quienes reciben muchas piezas de su monoplaza. Por algo, al borde de la legalidad, ha sido conocido como el 'Mercedes rosa' durante todo el curso pasado.
Problemas para Vettel
La realidad es que Aston Martin, como antes Force India, se forma de componentes que tiene en servicio de alquiler de Mercedes, entre ellos la unidad de potencia y la caja de cambios. Por ello, la dirección de la escudería no ha podido preparar un monoplaza de temporadas anteriores para que Vettel ruede al no estar completos.
"Nosotros alquilamos nuestros motores y cajas de cambios, no los compramos. No nos pertenecen, y tenemos que devolverlos después de la temporada. Por eso no tenemos un coche antiguo y apto para dejarle a Sebastian para que salga a la pista". Así lo explicaba el jefe del equipo Otmar Szafnauer en Auto Motor und Sport.
"El plan es que venga a vernos a la fábrica de nuevo antes de los test, pero todo depende de cómo te permitan viajar. Además, tenemos que adaptar el simulador a los estándares actuales para que pueda conducir la última especificación de desarrollo". La situación de Vettel es realmente complicada porque debido a esas restricciones todavía no ha podido probar el coche ni siquiera en el simulador, por lo que tiene mucho trabajo pendiente.
Ambición en Aston Martin
Aún así, en el equipo son optimistas y esperan repetir los buenos resultados del curso pasado e incluso mejorarlos, ya que quieren ser la gran alternativa a Mercedes y Red Bull, obteniendo grandes resultados cuando ellos falten. La victoria conseguida por 'Checo' Pérez o la pole de Lance Stroll del curso pasado les avalan.
"Necesitamos más consistencia a la hora de sumar puntos. Si logramos eso, podemos terminar terceros. Ese tiene que ser nuestro objetivo realista. Si las cosas van en nuestra dirección, como en Bahrein o Turquía 2020, deberíamos poder poner el coche en la pole position y tener la oportunidad de conseguir algunas victorias".
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