Los test de Bahrein, las pruebas oficiales de la pretemporada en la Fórmula 1, han llegado a su fin. Habían generado mucha expectación porque iban a ser la primera y única oportunidad de ver a todos los monoplazas frente a frente. Tres días de mucho motor y muchas vueltas al circuito de Sakhir con sensaciones dispares para todas las escuderías. En líneas generales, todos los pilotos se marchan descontentos por haber tenido solo un día y medio para probarse y condiciones un tanto extremas de calor, aire y el polvo propio de la arena del desierto.
A pesar de todo, los equipos han tratado de apurar al máximo sus capacidades y sus límites y dar el mayor número de vueltas posibles para cumplir con los programas establecidos. Ese ha sido el mayor objetivo de todas las escuadras que han desembarcado en Bahrein, lugar donde arrancará el campeonato más complicado y duro de la historia, compuesto por 23 carreras.
La pretemporada ha llegado a su fin y lo ha hecho con un claro vencedor, el equipo Red Bull y su RB16B, que se ha destapado como el mejor monoplaza de estos tres días, el más rápido a una vuelta, el más fiable y el más completo en todas sus prestaciones. La imagen que ha dado la escudería de Milton Keynes ha contrastado con la ofrecida por Mercedes, casi desconocida.
Muchas horas en el garaje, problemas mecánicos, salidas de pista y un ritmo alarmantemente bajo que hacen que el paradigma esperado para la Fórmula 1 este año salte por los aires. Mercedes no se baja de la carrera por el título, de hecho, siguen siendo los favoritos, pero lo visto en Bahrein demuestra que Red Bull llegará más preparado al inicio de curso y que habrá pelea, algo pocas veces visto en la era híbrida, que comenzó en el año 2014.
Los problemas del W12
El monoplaza del equipo Mercedes se presentaba de nuevo como el coche a batir en este 2021. Nadie esperaba una caída de la escuadra germana antes de 2022. Sin embargo, puede que hayan perdido demasiado tiempo estando pendientes de la renovación de Hamilton y muy poco de la evolución del coche en un año en el que todos han preparado innovaciones. Especialmente Red Bull, que en el último año de Honda de manera oficial en el mundial han querido echar el resto y lo están demostrando.
Mercedes comenzó de la peor forma posible en la primera sesión de entrenamientos, la cual corría a cargo de Valtteri Bottas. Unos problemas en la caja de cambios obligaron a los mecánicos a trabajar a destajo durante más de 3 horas. Al final, el resultado fueron solo 7 vueltas y media hora en pista para marcar el peor tiempo de la sesión. Una auténtica ruina, más que por el tiempo, por la imposibilidad de no cubrir ni un 10% del programa establecido y por no haber rodado y obtenido datos del nuevo monoplaza.
La siguiente sesión no trajo mejores noticias para las 'flechas plateadas', ya que los tiempos fueron realmente malos de nuevo, aunque por lo menos consiguieron ampliar el número de kilómetros, algo que se presentaba como crucial. El W12 ha registrado importantes problemas en el eje trasero, muy poca consistencia y ser un coche difícil de conducir incluso para el siete veces campeón del mundo, que sufría para mantener el monoplaza en la pista. Con tantos problemas de equilibrio, la tracción tampoco era la deseada y la conducción se hacía realmente difícil.
Poco a poco, Mercedes ha ido recuperando parte de las buenas sensaciones pérdidas y Bottas, en su segunda aparición, sí consiguió marcar el mejor tiempo de la sesión. Sin embargo, se trata de un tiempo poco fiable teniendo en cuenta que es difícil saber la carga de combustible que lleva el resto, el programa elegido y los compuestos de ruedas utilizados. Al menos, eran las primeras buenas noticias para la escuadra de Daimler.
Sin embargo, la última sesión de test oficiales con Hamilton al mando volvía a dejar malas sensaciones teniendo en cuenta que el piloto inglés tardó más de una hora en saltar a la pista, lo que suponía que, otra vez, el programa de entrenamiento no se realizara completo. A menor número de vueltas, menos conocimiento del coche, y este curso, teniendo en cuenta que solo había una bala para probar las mejoras e innovaciones, el proceso de adaptación de los pilotos de Mercedes ha sido nefasto. A las primeras de cambio, el campeón contra las cuerdas.
Malas sensaciones
Los problemas no solo han estado en el monoplaza con aspectos puramente mecánicos o con la falta de datos que poder estudiar a través de la telemetría, sino que además han tenido un claro problema de sensaciones, algo que pocas veces han experimentado, sobre todo Lewis Hamilton. Tal y como han confesado los pilotos de Mercedes, no están seguros de sí mismos ni de su rendimiento porque no han podido sentirse completos al 100%.
Las sensaciones han ido mejorando día a día y sesión a sesión, pero el motivo ha sido el punto arranque, con aquel parón de más de tres horas. Sumar partiendo desde la nada no es complicado. Lo complicado ha sido asumir que todos los equipos han avanzado menos ellos, incluso cuando el curso pasado se filtraba que el nuevo motor del W12 traía un importante incremento de potencia, algo que no se ha podido ver por la falta de rodaje.
Ni Bottas ni Hamilton se han atrevido a hablar sobre las expectativas de Mercedes, sobre todo para el principio de la temporada, ya que saben que Red Bull está en una mejor situación porque ellos todavía no conocen su coche, no han podido experimentar con él. Sienten que han tenido una bala y la han perdido.
