La Fórmula 1, y el automovilismo en general, han dado un giro brusco e inesperado en las últimas horas. Estaba previsto un cambio en su dirección ya que el histórico dirigente Jean Todt había decidido dar un paso al lado. Después de 12 años vinculado a la Federación Internacional, el empresario francés ha puesto punto y final a su carrera en el máximo organismo para, presumiblemente, regresar a Ferrari, un tema que ha generado muchas controversias en el paddock.
Con la salida de Jean Todt era necesario elegir un nuevo presidente de la FIA antes de la Asamblea General Anual, la cual debía ya escenificar ese traspaso de poderes. Para dicho cargo había un gran candidato, el británico Graham Stocker. Su figura era la de un candidato continuista que contaba con la total aprobación de Todt y que respondía a los deseos de aquellos que querían seguir una línea parecida a la trazada por el galo.
Sin embargo, a la hora de hacerse el anuncio oficial ha saltado la sorpresa, tanto por el nombre que ha sido finalmente elegido para hacerse con el cargo como por la forma en la que se ha producido su elección, con una superioridad aplastante sobre su gran rival. Así es como ha resultado ganador Mohammed Ben Sulayem, el nuevo rostro de la FIA.
Este empresario procedente de Emiratos Árabes Unidos se ha llevado la victoria en las elecciones a la presidencia de la FIA con rotundidad, ya que así lo han decidido las 'urnas'. Ben Sulayem acumuló el 61,6% de los votos emitidos. Su rival, Graham Stocker se ha quedado con solo el 36,62% mientras que un 1,76% han sido abstenciones.
De esta forma, Mohammed Ben Sulayem accede al trono supremo de la FIA, el organismo que controla, entre otras competiciones, los Mundiales de Fórmula 1, Rallys o Fórmula E y el Campeonato de Resistencia (WEC), y sucede así en su cargo Jean Todt, que abandona la institución después de abanderar los últimos cambios experimentados, pero sin el objetivo de dejar a una persona de su cuerda al mando.
Quién es Ben Sulayem
Es la pregunta que se hacen muchos en las últimas horas, ya que Mohammed Ben Sulayem no es un nombre que sea familiar para los amantes del motor a pesar de que sí se trata de un expiloto y de una persona con bagaje en la Federación Internacional del Automovilismo. Sus mayores éxitos al volante los consiguió en su país, en Emiratos Árabes Unidos, donde es toda una referencia.
Su especialidad son los rallys, disciplina que parece estar de enhorabuena, ya que ahora tendrá mayor atención y protagonismo dentro de los asuntos de la FIA. De hecho, como miembro importante de su equipo estará el copiloto Robert Reid. Sulayem consiguió a lo largo de su carrera importantes éxitos en el continente asiático en pruebas celebradas en Jordania y Catar y además fue dominador del Rally de Oriente Medio, el cual se adjudicó hasta en 14 ediciones.
Sulayem no tuvo tanto éxito a nivel internacional y por eso su paso por el Mundial de rallys es más efímero que otra cosa. Sus andaduras, en 1992 y 1993, pasaron casi desapercibidas más allá del éxito que tenía en su país por ser el representante nacional y por haber cosechado éxitos anteriores en Oriente.
Sin embargo, sus éxitos más reseñables no han estado sobre los tramos y caminos, sino en los despachos, donde ha tenido una ascensión meteórica. Rápidamente entró en el organismo internacional gracias a la enorme influencia que tenía en los Emiratos Árabes Unidos. Ya en el año 2008 consiguió un paso muy importante en su carrera, entrar en el Consejo Mundial del Motor.
No obstante, sus miras estaban mucho más altas. Su último cargo, antes de convertirse en el aspirante a la presidencia que soñaba con batir a Stocker y suceder al 'viejo' Todt, fue el de vicepresidente deportivo. Y desde ahí ha dado el salto, y la sorpresa, hasta convertirse en jefe supremo del automovilismo.
España con Sulayem
Si hay un sector en el que no ha sorprendido demasiado su nombramiento, o en el que había confianza en que así fuera, es en el motor español. Concretamente en el entorno más cercano a la Federación Española de Automovilismo y al Real Automóvil Club de España, un grupo que cuenta con un gran peso en el territorio nacional debido a su larga trayectoria y experiencia desde su fundación en el año 1903.
