Terminó la pretemporada de Fórmula 1 y lo hizo a lo grande. Max Verstappen cerró su participación demostrando que sigue estando al frente de la parrilla y Fernando Alonso lo hizo con las mejores sensaciones de todos los test. Bahréin ya es historia, al menos en estas jornada de preparación, y la próxima vez que se vea rodar a los monoplazas será la próxima semana en los entrenamientos libres del Gran Premio.
La emoción se ha guardado hasta el final y ha sido gracias a las últimas exhibiciones realizadas tanto por Verstappen como por Fernando. El neerlandés marcó el mejor crono y el asturiano el tercero. Solo se coló entre ellos el Ferrari de Charles Leclerc. Los italianos han demostrado ser el equipo más regular y uno de los más fuertes a la espera de ver cuánto se está guardando Mercedes y ese W13 con un diseño revolucionario.
Sin embargo, Red Bull, que se ha quejado largo y tendido del nuevo monoplaza de los alemane, pero ellos también han presentado un nuevo diseño en esta última sesión de test en Bahréin. Se podría decir que no tiene un diseño tan rompedor, pero a la vista está de que sí puede realmente efectivo. Quizás el tándem que forman Adrian Newey y Chris Horner ha vuelto a dar con la clave.
Las grandes variaciones han vuelto a estar en la zona de los pontones, radicalmente distintos a los que habían mostrado hasta ahora. Este nuevo diseño es más estilizado, con líneas más finas y marcadas que dan al coche un aspecto más atlético y marcado, menos denso y que parece ser más aerodinámico.
Habrá que ver si esos cambios se traducen en una mejora real cuando llegue la primera clasificación y la primera carrera, pero lo cierto es que de momento ya han arrasado en los test gracias al tiempazo que marcó Max. El neerlandés pulverizó su propio tiempo en una tanda corta final con los neumáticos C5, los más blandos. Era lo propio que arrasaran, pero quizás el poderío demostrado, teniendo en cuenta que se están guardando muchas cosas, ha empezado a asustar seriamente.
El crono final marcado por 'Mad Max' ha sido de 01:31:720, lo que mejoraba en más de dos décimas su anterior registro que ya era el que estaba al frente de la tabla de tiempos. El neerlandés se ha llevado el récord de todos los sectores y ha demostrado una superioridad bárbara.
Alonso vuelve a ilusionar
Poco después ha llegado la gran exhibición también de Fernando Alonso que ha devuelto la ilusión a Alpine. Después de días complicados, con problemas, dudas y alguna excusa extraña, Alonso ha cerrado un día para enmarcar. Una tanda de más de 110 vueltas con grandes ritmos en simulación de carrera con los neumáticos medios y duros y una vuelta final para el recuerdo.
Después de haber obtenido una batería de datos para analizar importante, el ovetense se quiso desquitar con un último intento atacando el tiempo a una vuelta. Y lo cierto es que lo ha conseguido con un crono que ha sido espectacular. El A522 ha mejorado notablemente en prestaciones como su velocidad punta a pesar de que se espera que los galos se estén reservando todavía algo en el tintero. No obstante, Fernando, con el C4, un compuesto blando, pero menos que el utilizado por Max Verstappen, cuajó una vuelta genial con un tiempo de 01:32:698.
Alonso se quedó a menos de un segundo del récord de Verstappen y a unas tres décimas del marcado anteriormente por Charles Leclerc. Esto demuestra que Alpine, aunque algo tarde, parece haber hecho los deberes y empieza a convencer. Estar en la lucha por posiciones cercanas al Top5 parece ahora una realidad más factible de lo que lo ha sido en todos estos días de preparación. Justo por detrás se situó George Russell que, eso sí, parece que no quiso atacar de manera decidida su intento de pulverizar el crono para seguir manteniendo la incógnita de los alemanes.
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