La temporada de Fórmula 1 está siendo histórica a todos los niveles. La mayoría de expertos coinciden en que la Covid-19 ha hecho que sea la más exigente de siempre, con más carreras, viajes más complicados y un extra de concentración y cuidado que está llevando las batallas al límite en cada Gran Premio. Además, por si esto fuera poco, es la primera vez que se pelea por cada puesto desde el primero al último.
Se puede ver en la cabeza donde por primera vez desde que nació la era híbrida, Mercedes tiene un equipo que le hace frente y que le puede arrebatar el mundial tanto de pilotos como de constructores. Red Bull ha llegado para cambiar el panorama del 'Gran Circo' por completo con Max Verstappen a la cabeza. Por si esto fuera poco, la lucha por la clase media se ha ampliado con el subidón de Alpha Tauri y con los sustos de Alfa Romeo. Solo Haas se ha quedado claramente descolgado ya que hasta Williams consigue de vez en cuando sorprender.
Sin embargo, barriendo para casa, España vive el mejor momento de su historia en cuanto a Fórmula 1 se refiere ya que por primera vez tiene a dos pilotos competitivos semana tras semana. Ahora, Montmeló pone a prueba la gran batalla nacional, esa que une a Fernando Alonso y su regreso con el fichaje de Carlos Sainz por Ferrari. Ya en Portimao se pudo ver una pequeña de la pugna entre ambos, pero correr en casa hará que el aliciente sea todavía más grande.
Hay 'pique' nacional
Fernando Alonso y Carlos Sainz coincidieron el pasado jueves en la rueda de prensa previa al Gran Premio de España. Sus equipos y los medios se frotaron las manos porque ambos son la gran atracción. El asturiano ha estado acostumbrado durante toda su carrera a ser el ojito derecho de la afición porque era el único piloto capaz de mantenerse en la élite y, además, de ser el mejor. Carlos ocupó ese lugar especialmente cuando Fernando se marchó. Sin embargo, ahora no solo comparten espacio, sino que batallan por él.
Aunque ninguno de los dos haya querido reconocerlo abiertamente, hay un pique sano entre ambos. Carlos siente una especial admiración por Fernando, su ídolo, y Alonso siempre ha estado muy vinculado a la familia Sainz por ser ambos líderes y pioneros en diferentes ámbitos del motor. No obstante, ahora se ven las caras en la pista, frente a frente, uno contra el otro, y se tienen ganas. Y la afición también las tiene porque es un motivo de orgullo tremendo ver a dos pilotos nacionales a tanto nivel batirse en duelo.
Un pequeño adelanto ya se pudo ver en Portimao cuando Alonso adelantó a un Sainz en plena caída libre por sus gomas. Sin embargo, se espera que en Barcelona la situación sea mucho más pareja, con un circuito que va algo mejor a Ferrari y con una estrategia que no dañe a Sainz. De esta forma, madrileño y ovetense tendrán todas sus armas para luchar por ganar posiciones y terminar lo más arriba posible. Ambos sueñan con llegar lejos en sus proyectos, quien sabe si al título, pero de momento luchan con uñas y dientes por la zona media, por los puntos. Además, su buena relación garantiza una lucha sana y sin envidias, solo con la ambición de ganar a un rival por delante.
En dicha rueda de prensa, ambos fueron preguntados sobre quien terminaría delante. Carlos Sainz fue sincero y consideró que, en su fuero interno, ambos se piensan y se sienten ganadores frente al otro. Fernando, por su parte, tiró de veteranía y puso al joven en el centro del objetivo. Mientras tanto, todos esperan una batalla al límite entre la experiencia y la juventud, el regreso y el fichaje glamuroso.
En líneas diferentes
A pesar de que Montmeló les une con el mismo objetivo, obtener un buen resultado, Alonso y Sainz llegan por caminos diferentes a esta prueba que puede ser clave para ellos. Fernando regresa al circuito donde ha ganado dos veces y en el que levantó por última vez los brazos en la Fórmula 1. Un circuito que le trae buenos recuerdos y en el que quiere confirmar las buenas sensaciones dejadas en Portimao, donde se volvió a sentir piloto de verdad sobre un monoplaza.
Los adelantamientos, los puntos y el gran final de carrera le hacen llegar con moral para seguir creciendo en la temporada. Además, las buenas sensaciones han seguido en aumento en las dos primeras sesiones de libres, sobre todo en la segunda, donde Alonso ha sido tremendamente competitivo tanto con los neumáticos blandos como con los medios. El Alpine empieza a dar buenas sensaciones, es competitivo en carrera y tiene velocidad punta. Solo le falta confirmarse a una vuelta y en ello están de cara a la clasificación del sábado donde el objetivo es que tanto él como Ocon puedan estar en Q3 por primera vez.
