El Gran Premio del mundial de motociclismo celebrado en este fin de semana en Mugello pasará a la historia por ser uno de los más negros de siempre. Pasa muy de tarde en tarde, pero cuando sucede una tragedia de estas proporciones, todos pierden un poquito de su vida. Este domingo se ha conocido la triste noticia de la muerte de Jason Dupasquier y todos le han tenido muy presente hoy.
Fabio Quartararo, ganador de la carrera en MotoGP, ha llevado en su casco durante toda la prueba el dorsal '50' del corredor helvético. Además, tras cruzar la línea de meta en primera posición, ha sacado una bandera de Suiza y la ha posado sobre su moto después de levantarla al cielo para homenajear a un compañero que ha perdido la vida de forma muy triste.
Dupasquier tuvo una fatal caída en los entrenamientos de este sábado y tras ser trasladado de urgencia en helicóptero al hospital, no ha podido superar las terribles consecuencias de su horrible accidente en el que la moto de Sasaki le pasó por encima. En la mañana del domingo, antes de las carreras, se ha conocido la terrible noticia.
Esto ha afectado evidentemente a todos los corredores, pero lo ha hecho de especial manera con aquellos que se han ido al suelo en el circuito de Mugello, uno de los trazados más complicados de todo el calendario. Algo así es lo que le ha pasado a Marc Márquez que en la segunda vuelta de la carrera decía adiós.
La confesión de Marc
"Afortunadamente, me he quedado en medio de la pista, y no era el mejor día para tener esa sensación, pero en Montmeló podremos competir más. Me cuesta hablar porque cuando recuerdo mi caída me acuerdo de Jason Dupasquier. Hoy ha sido un día triste para el motociclismo, para el Mundial. Deportivamente hablando, para mí, no ha sido del todo malo, pero hablando de motociclismo ha sido un fin de semana desastroso".
La impactante confesión de Marc ha helado la sangre a todos los aficionados y ha puesto de manifiesto que este tipo de percances le pueden pasar a cualquiera a pesar de que las consecuencias sean fatales. Es una realidad, pero Marc ha tenido unos instantes en los que se ha visto vendido entre todas las motos, pero sin consecuencias.
Así ha explicado Marc su accidente en una carrera en la que poco ha podido hacer: "Me he tocado con Binder. Podríamos decir que ha sido un lance de carrera, pero si alguien tiene culpa, la tengo yo porque venía por detrás, lo he intentado adelantar en la curva 2. En esa chicane se han caído varios pilotos de la misma manera, pero cuando hemos hecho el cambio, yo iba hacia un lado y él venía hacia el otro y se me ha cerrado de delante".
"Afortunadamente, me he caído yo solo. Me quedo con la sensación de hoy del warm up, de la carrera, la primera vuelta. Ha sido la primera vez en la primera vuelta en la que me veía en condiciones de atacar y no de defender. Luego, seguramente, la carrera habría sido larga, pero hemos dado un pasito este fin de semana, hemos entendido varias cosas y tenemos la suerte de que la semana que viene volvemos a correr. Más fresco, porque no he dado las 23 vueltas en Mugello y a ver si puedo seguir con mi progresión y avanzando".
Marc fue muy claro en los micrófonos de DAZN tras la carrera reconociendo que, aunque a veces se les olvide a todos, los pilotos siempre viven al límite y en máximo riesgo: "Es parte del riesgo que corremos en pista. Muchas veces lo queremos olvidar, no lo queremos ver, pero cuando pasan cosas de estas, afortunadamente, cada vez pasan menos, pero pasan, te das cuenta de lo que te juegas cada vez que sales a pista, de por qué no hay muchas personas, muchos pilotos capaces en el mundo de ir a esas velocidades, porque hay un riesgo, pero son golpes duros que te hacen pensar muchas cosas y sólo queda en ese caso dar un fuerte abrazo al equipo, que está conmocionado, la familia, que lo estará incluso más, y a todos sus amigos".
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