Tras pasar por el mítico Gran Premio de Mónaco, la Fórmula 1 regresa esta semana en Azerbaiyán. La batalla entre Max Verstappen y Lewis Hamilton por el liderato del Mundial atrae los focos, pero lejos de ellos muchos se preguntan ¿qué pasa con Fernando Alonso? Su vuelta al 'Gran Circo' no está siendo sencilla y en las últimas carreras lo está pasando peor. En Bakú se la juegan.
Alonso no puntúa desde Portugal. Las carreras en Barcelona (17º) y en Mónaco (13º) no han sido buenas para él, tampoco para Alpine que se ha tenido que conformar con una doble novena posición de Esteban Ocon en ambos Grandes Premios. Cuatro puntos de la escudería gala en las últimas dos carreras que saben a muy poco, más aún teniendo en cuenta el salto prometedor que se dio en Portimao.
Si en el Algarve tanto Ocon (7º) como Alonso (9º) hicieron su mejor resultado de la temporada, lo que ha venido después ha roto totalmente con la tendencia ascendente que parecía tomar Alpine. En Barcelona al menos Ocon logró una quinta posición en la clasificación y al asturiano le 'mató' una mala estrategia, pero en Mónaco se vio que el coche no tenía ritmo.
De este modo, la temporada 2021 se le ha puesto cuesta arriba a Alpine. Si su objetivo era luchar con Ferrari y McLaren, estos ya se han distanciado mucho de la escudería que antes era Renault. El equipo de Alonso y Ocon marcha séptimo (17 puntos) en la clasificación de constructores aunque solo le separan dos puntos del quinto, Aston Martin (19). Entremedias está Alphatauri (18).
El último paquete
Y ¿por qué es tan importante el Gran Premio de Azerbaiyán? Alpine contará en Bakú con un pequeño paquete de mejoras aerodinámicas para el fin de semana y se espera que estas sean las últimas de las temporada. Quedan por delante casi una veintena de carreras, pero Alpine -así como el resto de escuderías- ya empiezan a trabajar en el coche del año en el que se agitará la coctelera de la Fórmula 1, el 2022.
Sin más mejoras que las de Bakú, es el momento de comprobar si el 2021 puede dar algo en positivo para Alpine más allá de la readaptación que está teniendo Fernando Alonso a lo que es la competición. "Es bonito tener una carrera en la que haya más opciones", celebraba el propio Alonso sobre un circuito urbano en el que su larga recta le diferencia del resto que son así. Se podrá adelantar más.
Confianza a partir de Francia
El A521 no lo tendrá fácil en otro asfalto urbano, pero en cierta medida será un Gran Premio que suponga un antes y un después en la temporada. Primero porque en Francia no se podrán utilizar alerones traseros flexibles a alta velocidad al endurecerse los exámenes de la FIA. Segundo porque, según Alonso, los 'nuevos' como él por fin podrán correr en escenarios más habituales.
"El inicio de la temporada no ha sido el mejor calendario posible para un piloto recién llegado. Tenía Imola, tenía Portimao, dos circuitos en los que no corría desde hace años o en el que nunca he competido, como es Portimao, y los demás corrieron allí hace cuatro meses, en el Mundial en 2020. Y luego dos circuitos urbanos, Bakú y Mónaco [...] De las primeras seis carreras del campeonato, en cuatro fue extremadamente difícil acostumbrarse", analizaba.
En el GP de Francia, donde Alonso solo corrió en 2018, espera que comience "un nuevo campeonato" para él y Alpine. Pero todo eso pasa por dar el primer salto en Bakú y resarcirse de lo ocurrido en los dos últimos Grandes Premios. El último paquete de mejoras dictará sentencia.
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