Romain Grosjean ha vuelto a tener otro susto de los buenos. El expiloto de Fórmula 1 dejó el 'Gran Circo' sin poder despedirse desde la pista tras su terrible accidente en el circuito de Bahréin donde se fue contra el muro a más de 200 kilómetros por hora y, tras el impacto, tuvo que presenciar desde dentro como su coche se convertía en una bola de fuego de la que tardó casi 30 segundos en escapar.
Ahora, tras su llegada a la IndyCar, Romain Grosjean ha vivido un episodio que ha recordado y mucho a aquel terrible accidente en el que estuvo a punto de perder la vida y en el que sufrió quemaduras muy graves en una mano, ocasionadas cuando tuvo que apoyarse sobre la parte exterior de su monoplaza incandescente para poder salir y sortear el muro que delimitaba las protecciones de la pista.
En esta ocasión, su Dale Coyne Racing se detenía en mitad de la pista por una avería y rápidamente, Romain Grosjean se daba cuenta de que en uno de sus extremos empezaban a brotar llamas, reviviendo su peor pesadilla. Lejos de dejarse llevar por el pánico, el piloto francés intentó resolver la situación con la mayor rapidez posible.
En décimas de segundo consiguió salir del coche y fue rápidamente al muro a buscar a los operarios y auxiliares del circuito para coger un extintor e intentar terminar con las llamas que amenazaban con devorar su coche. Un gesto sin duda muy sorprendente de un piloto que tuvo un episodio gravísimo hace solo unos meses con las llamas.
Todo ocurrió en la segunda prueba del Gran Premio de Detroit que se ha celebrado este fin de semana en las IndyCar Series y en la que se llevó la victoria el joven O'Ward, triunfo que le sirvió para ponerse nuevo líder del campeonato por delante de Álex Palou, que terminó en tercera posición cerrando el podio.
A falta de 11 vueltas para el final, Grosjean detuvo su coche en mitad de la pista y, aunque en un principio no se pudieron ver las llamas, segundos más tarde comenzaron a brotar cerca de la rueda delantera izquierda del monoplaza, haciendo revivir las peores pesadillas para un piloto que ha sufrido mucho en el pasado. La mala suerte volvía a hacer acto de presencia en su carrera.
El gesto de Grosjean
Sin embargo, en todo el universo de la IndyCar está llamando mucho la atención la gran valentía del piloto francés que rápidamente salió del coche para intentar terminar con las llamas. Tanto es así que Grosjean dejó una imagen muy curiosa cuando terminó intercambiando algunos empujones con uno de los miembros de seguridad que había salido para ayudarle.
Los operarios del circuito de Detroit llegaron rápidamente en un coche equipado con dispositivos para terminar con las llamas y uno de ellos se fue directamente a por Romain Grosjean para frenarle y ponerle en una situación segura para no correr peligros innecesarios. El galo, aunque enfadado, terminó resignándose a la razón y abandonó la escena mientras el incendio de su coche remitía. Después del tremendo susto, Grosjean bromeaba a través de sus redes sociales sobre la discusión que tuvo con el operario de seguridad: "Me gusta cuidar mis coches".
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