Ahora sí que sí, la Fórmula 1 ya ha vuelto. Ya han comenzado los esperados test de Bahrein y ya se han podido sacar las primeras conclusiones. No han sido muchas, pues todavía faltan por rodar grandes pilotos como Fernando Alonso, Carlos Sainz o Lewis Hamilton, pero la realidad es que ya se van confirmando algunas sensaciones.
La primera de ellas es que McLaren siguen en crecimiento. El equipo que el pasado año experimentara un gran salto con Carlos Sainz y Lando Norris a los mandos, ha vuelto a demostrar que, aunque no han hecho grandes cambios en el coche, sí han introducido pequeñas variantes y se han adaptado a la perfección a ese recorte del fondo plano tan protagonista en 2021.
El equipo de la papaya ha demostrado ser el mejor en esta primera sesión del primer día de test oficiales. No es muy significativo el puesto, pero sí las buenas sensaciones, el gran ritmo y la ausencia de problemas, algo muy demandado en estos primeros días que pueden ser cruciales para el devenir de la temporada.
Además, este resultado confirma la buena sinergia creada en el tándem Ricciardo - McLaren, los cuales debutan este año como pareja. El piloto australiano dejó Renault para unirse a la escudería de Woking y de momento parece hacerse adaptado a la perfección a su nuevo monoplaza y las sensaciones que transmite son optimistas.
Si ya el año pasado consiguieron podios, incluso Carlos Sainz acarició la victoria en el caótico Gran Premio de Monza, este año no hay que descartar a los británicos de la lucha por esas plazas de privilegio. De momento, ya han dejado claro que no están por detrás de equipos como Alpine o Ferrari, que se presentaban como los grandes aspirantes a las migajas que pudiesen dejar conjuntos como Red Bull o Mercedes.
De momento, el mejor tiempo en esta primera sesión ha sido marcado por Ricciardo, 1:32:203. Por detrás, a tan solo dos décimas, el sorprendente Alpha Tauri de Pierre Gasly. El equipo filial de Red Bull, en clara sintonía con el crecimiento que quieren tener los de Milton Keynes, han trabajado mucho durante este invierno para crear un monoplaza que no esté tan lejos de la clase media. El objetivo de los del 'Toro' es que escuadras como Alpine, Ferrari, McLaren o Aston Martin también tengan que estar pendientes del retrovisor y no solo soñar con el podio.
En tercer lugar, superado por su hermano pequeño, ha quedado el Red Bull de Max Verstappen, a cuatro décimas de Ricciardo. El nuevo monoplaza del equipo de la bebida energética se ha mostrado como un coche algo nervioso en el inicio, pero que ha sido capaz de cuajar tandas de mucho nivel en la parte final, por lo que se podría decir que las lecturas han terminado siendo positivas.
En cuarto lugar, el meritorio proyecto de Alpine con un Esteban Ocon que quiere sacar la cabeza entre el poder mediático de Fernando Alonso. El monoplaza galo no ha registrado problemas aparentes, por lo que las primeras sensaciones son bastante buenas. Verse además en los tiempos cabeceros también da esperanzas para lo que viene. En la segunda sesión volverá a rodar Ocon, ya que el asturiano no lo hará hasta mañana sábado.
Los menos satisfechos
Por detrás de Ocon ha quedado clasificado Leclerc, primer piloto a más de un segundo del mejor tiempo marcado por Ricciardo. En líneas generales, las sensaciones del nuevo SF21 no son malas. Su ritmo medio es muy similar al del resto aunque haya perdido con respecto al crono marcado a una vuelta. El salto, teniendo en cuenta el rendimiento del año pasado, es evidente, pero todavía queda mucho camino por andar. Además, Leclerc ha tenido que abandonar la sesión a unos minutos del final por lo que aparentemente ha sido un problema en el coche que le ha obligado a pararse en una escapatoria.
Peor le han ido las cosas a equipos como Aston Martin y, sobre todo, Mercedes. La escudería verde ha tenido a Sebastian Vettel como protagonista, que ha marcado el octavo tiempo a más de un segundo y medio de Ricciardo, un crono muy poco positivo. Además, ha tenido un susto a la salida del pit lane cuando su monoplaza se ha quedado completamente parado.
Y los campeones del mundo, a pesar de que no se les ha visto demasiado nerviosos, han tenido un día para olvidar. Han estado sin poder rodar durante más de tres horas y la primera sesión de Valtteri Bottas se ha ido al limbo con un tiempo peor que Williams o Haas, a más de cuatro segundos, por lo que ha sido una sesión en blanco para ellos.
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