Remy Gardner, el otro campeón 'español' de Moto2: de su noche en la cárcel a emular a su padre
Remy Gardner se llevó el título de Moto2 en el Gran Premio de Valencia. Solo dos familias presumen de tener dos campeones del mundo de motociclismo.
16 noviembre, 2021 20:00Noticias relacionadas
El pequeño cocodrilo consiguió cerrar el círculo que comenzó su padre. Remy Gardner se convirtió el pasado domingo en campéon de Moto2 y emuló el éxito de Wayne, el 'Cocodrilo' de verdad, en el Mundial de motociclismo 34 años después. Un tipo duro, pero tranquilo, impidió que España tuviera un segundo título esta temporada en manos de Raúl Fernández. Es australiano, pero su éxito también es compartido en Sitges, lugar en el que ha pasado la mayor parte de su vida.
No siempre quiso Wayne que su hijo se dedicara a las motos. Su padre le prohibió practicar motocross, porque lo consideraba extremadamente peligroso. Sus intentos por alejarle del motociclismo fueron en vano cuando a los 13 corría su primera carrera de velocidad. Una prueba con Honda Australia le llevó a trasladarse a España de forma definitiva, donde comenzaría a quemar etapas hasta que en 2015 corrió su primera temporada en Moto3.
Ha sido en su sexta temporada cuando ha conseguido su primera corona, aunque en este tiempo también hubo tiempo para un episodio que pudo acabar en tragedia. En 2018, tuvo un accidente haciendo motocross en el que se rompió las dos piernas, el médico le dijo que hasta pasados tres meses no podría ni aguantarse de pie, pero un mes más tarde estaba corriendo en Moto2. Con este carácter ha conseguido abrirse paso para tener una MotoGP la próxima temporada.
Wayne Gardner ganó el título de 500cc en 1987... Y 34 años después ve como su hijo Remy consigue repetir la hazaña
— DAZN España (@DAZN_ES) November 14, 2021
"Es increíble, nunca pensé que vería esto"
Pero, de tal palo... tal astilla #ValenciaGP #MotoGP pic.twitter.com/41GjLPzBD5
Ese será el momento en el que la historia de su padre y la suya se encuentren frente a frente. Allí, en la categoría reina, fue una estrella Wayne, campeón del mundo de 500cc con Honda en 1987. Reconoce Remy que su padre le ha enseñado todo lo que sabe de las motos y el motociclismo, también a frenar tarde cuando le dijo tras esa primera prueba que nunca en su vida se lo había pasado tan bien. Los dos son campeones, como lo fueron en su momento los Roberts, Kenny y Kenny Júnior.
Una separación
Le costó echar raíces en España. No fue fácil relacionarse cuando no sabía español y por ello su adaptación al colegio fue complicada. Por si fuera poco, su adolescencia tampoco fue un camino de rosas. El divorcio de sus padres le afectó mucho, hasta el punto de que la relación con ellos también se deterioró. España se convirtió en un oasis en el que alejarse de todos esos problemas, así como su pareja Claire Möller, dos pilares fundamentales.
Esa relación con su padre pasa por vaivenes. En 2016, tras una trifulca de tráfico, Wayne acabó en una cárcel en Tokio cuando acompañaba a su hijo en el Gran Premio de Japón. Remy tuvo que pasar la noche en el calabozo como testigo. Peor le fue al expiloto, que se tiró 12 días preso antes de poder volver a Australia. El primogénito de Gardner corre con el 87 en homenaje al año en el que el 'Cocodrilo' se convirtió en campeón del mundo.
Su personalidad también la heredó de su padre y, sobre todo, de su patria australiana. Se considera a sí mismo un "viejo piloto", por ejemplo al no hacer mucho caso de las redes sociales. No le gusta no hacer un drama de los inconvenientes que le puedan surgir. Es amante de la naturaleza y de los animales. También se pueden ver sus orígenes en su pasión por el surf. Aunque hay algo que le motiva tanto como las motos.
Los coches
Tiene una nave donde, además de preparar todo su equipo de entrenamiento y motos, trabaja en coches clásicos. Este taller que el australiano tiene en Vilanova de unos 130 metros cuadrados es su lugar para encerrarse del mundo. Compra vehículos antiguos para restaurarlos, incluso fabricando piezas con su impresora 3D. Wayne tuvo una etapa en la que corrió hasta en las 24 horas de Le Mans, por lo que no sería de extrañar que también emulase a su padre al volante.
Lo de los caballos también es una pasión que comparte con su pareja. Möller es amazona en la modalidad de salto de obstáculos. Algunos de estos son más pequeños en comparación con los que Gardner ha ido superando para conseguir el título que levantó este fin de semana. Esta temporada pescó en el río revuelto de Moto2, aunque él es más de pesca submarina. Un cocodrilo andará suelto por MotoGP la próxima temporada con mucho hambre de éxitos.
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