La Fórmula 1 tendrá este fin de semana su segunda cita del campeonato del mundo y lo hará en un escenario muy especial. Será la primera carrera que se celebre en Europa desde el pasado 1 de noviembre del 2020 y lo hará precisamente en el mismo circuito en el que el viejo continente echó su telón particular. El 'Gran Circo' regresa a Imola, al Autódromo Enzo y Dino Ferrari.
El Mundial regresa a Italia y lo hará en una fecha muy diferente a lo habitual, ya que la primera carrera en Europa suele tener lugar en pleno mes de mayo o a finales de abril. Este retorno a Italia y al circuito de Enzo Ferrari será un momento muy especial sin duda para el equipo más legendario de la Fórmula 1. Ferrari, aunque no tendrá en las gradas a sus tifosi, está obligado a ofrecer un gran resultado a todos sus aficionados y por ello preparan una serie de detalles que serán claves en la búsqueda de este éxito.
Además, no solo será especial para Ferrari como escudería, sino que lo será también para uno de sus pilotos. Carlos Sainz, el gran fichaje de este invierno, correrá en su primera carrera en Italia como piloto de Ferrari, algo que no se olvida nunca y que le hace convertirse en uno de los elegidos del paddock histórico de la Fórmula 1. Correr en Italia y en Imola vestido de rojo no es algo más y por ello Carlos ya sueña con regalar una buena carrera y con mostrarse mucho más adaptado al SF21.
Obligados a rendir
Ferrari, a través de su jefe de equipo Mattia Binotto, fue de los pocos equipos que junto a Red Bull hicieron un verdadero ejercicio de sinceridad y mostraron su clara intención a principio de temporada de no tomarse el 2021 como un año solo de transición. Los malos resultados del curso pasado les obligan a dar la cara esta temporada y lucir un claro crecimiento permitiese creer en esta escudería de cara al 2022, el año marcado como el de la revolución. Mientras todos miraban al futuro, a Ferrari le tocaba trabajar.
Y así lo hicieron tal y como se pudo ver en Bahrein tanto en los test oficiales de pretemporada como en la primera carrera del año en la que los Ferrari hicieron una digna actuación. Tanto Leclerc como Sainz se mostraron competitivos a una vuelta y con un gran ritmo de carrera, lo que les permitió rascar los primeros puntos de la temporada. De hecho, se podría decir que han conseguido reducir la distancia con los de arriba y que están en la pelea con McLaren por liderar la clase media. Norris fue el más rápido de todos, pero Ricciardo quedó intercalado entre los dos pilotos del Cavallino Rampante.
Ahora el objetivo es seguir creciendo y seguir demostrando esas buenas sensaciones en un circuito que les va mejor como Imola. Además, tienen esa obligación moral y sentimental de dar el máximo al ser Italia y la casa de Enzo Ferrari. Intentar terminar por delante de los de Woking y seguir abriendo hueco con Aston Martin, Alpine o Alpha Tauri es el principal objetivo para poder soñar con cosas más grandes en el futuro.
Aerodinámica y temperatura
Para conseguir ese objetivo de seguir creciendo, Ferrari tiene una serie de claves en la manga que les van a ayudar a recibir ese pequeño impulso que necesitan para coquetear con el Top5 y poder rascar algo si alguno de los de arriba sufre, como le pasó a 'Checo' Pérez en Bahrein. No se puede hablar de un paquete de mejoras como tal, ya que eso llegará más adelante, pero sí de detalles que les posicionan muy bien.
El primero de ellos tiene que ver con la aerodinámica. Ferrari va a introducir una serie de mejoras, o mejor dicho adaptaciones, que están más relacionadas con el cambio en el tipo de circuito que se van a encontrar que realmente con lo que suele ser habitual. Sin embargo, se espera que estos pequeños retoques puedan hacer despegar al SF21 en un circuito donde la carga y la resistencia aerodinámicas serán completamente diferentes a las sufridas en Bahrein. Además, Imola es un circuito que nada tiene que ver con el de Sakhir, ya que sus pasos por curva, en líneas generales, son mucho más rápidos.
El segundo de los avances que espera desarrollar Ferrari es la utilización de un nuevo lubricante. Este nuevo producto que se pondrá a prueba en el circuito de San Marino llega para eliminar gran parte de los rozamientos que se producen en la unidad de potencia del SF21 y de todo el monoplaza. Por ello, en Maranello esperan que eso se traduzcan en un mayor aprovechamiento del trabajo que realiza el monoplaza y que esa potencia extra que se genera, o que no se desperdicia por el rozamiento, vaya directamente al coche y a sus neumáticos para ofrecer una mayor velocidad.
Y en tercer lugar, el último detalle que se espera que haga crecer al Ferrari será el frío que está haciendo en Imola estos días. Las temperaturas, en contraposición con lo vivido en Bahrein, serán mucho más bajas, por lo que el Ferrari no sufrirá tanto con el sobrecalentamiento de su motor y se podrá permitir llevar una configuración más agresiva, algo que en Bahrein no pudieron hacer, ya que tenían que ir constantemente pendientes de que la temperatura no subiese.
