Histórica victoria de Lewis Hamilton en el primer Gran Premio de Arabia Saudí en la Fórmula 1. El piloto británico tuvo una guerra sin cuartel contra Max Verstappen que tuvo absolutamente de todo con toques, salidas de pista y hasta sanciones entre ambos. Finalmente, el de Mercedes no solo consiguió salir vivo, sino que iguala al neerlandés con los mismos puntos en el campeonato, 369.5.
De esta forma, todo se decidirá en Abu Dhabi a donde los dos llegarán con todo en juego, pero con Verstappen por delante al tener 9 victorias por las 8 de Hamilton. Promete ser otra batalla épica. Valtteri Bottas completó el podio tras quitarle la tercera plaza a Ocon en la recta de meta. Carlos Sainz terminó octavo y Fernando Alonso decimotercero.
El primer Gran Premio de la historia en la ciudad de Jeddah ha tenido de todo, pero se podría decir que Lewis Hamilton y Max Verstappen han vivido una carrera paralela que merece la pena analizar por separado. Su rivalidad, que ya es historia de este deporte, ha tenido en Arabia Saudí su capítulo más tenso, incluso por encima de lo vivido en Silverstone o Monza.
La pelea por el Mundial
La salida inicial, porque hubo varias, fue muy limpia entre ambos y sin cambios de posición. Verstappen partía en tercera posición por detrás de Bottas y Hamilton era el líder la carrera en las primeras vueltas. Todo se mantuvo estable y tranquilo entre ellos hasta la vuelta 10 cuando un Safety Car por un accidente de Mick Schumacher provocó que muchos pilotos entraran a boxes, entre ellos los dos Mercedes. No lo hizo así Verstappen, que se quedó fuera y pasó a liderar la carrera por delante del británico.
Ese Safety Car se transformó en una bandera roja y todo cambió por completo. Verstappen ya sí cambió sus neumáticos, pero en la segunda salida de la jornada, el que perdió fue el neerlandés. Su mala arrancada provocó que Hamilton le adelantara y que también se le colara Esteban Ocon, aunque el de Red Bull intentó recuperar el sitio por fuera de pista. La normalidad duró tan poco que unos minutos después, un accidente de su compañero 'Checo' Pérez provocó una segunda bandera roja.
La tercera salida de la carrera volvió a suponer un cambio drástico para todos, ya que el que arrancó con menos acierto fue Hamilton. Dirección de carrera había decidido penalizar la anterior maniobra de Max que fue tercero con Hamilton segundo y Ocon primero. Sin embargo, tras los primeros metros, el galo fue superado por Verstappen que volvió a liderar la carrera tras una salida de absoluto genio.
Con Ocon ya fuera de combate, los dos se jugaron la victoria en un pulso que recordó a las viejas rivalidades históricas de la Fórmula 1. Y como en esos capítulos del pasado, terminaron chocando. El primer ataque llegó en la vuelta 37. Hamilton tenía ganada la posición y Verstappen se marchó por fuera de la pista para no perder el sitio. Una decisión muy criticada desde el box de Mercedes y que, más tarde, tendría sanción y consecuencias más graves.
El holandés fue obligado a dejar la posición de nuevo a Hamilton, pero no eligió el momento correcto para hacerlo en una situación muy polémica provocando una colisión entre ambos. En una zona con pie a fondo, Max se quedó en el centro de la pista y frenó bruscamente su marcha. Hamilton, que no lo esperaba, terminó chocando con él por detrás dañando su alerón delantero. Esto hizo estallar a los de Brackley a pesar de que el británico pudo seguir en carrera sin grandes problemas.
Tras esta jugarreta, Verstappen tuvo que dejar pasar de nuevo a Hamilton, pero acto seguido, cuando no se podía, le volvió a pasar anulando la sanción impuesta por dirección de carrera. El escándalo estaba siendo mayúsculo, aunque finalmente la sangre no llegó al río. Hamilton terminó adelantando a Max y el neerlandés fue sancionado con cinco segundos añadidos a su tiempo. La victoria fue para el ahora colíder del campeonato que iguala los 369,5 puntos de su rival.
Una carrera inolvidable
En el resto de la parrilla también hubo una carrera realmente emocionante. La jornada empezó bien para los dos españoles que ganaron hasta tres posiciones en la salida con Fernando Alonso en los puntos. Sin embargo, pocas vueltas después, el A521 del asturiano empezó a perder ritmo de forma alarmante hasta ceder la posición con Carlos y Giovinazzi. Tras el accidente de Mick Schumacher que provocó la primera bandera roja, Carlos se situaba ya noveno en plena escalada.
En la parte alta había pocos movimientos salvo la sorpresa de Esteban Ocon, que consiguió posicionarse en dura lucha con Verstappen y Hamilton, aunque finalmente terminó perdiendo su posición de podio con Bottas en los metros finales.
El segundo parón provocado por un choque entre Pérez, Russell y Mazepin provocó un nuevo cataclismo en la parrilla que provocó que los dos españoles cedieran posiciones. Sainz bajó a la undécima plaza y Fernando a la catorce. Fue ahí cuando se torció definitivamente la carrera de Alonso, que poco después hizo un trompo, aunque sin tocarse con los muros, y cayó a la cola de la parrilla, solo por delante de Tsunoda que acababa de romper su alerón contra el muro.
Un nuevo toque entre Vettel y Raikkonen provocó el enésimo Safety Car de la carrera para poder retirar la enorme cantidad de fragmentos que había sobre la pista. Mientras Hamilton y Verstappen tenían su guerra, Sainz hacia la segunda remontada del día hasta situarse séptimo después de que Leclerc le dejara pasar y de adelantar a Giovinazzi. Finalmente, el español no pudo ganar más posiciones y terminó devolviendo el sitio al monesgaco para terminar octavo. Fernando Alonso tuvo un día para olvidar terminando a la cola de la parrilla.
[Más información: El Gran Premio de Arabia Saudí de F2 roza la tragedia: brutal accidente de Fittipaldi y Pourchaire]
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