Fernando Alonso: "Si la gente conduce por encima de sus posibilidades habrá muchos safety cars"

Fernando Alonso ha terminado la clasificación del Gran Premio de Bakú en novena posición. No obstante, la sanción a Lando Norris por no entrar en el pit-lane con bandera roja le hará salir octavo. Es una buena noticia para Alpine y sobre todo para el asturiano ya que consiguió meterse con cierta solvencia en la Q3 y terminó por delante de su compañero de equipo, pero se va con un sabor agridulce porque podría haber ganado alguna posición más. 

La lectura más positiva es que el A521 parece haber superado los problemas que registró en Mónaco y que vuelve a ser un coche competitivo, muy en la línea ascendente de lo que había mostrado en las últimas carreras. La tendencia, aunque sea lenta, sigue al alza en la casa francesa y este noveno puesto así lo demuestra. 

A pesar de todo Fernando se ha lamentado de la mala suerte que ha tenido con los accidentes que ha habido, ya que casi todos le han pillado con juegos de neumáticos nuevos y no ha podido marcar sus mejores tiempos con ellos. De esta forma, tuvo que pasar de la Q1 y de la Q2 con gomas usadas. Su tiempo final en la última sesión también fue con unos blandos que ya tenían unas vueltas. Aún así, consiguió terminar por delante de Bottas. 

Fernando Alonso en el Gran Premio de Bakú de Fórmula 1 Reuters

"El fin de semana ha ido bien. Todas las sesiones entre los siete primeros. Teníamos ritmo, pero cada vez que montábamos un juego nuevo ha habido una bandera roja. Todos los tiempos siempre los hemos hecho con neumáticos viejos, los hemos hecho justo para pasar en 15ª posición, en décima y lo mismo para ser novenos". Esto día a los micrófonos de DAZN. 

Fernando se lamentaba de esa mala suerte con los accidentes de Giovinazzi, Ricciardo y Tsunoda que han provocado tantos parones en la clasificación que además le impedían tener un feeling continuado con el coche para seguir sintiéndose a gusto. Aún así, viniendo de donde venían, tener un fin de semana tan positivo deja una buena perspectiva para la carrera. 

"Séptimo u octavo era posible hoy. Había potencial. Era difícil coger ritmo porque te iban cortando esa progresión y ese ritmo con el coche". Una opción de mejorar eran los rebufos, pero Fernando dejó claro que a Ocon no le gustaba esa posibilidad y por eso tenían órdenes de ir cada uno por su lado: "Nunca se sabe, lo hablamos a principio de semana, él no estaba por la labor. Le despista un poco en el out-lap".

El recado de Alonso

Respecto a los múltiples accidentes, Alonso valoró una grieta del reglamento para estos casos. Los coches que terminan la clasificación sin incidentes, permanecen intactos en el parque cerrado de la FIA hasta la mañana del día de la carrera. No así aquellos que han sufrido algún desperfecto, que lógicamente van al garaje y que pueden hacer los ajustes que consideren dentro de esa reparación. 

El A521 de Fernando Alonso en boxes Alpine F1 Team

"Nosotros terminamos y tenemos el coche que no podemos tocarlo hasta mañana a las 12:00 de la mañana y esta gente destroza el coche y puede cambiar lo que quiera. Es un poco extraño". Fernando aseguró que esta norma le desconcierta, pero que seguramente en algún momento también les pueda beneficiar a ellos cuando tengan un problema. Aún así, tuvo un mínimo regusto positivo por haber podido soltarse en clasificación: "Hoy por lo menos he podido sacarlo, pero tengo un sabor agridulce".

Por último, dejó un importante aviso para el resto de la parrilla de cara al domingo con un zasca con su sutileza habitual: "Me han dicho que es la primera vez que paso a Q3 en Bakú. Mejor inicio que otros años. Se puede adelantar mañana, pero hay que tener buen ritmo. Si la gente sigue conduciendo al 120%, por encima de sus posibilidades, habrá muchos safety cars. Si la gente se calma un poco, podremos tener una carrera normal".

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