Fernando Alonso terminó la clasificación del Gran Premio de Abu Dhabi contrariado. Por un lado estaba feliz por el rendimiento del monoplaza, sabedor de que había potencial para estar en la Q3, algo que demostró sin ir más lejos su compañero Esteban Ocon. Sin embargo, concluyó enfadado con el devenir de los acontecimientos, ya que un lío con Ricciardo le impidió entrar en la ronda decisiva.
El piloto asturiano estaba terminando su vuelta clave en la Q2 para poder seguir vivo en l la lucha por los 10 primeros puestos cuando de repente, en el último sector apareció la figura del McLaren color papaya de Daniel Ricciardo, entorpeciendo su marcha. Alonso venía pintando de verde todos sus sectores y mejorando un tiempo que le tenía en la undécima posición.
Sin embargo, al encontrarse al australiano en mitad de la pista a un ritmo lento, tuvo que variar su trazada, perdiendo velocidad y, por consiguiente, tiempo. Un lastre que a su paso por meta le hizo no mejorar su tiempo y quedarse fuera de la Q2 después de haberlo intentado todo. Además, quien sí pasaba era el propio Ricciardo con la última plaza.
Tras dicha clasificación, Alonso se mostró bastante seguro de que Ricciardo iba a recibir una sanción que le permitiría ser al menos décimo. El daño ya estaba hecho porque se veía con ritmo para dar guerra en la Q3 y salir mucho más adelante, pero se conformaba con ganar alguna posición tras las posibles sanciones.
Además, Fernando también contemplaba entre sus cuentas una posible sanción a Ocon por estorbar en circunstancias parecidas a Sebastian Vettel. Por ello, veía la novena plaza bastante factible. No obstante, su sorpresa llegó cuando ninguno de los dos recibió castigo y le confirmaron que P11 sería su punto de partida. En la ronda de entrevistas con las televisiones internacionales, el asturiano se quedó a gusto.
Fernando Alonso estalla
"Es demasiado blando. Si nos deja libertad cuando no estamos en la vuelta lanzada siempre se formará un barullo. Necesitamos un árbitro que nos proteja y por el momento no lo tenemos". Estas palabras iban contra el responsable de que ni Ocon ni sobre todo Ricciardo hubieran tenido sanción. Se trata, como no, de Michael Masi, director de carrera de la Fórmula 1 y que ha ganado un protagonismo brutal esta temporada por sus malas decisiones.
Alonso permaneció durante muchos minutos con un cabreo tremendo: "No puedo creerlo. Vamos a salir en el puesto que debería haber ocupado él. Me ha obstruido de forma evidente". Así se quejaba un Fernando que estaba fuera de la Q3 por solo 12 milésimas, tiempo que hubiera recuperado con creces de haber podido concluir sin incidentes esa espectacular última vuelta de la Q2 que se estaba sacando de la chistera.
Ahora, el piloto español de Alpine tendrá que encarar la última carrera de la temporada que se celebrará este domingo sobre el trazado de Yas Marina con un plan diferente y con la ambición de poder hacer una salida que le sitúe rápidamente en posiciones de puntos.
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