Por su parte, Carlos Sainz llega en sentido opuesto a Barcelona. Después de un inicio de temporada fabuloso con un sensacional quinto puesto en Imola, lo de Portimao fue un fin de semana para olvidar. El madrileño no consiguió meterse en la Q3 con los medios y por ello tuvo que tirar de los blandos, aunque le sirvieron para partir desde la quinta posición en parrilla. En la salida, adelantó a 'Checo' Pérez y se puso cuarto, por lo que soñar con el podio era una obligación. Sin embargo, un fallo en la estrategia le hizo ir corto de gomas toda la carrera y la debacle final fue escandalosa. Carlos se pasó las últimas vueltas de la carrera cayendo y cayendo hasta terminar fuera de los puntos. Por ello, Montmeló debe ser esa carrera donde consiga estar en Q3 con los neumáticos medios y donde vuelva a la senda de los grandes resultados, rodando muy cerquita de Leclerc o incluso superándole.
Alpine contra Ferrari
Esta batalla entre Fernando Alonso y Carlos Sainz no solo es una batalla generacional o una batalla entre españoles, también es una batalla entre equipos, entre escuderías, entre fábricas y entre motoristas. Alpine, o Renault, y Ferrari, se miden frente a para intentar ganar plazas en la lucha por la zona media. De momento, los italianos se encuentran claramente por delante, en dura lucha con McLaren por ser los primeros del resto del mundo, pero Alpine registra la mejor progresión carrera tras carrera. El objetivo de ambos, más que ser campeones del mundo o conseguir victorias ahora mismo, es ayudar a sus equipos a ser terceros en la clasificación de constructores.
Tras subir un peldaño en ritmo y competitividad en Portimao, el A521 registra nuevas mejoras que ya están dando sus frutos. El nuevo paquete está compuesto de pequeñas piezas que ya fueron probadas en Portugal con grandes resultados y que se han incorporado a la configuración definitiva del coche. Casualidad o no, Alonso y Ocon han terminado en cuarta y quinta posición de los libres 2, así que parece que funcionan. Muchas veces no se entiende qué hacen los pilotos durante las sesiones de libres cuando marcan tiempos muy alejados de la cabeza y muchas veces las respuestas están aquí, en la probatura de piezas para futuras carreras en un sector específico o en unas curvas y tramos elegidos al detalle. Alonso lo hizo en Portugal y ahora le está dando resultado tal y como ha afirmado uno de sus jefes, Marcin Budkowski.
Por su parte, Carlos Sainz no ha tenido la misma suerte, aunque lo cierto es que su materia prima es mejor que la del asturiano. Un coche en clara evolución y uno que partía desde más alto el resumen para ambos. Ferrari no ha traído mejoras para Montmeló a pesar de que se esperaban cambios en el fondo plano que, finalmente, tendrán que esperar. Como el propio Carlos afirmaban, esas mejoras estarán cuando todas las pruebas hayan concluido, sin caer en precipitaciones.
Aún así, aseguró que podrían resolver los problemas vividos en el trazado luso y lo han hecho. Simplemente con ajustes en la configuración del coche, el set up que lo llaman ellos, con cambios en el pilotaje y sabiendo leer mejor el rendimiento del monoplaza con los neumáticos medios, tanto Leclerc como Sainz tienen motivos para confiar en un buen sábado y un buen domingo. En la primera sesión de libres ambos consiguieron terminar quinto y sexto solo rodando con los medios, la noticia más positiva para ellos desde la clasificación de Portugal. Además, Montmeló es un circuito que se les adapta mejor que Portimao, con pasos de baja y media velocidad y en el que la aerodinámica juega un papel más protagonista.
España, centro mundial
Este Gran Premio supone un hecho muy importante para España, ya que se convierte en el centro mundial de un deporte seguido por millones y millones de personas en todo el mundo. El Gran Premio de España celebrado en Barcelona siempre es una de las carreras más especiales del calendario, pero este año lo será más debido a la presencia de dos pilotos punteros como Fernando Alonso y Carlos Sainz.
El asturiano es noticia allá donde va y más después de su regreso tras dos años de ausencia. Su vuelta a Renault fue celebrada por todos casi tanto como la llegada de Sainz a la escudería con más historia de la Fórmula 1. Veteranía, juventud, experiencia, glamour y mucha ambición para soñar con victorias y éxitos españoles estarán reunidas en la parrilla de Montmeló por primera vez en la historia.
Además, no solo ellos se están beneficiando de este éxito, sino que los aficionados están viviendo la temporada más emocionante de los últimos años y los medios están recogiendo los frutos en cuanto a niveles de audiencias se refiere. Que España tenga a la mejor pareja de pilotos de la Fórmula 1, solo comparable a la que forman Hamilton y Norris para Reino Unido, es una de las mejores noticias del 2021 en cuanto a términos deportivos, sociales y económicos. Gracias a ellos España vuelve a ser noticia y referencia y en el Gran Premio de casa, todo eso se vuelve a poner en juego ante unos poquitos aficionados que tendrán la suerte de presenciarlo y de volver a oír cómo rugen los motores.
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