Mercedes está sopesando muy seriamente la posibilidad de hacer algún cambio para su futuro más reciente. El más importante sería el de alterar su pareja de pilotos. Con Lewis Hamilton recién renovado y aspirante a sumar su octavo título mundial, el eslabón débil de la cadena, lógicamente, Valtteri Bottas.
El finlandés es un problema para la escudería y un alivio para Hamiton. Con un salario relativamente alto en relación con sus resultados y con las posibilidades que tiene en un equipo puntero como los es Mercedes, su salida es un rumor que ha circulado en la Fórmula 1 con insistencia durante las últimas temporadas.
Sin embargo, tiene dentro del equipo alemán un gran valedor, su compañero Lewis Hamilton. El piloto inglés tiene una buena relación con Bottas, se podría definiri como cordial, pero no van por ahí los tiros ni mucho menos. De menor nivel y talento, Hamilton sabe que con el finlandés el número 1 de la escudería está a salvo porque Valtteri ya ha demostrado en infinidad de ocasiones que no le da para mucho más.
Ni siquiera cuando rueda bien y cuando ofrece mejores sensaciones que Hamilton y, por ende, que el resto de la parrilla, termina consiguiendo grandes éxitos. Es un piloto sin poder mediático, de perfil medio, sin demasiado talento y que no hace sombra, perfecto para un Hamilton que necesita el calor de los focos constantemente.
Red Bull al ataque
Además, nunca ha sido capaz de pelearle ni los títulos ni las carreras a pesar de tener un coche similar. Una relación para el siete veces campeón de la Fórmula 1 que es totalmente positiva. Sin embargo, Mercedes se ha encontrado ahora con otro problema llamado Red Bull y, en especial, 'Checo' Pérez.
Los de Milton Keynes ahora tienen un segundo piloto de mucho nivel, capaz de competir con Verstappen y Hamilton, que permite hacer estrategias conjuntas para marcar a sus rivales y que además suma puntos y podios. Ahora el campeonato de constructores no está asegurado. La mayor prueba es que Red Bull aventaja con holgura a los de Brackley.
Por ello, tanto Toto Wolff como el resto del equipo está pensando en la posibiildad de prescindir de Valtteri Bottas para contratar a un piloto de más nivel y que les ayude en su batalla contra Red Bull, aunque eso pueda implicar una batalla también contra Hamilton, algo que detestaría el británico. El nombre más esperado y deseado es el de su piloto de academia George Russell, quien está cuajando otra temporada de gran nivel en Williams.
Hamilton defiende a Bottas
Hamilton ha querido salir al paso de estos rumores y ha defendido a su compañero Bottas, a quien también le ha pedido una reacción para darle la vuelta a la situación: "Conocer mi relación con Valtteri hace que sea un gran compañero de equipo. Siempre lo he dicho. Para ser sincero, siento que actualmente somos la pareja que ofrece mejores resultados en lo que respecta al equilibrio dentro del equipo y al conocimiento de cómo podemos desarrollar nuestro coche". Así se expresaba Hamilton en declaraciones al medio alemán Motorsport-Total.
Hamilton no quiere ni oír hablar de un cambio en Mercedes y por eso pide espacio y tiempo para que dejen trabajar a Bottas, al menos hasta que ambos salgan de la escudería: "En algún momento eso cambiará. No estaré aquí siempre y tampoco Valtteri pero, por ahora, creo que lo hemos hecho bien a lo largo de los años y podemos seguir haciéndolo. La gente tiene que dejarle en paz a veces para que pueda concentrarse en su trabajo".
A pesar de esa petición de mantener al finlandés y de ese palo al pedirle más concentración en su cometido, Hamilton ha regalado los oídos a su todavía compañero con unas bonitas palabras: "Vamos a seguir trabajando juntos como equipo, como lo hemos hecho durante muchos años. Siempre he dicho que, en general, Valtteri es el mejor compañero de equipo que he tenido. Cuando digo eso no sólo me refiero al rendimiento, también a la moral en el equipo y la forma en la que trabajamos juntos en el medioambiente".
"Vamos a seguir intentando mejorar nuestra comunicación y, con suerte, a dominar todo eso mejor en el futuro". Así ha querido zanjar el debate, al menos por su parte, Lewis Hamilton, que no quiere ni oír hablar de nuevos fichajes en la escudería. La llegada de un joven talento como George Russell que le meta en problemas sería un disgusto tremendo ahora que Max Verstappen le gana la partida en la pista casi cada domingo.
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