Se podría decir que Mohammed Ben Sulayem contaba con el apoyo de España en su carrera hacia la presidencia de la FIA y por eso, los votos que han salido de nuestras fronteras han sido hacia su candidatura y no hacia la de Graham Stocker. Manuel Aviñó, presidente de la Federación, y Carmelo Sanz de Barros, son personas de la confianza del expiloto emiratí y que han salido claramente beneficiados con su victoria.
España posee tres votos en la Asamblea General de la FIA que decide la elección de cada presidente y los tres han ido a parar a la urna de Mohammed. Tanto la Federación como el RACE y la RACC han creído en su proyecto y le han mostrado su apoyo, siendo parte de ese porcentaje superior al 61% que le ha puesto al frente del organismo mundial.
Por su parte, este apoyo les ha reportado cargos de responsabilidad tanto a Aviñón como Sanz de Barros. El primero será el nuevo vicepresidente segundo para el Deporte en Europa y el segundo estará dentro de la presidencia del Senado de la FIA. Sin duda, dos movimientos que posicionan muy bien al motor español dentro del nuevo equipo global que está formando un Sulayem que ya ha hecho varios cambios.
La sombra de Ecclestone
Sin embargo, con la llegada de Mohammed Ben Sulayem no solo se ha beneficiado el motor español, sino que hay muchos que han celebrado esta victoria con efusividad. Por algo ha sorprendido a todo el entorno del automovilismo menos a los presentes en la Asamblea General.
Los grandes beneficiados son la mayoría de países árabes, los cuales han visto impulsado su crecimiento en los últimos años con grandes competiciones en Bahréin, Catar, Abu Dhabi o Arabia Saudí. De hecho, Sulayem ha sido uno de los grandes impulsores del proyecto que ha culminado con la concesión a Abu Dhabi, capital de los Emiratos Árabes Unidos, de un Gran Premio en la Fórmula 1 actual.
Este curso, los Emiratos han conseguido llevarse el final del Campeonato del Mundo más emocionante de los últimos años, el cual se ha decidido en favor de Max Verstappen sobre Lewis Hamilton en el espectacular y renovado trazado de Yas Marina. Ahora, el próximo mundial que se decida y que podría volver a tener un protagonismo de la FIA en sus decisiones, tendría como último responsable a Sulayem, aunque para eso habría superar la figura de Michael Masi y de todo su equipo de comisarios como dirección de carrera.
Pero no solo sonríen en Emiratos Árabes Unidos, ya que la llegada al poder del expiloto emiratí supone el regreso a tiempos del pasado para la Fórmula 1, algo que ellos mismos habían intentado olvidar, hasta ahora. Se trata de la aparición en el horizonte de la alargada sombra de Bernie Ecclestone, quien fuera dueño del negocio de la Fórmula 1 hasta la llegada de Chase Carey y Liberty Media en el año 2017.
Dentro de su amplio equipo destaca la presencia de Fabiana Flosi, esposa de Bernie Ecclestone desde el año 2012 y madre de su último hijo. La dirigente brasileña, 45 años más joven que un Ecclestone, que supera ya los 90, se pondrá al frente de de la vicepresidencia regional de Sudamérica. No obstante, resulta casi inevitable pensar que este movimiento no suponga el regreso en la sombra del antiguo magnate del 'Gran Circo'.
Los nuevos propósitos
Dentro de su programa, cual político en campaña, Mohammed Ben Sulayem ha prometido extender las redes del automovilismo a nuevos países que ahora no están muy involucrados en las competiciones deportivas, algo así como la expansión que se está llevando cabo en Asia y especialmente en Oriente Medio.
Además, también quiere imponer unos métodos de trabajo únicos que aseguren la máxima integridad y limpieza en todas las acciones que lleve a cabo la Federación Internacional. Uno de los puntos claves de su programa es la transparencia total en las finanzas del organismo, así como la creación de la figura del Director General de la FIA. Todo para establecer el mayor control posible.
Tras su elección, Ben Sulayem quiso abrir con estas palabras una nueva etapa en la FIA: "Me siento muy honrado de haber sido elegido Presidente de la FIA al término de la Asamblea General Anual celebrada en París. Agradezco a todos los clubes miembros su estima y confianza. Felicito a Graham por su campaña y su compromiso con la Federación. Deseo expresar mi infinita gratitud, en nombre de la FIA y de sus Miembros, a Jean Todt por todo lo que ha conseguido en los últimos 12 años. Me comprometo a proseguir esta importante labor y a hacer que el deporte del motor y la movilidad den nuevos pasos adelante". Nace la era Ben Sulayem que promete ser clave para la Fórmula 1.
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