La hoja de ruta
Ferrari quiere seguir dando pasos en su crecimiento y, aunque la verdadera meta para todos está en 2022, cuando se espera que la Fórmula 1 se iguale por completo y que muchos equipos sean capaces de dar ese paso que ya ha dado Red Bull este año, el 2021 también tiene retos por delante. El de los italianos será terminar lo más adelante posible. Cuando mejor rendimiento ofrezca el SF21, menor será la distancia que tengan que recortar.
Por ello, desde Ferrari saben que este curso debe ser de continuo crecimiento. Estar inmersos en la pelea por la clase media es de obligado cumplimiento, algo que el año pasado en muchos momentos no se producía, especialmente en el caso de Sebastian Vettel. La ventaja de este curso es que la Scuderia ya ha dado un paso más que importante, tal y como se demostró en Bahrein.
El Gran Premio de la Emilia Romaña, Ferrari tiene el difícil reto de confirmar su salto y su puesta a punto e incluso no se descarta que puedan superar a McLaren al ser un circuito que se adapta mejor a sus características que el de Bahrein. El objetivo de los italianos es que Charles Leclerc pueda pelear por ser el primer piloto del resto del mundo, ocupando la quinta plaza e intentando aprovechar algún despiste de los de arriba para colarse en los puestos cabeceros y, por qué no, en el podio.
En Maranello saben que el rival a batir es McLaren y que Red Bull se ha escapado definitivamente, por lo que es más productivo intentar doblegar a los de Woking y evitar que otros equipos les cacen por detrás. Si todo va como está planeado, a mediados de la temporada Ferrari habrá conseguido dar otro salto competitivo y no se descarta que ya al final de esta misma temporada, se pueda competir con normalidad por algún podio o incluso alguna victoria. Si la hoja de ruta se cumple, se podrá soñar con un 2022 muy grande para Carlos Sainz y Charles Leclerc.
Sainz emula a Schumacher
Este primer Gran Premio en Europa y en Italia promete ser muy especial para toda la familia ferrarista, pero si hay alguien que lo va a sentir particularmente muy importante ese será Carlos Sainz. El madrileño está sumido en una batalla personal por adaptarse a su nuevo equipo, a sus nuevos mecánicos e ingenieros y a su nuevo monoplaza. Por ello, pasa más horas en la fábrica de Maranello que en su propia casa.
Carlos tiene el objetivo de poder sentirse cómodo en pocas carreras sobre el SF21 para exprimirlo al máximo y por eso está trabajando muy, muy duro. Quiere reducir la brecha con Leclerc y confía en su velocidad y su capacidad de adaptación a todos los entornos, algo que considera como una de sus mayores virtudes. De momento, va a poner todo de su parte.
Sainz tomó una decisión a principios de temporada que sorprendió y mucho en la casa italiana. Decidió mudarse a vivir a Italia, cerca de Maranello, para poder ir constantemente a la fábrica y conocer el crecimiento del coche, su composición, todos los avances y poder dedicarles horas y horas al simulador hasta exprimir cada décima. Algo muy similar a lo que hizo Fernando Alonso durante sus meses de adaptación a Renault.
Esto no es nuevo para Carlos ya que fue algo que hizo en McLaren y que le dio grandes resultados. El español mudó su residencia al Reino Unido para pasar día y noche en Woking enterándose de todo lo que sucedía. Y el resultado fue maravilloso. Gracias a todo ese esfuerzo terminó subiéndose al podio con los de la 'papaya' y convenciendo a Ferrari para su fichaje.
Sin ir más lejos, Carlos ha querido aprovechar estos días entre carrera y carrera para quedarse en Italia en lugar de regresar a España y así poder seguir trabajando en su puesta a punto y su adaptación al coche con el fin de ser un piloto plenamente preparado muy pronto. Este hecho es algo que tiene maravillado a todo el mundo en la Scuderia y que le compara al mayor mito que se ha subido jamás a un Cavallino Rampante.
Michael Schumacher explotó esta filosofía al máximo. A pesar de que su residencia estaba en Suiza, en el caso de Carlos se ha mudado íntegramente, el alemán pasaba largas temporadas en Italia para mejorar el monoplaza y explotarlo en el circuito privado de Fiorano. Tanto es así que se alojaba incluso en la residencia que Enzo Ferrari había tenido habilitada en la fábrica.
Al igual que lo hacía el 'Kaiser', Carlos sigue apurando cada segundo del día en mejorar y en reducir la distancia con su compañero, lógica en todos los pilotos que llegan nuevos a una escudería y más si compiten con alguien del talento de Leclerc. A Carlos no le preocupa ninguna disputa porque sabe a trabajo y esfuerzo no le va a ganar nadie. En estos últimos días, donde ha tenido largas sesiones de simulador, ha probado al SF21 en diferentes reglajes para conocer hasta el último milímetro de su nueva máquina. Como ya demostró en McLaren, pronto estará preparado para llevar al SF21 al límite.
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