Lewis Hamilton no está nada contento con lo que está viviendo en esta pretemporada. El piloto británico, a pesar de lo que dicen todos sus rivales, asegura que el Mercedes W13 todavía no es rápido y que además tiene una conducción muy complicada, con continuos bandazos llegados desde la izquierda y desde la derecha.
El siete veces campeón del mundo ha afirmado que tanto su compañero George Russell como él tienen que lidiar con un coche que ahora mismo no les da ninguna garantía. Sin embargo, el nuevo modelo de los germanos con unos pontones totalmente revolucionarios y casi inexistentes ha generado un enorme revuelo en el paddock y nadie se fía de ellos.
Así lo han afirmado algunos como Carlos Sainz. Ferrari, como el resto de equipos, tiene monitorizado el rendimiento de los de Brackley y saben que se están guardando muchas décimas que sin duda sacarán en la clasificación de la próxima semana.
Aun así, Hamilton insiste en que no tiene sentido demostrar tantos apuros aunque sea para esconder su verdadero nivel en esta pretemporada. Y señala precisamente a Ferrari y a Red Bull como los favoritos para dominar la primera carrera del curso: "Creo que Ferrari. Probablemente Ferrari conseguiría un doblete o tal vez Red Bull".
"Seríamos muy buenos si tuviéramos ese sobreviraje y esta mala conducción sólo por ocultar nuestros coches. Hay cosas que estamos intentando superar. Como dije, hay otros que están sufriendo menos, pero quién sabe. La próxima semana tendremos una mejor idea. Lo puedes ver en las on boards: golpes a la izquierda, a la derecha y al centro, luego botando y rebotando. No es un momento muy feliz, pero estamos tratando de solucionarlo".
Sensaciones del nuevo Mercedes
Así lo ha afirmado en declaraciones recogidas por el portal especializado RaceFans.net donde también ha hablado sobre las diferencias entre este nuevo coche y el de Barcelona: "El paquete es muy similar. Es simplemente el viento, los botes que tenemos. Seguimos teniéndolos esta semana y es algo peor, así que estamos trabajando en muchos escenarios diferentes, intentando descubrir cómo mantener la carga aerodinámica pero sin tener los botes que tuvimos en el último test".
"El coche definitivamente es diferente al de la semana pasada, pero creo que es más que los neumáticos funcionan bien aquí a altas temperaturas. Es una máquina diferente este fin de semana, pero no creo que sea por el cambio que hemos hecho". El heptacampeón intenta desviar la atención totalmente sobre ese diseño revolucionario que han estrenado.
Por otro lado, Hamilton habla sobre las mejoras que han registrado en el trato del famoso porpoising, el nombre que han recibido las oscilaciones que padecen los monoplazas por la utilización del nuevo fondo plano y de la nueva configuración aerodinámica que los coches estrenan con este reglamento: "Creo que probablemente todos están en el mismo barco. Algunos han logrado sortearlo de una mejor manera. Pero ahí fuera es difícil. Es bacheado, resbaladizo y arenoso. Por la mañana hace demasiado calor y por la tarde hay viento racheado".
Hamilton sí considera que han mejorado con este nuevo fenómeno desde Barcelona y que están por delante en este aspecto sobre otras escuderías: "Se ha trabajado mucho en esta actualización, pero sólo nos encontramos obstáculos con este nuevo coche al que todos se enfrentarán en 2022. Confío en el equipo que está aquí y en la fábrica, sé que lo haremos, pero no va a ser fácil".
[Más información: Red Bull y 'Checo' Pérez muestran sus cartas en Baréin; Fernando Alonso recupera la fe]