La única reseña positiva que han querido hacer tras estos tres días de test ha sido celebrar el hecho de que estos problemas, algunos de ellos de consideración, hayan aparecido durante la pretemporada y no durante el curso, cuando los puntos y el título estén en juego. Sin embargo, no esconden una preocupación, y es que temen haber perdido su mejor arma, la que les ha hecho ganar siete mundiales consecutivos, seis de ellos con Hamilton: su fiabilidad. Si algo ha llevado a Mercedes a los más alto estos últimos años ha sido que el piloto inglés y los monoplazas alemanes casi nunca han estado fuera, casi nunca han fallado, y así es muy difícil ganar a alguien que es casi imbatible.
Red Bull, gran triunfador
Si Mercedes ha sido la cruz, la cara de la moneda se la ha llevado, sin duda alguna, Red Bull. Un equipo que atravesó momentos complicados por la crisis ocasionada con las dudas sobre Albon y con el adiós de Honda, y sin embargo ha demostrado ser el más fuerte, el más fiable y el más completo. La congelación de motores les ha permitido trabajar con mayor tranquilidad y la llegada de 'Checo' Pérez ha sido un salto de calidad tremendo.
Se han coronado como los grandes triunfadores de la pretemporada de Bahrein y están en una situación que seguramente supera sus mejores expectativas. Cuando el curso pasado afirmaban que querían pelear por el título ya en 2021, no esperaban estar en el punto en el que están ahora mismo. Sin embargo, el trabajo ha dado sus frutos y Red Bull ha cumplido sus mejores previsiones, ha completado todos los programas y se ha mostrado como el monoplaza más completo tanto a una vuelta como en ritmo de carrera y tandas largas.
Verstappen y Pérez han puesto el RB16B al límite y han comandado la tabla de tiempos y se han coronado entre los pilotos que más giros han completado, además sin tener que pasar por el garaje. Y todo ello sin exprimir el compuesto más blando, los C5, y sin poner al límite los compuestos estrella, los C4. Incluso con los medios y duros, el Red Bull es una máquina muy potente.
La felicidad es máxima porque además han podido utilizar varias configuraciones del motor, diferentes mapas y set-ups e incluso probar distintos tipos de alerón delantero, algo que ha podido lucir Verstappen en la última sesión en Bahrein. El Red Bull, que comenzó con algunos ligeros problemas de estabilidad, ha terminado siendo un coche cómodo en la conducción y con una entrada en curva absolutamente increíble que no parece haber acusado las condiciones extremas que han padecido todos los pilotos en el circuito de Sakhir con altas temperaturas, rachas de aire y polvo.
Por si esto fuera poco, se han confirmado las sospechas de Mercedes y su temor por la pareja formada por Verstappen y Sergio 'Checo' Pérez. Los de Daimler temían las posibles filtraciones del antiguo piloto de Force India, equipo que funciona con componentes Mercedes, y al final ha sido él quien ha marcado la diferencia en la pista gracias a sus manos y a su talento, unido al enorme bajón de los alemanes. El mexicano es el primer piloto que parece adaptarse a un coche que solo 'Mad Max' ha entendido en los últimos años por su amortiguación especial y su altura en la parte trasera.
Futuro muy incierto
Nadie esperaba lo que ha terminado sucediendo en estos primeros y únicos test de pretemporada. Olvidar lo conseguido por Mercedes y creer que no siguen siendo los favoritos al título y a dominar la temporada con puño de hierro sería una locura. No obstante, la realidad es que han registrado un bajón tan considerable en esta primera toma de contacto que ni ellos mismos se lo esperaban, ya que han tenido problemas mecánicos y ausencias realmente preocupantes.
En contraposición, Red Bull no ha dado opción y se han presentado como un líder sólido y sin fisuras aparentes, demostrando quizás que están preparados para presentar batalla y que ahora pueden ser ellos quienes ejerzan ese papel de dominación. Al menos así lo han hecho en Bahrein. Pero estos primeros test han dejado todavía más lecturas.
Mercedes no solo ha estado lejos de Red Bull, sino que además se ha mostrado muy por debajo, sobre todo en términos de fiabilidad y kilometraje, de equipos como McLaren o Alpine, que han demostrado dar un paso hacia delante. Los de Woking han sido la única buena noticia del motorista alemán, ya que ellos han cuajado unas sesiones de entrenamientos de gran nivel. Y han sido los únicos, ya que Aston Martin, equipo que no solo lleva motor Mercedes, sino también porta muchos elementos de la casa germana, ha sido otro de los grandes fracasos.
Reducido número de vueltas y muchas dudas, especialmente en el bando de Sebastian Vettel. Solo Stroll, en una de las sesiones, ha sido capaz de dar alguna alegría mostrando buenos tiempos a una vuelta, algo que ya dominaban el curso pasado cuando vestían de rosa y no de verde.
Por su parte, Alpha Tauri, filial de Red Bull, sí ha mostrado mejores sensaciones, sobre todo en las manos de Pierre Gasly, que ha conseguido llevar su AT02 incluso a puestos cabeceros en la tabla de tiempos. Tsunoda ha demostrado en la última sesión también su gran ritmo. Sin duda, apuntes que demuestran que la agrupación entre Red Bull y Honda ha sido mucho más productiva que el trabajo de Mercedes. La lectura más positiva es que este año puede haber pelea y que en Bahrein pueden llegar las primeras sorpresas.
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