"Ser tercero no está mal, pero quiero más". Esto decía Carlos Sainz al término del Gran Premio de Miami de Fórmula 1, el último disputado hasta la fecha. El piloto español, tras varias carreras de infortunios con salidas de pista y toque se tradujeron en ceros en su marcador, regresaba de nuevo al cajón. Era su tercer podio de la temporada y le permitía recuperar parte de las buenas sensaciones que tuvo al inicio del curso.
Carlos quería mirar hacia delante en busca de mejores resultado y lo que tenía en el horizonte era la carrera de casa en el circuito de Montmeló, en Barcelona. Este fin de semana llega el Gran Premio de España y el madrileño está con una ambición especial. Quiere conseguir de una vez por todas la primera victoria de su carrera profesional y sabe que por primera vez tiene un coche que le permite luchar por ella.
El F1-75 es, junto al RB18 de Red Bull, el mejor monoplaza de la parrilla. Cierto es que los italianos comenzaron mejor el curso y que ahora son los austriacos la referencia, pero la realidad es que Ferrari tiene por primera vez un coche para pelear por lo máximo. Carlos, aunque está un paso por detrás de Leclerc en adaptación, sobre todo en las clasificaciones, no se rinde y espera meterse en la pelea por el título antes de que sea tarde.
Para ello tiene que romper la barrera de los terceros puestos para poder entrometerse en la batalla entre Verstappen y su compañero. Ya fue segundo en el debut del campeonato en Bahréin y ahora espera que la mística especial del Gran Premio de España le impulse a ese ansiado primer triunfo. Para Carlos, conseguirlo en Barcelona sería lo más especial que podría pasarle. Su mejor resultado hasta ahora ha sido un sexto puesto.
Ferrari, a contrapié
Los de Maranello empezaron la temporada como un tiro. Solo la mala suerte había podido frenarles. De hecho, Leclerc era líder sólido del campeonato y se aprovechaba de la falta de fiabilidad de un equipo Red Bull que se ahogaba en sus propios problemas. Ferrari no solo era el coche más completo, si no también el más fiable y eso les hacía prácticamente imbatibles. Sin embargo, los italianos han visto como en las últimas carreras los de Milton Keynes les han recortado la diferencia de manera sustancial.
En el Gran Premio de la Emilia Romaña en Imola llegó el primer zarpazo de Verstappen en lo que suponía la resurrección de los austriacos. Se habían jugado el todo por el todo y les había salido bien. Y después llegó Miami donde 'Mad Max' no tuvo rival y se volvió a llevar con autoridad la victoria. Ahora son los actuales campeones los que están un paso por delante y así parece que será también en Barcelona.
Red Bull prepara nuevas mejoras de cara a la próxima carrera en Montmeló para seguir afianzando su liderato en la pista y así recortar de paso el que Leclerc lleva en la clasificación. En Ferrari temen que su buena racha y su supremacía se hayan acabado demasiado pronto porque eso significaría que no están para poder luchar de tú a tú con Red Bull. Era una evidencia que las grandes diferencias que se pudieron ver sobre todo en Bahréin y Australia no se iban a poder mantener siempre, pero ahora mismo los de Christian Horner están muy por encima de sus rivales y eso amenaza con matar la bonita lucha que se había desatado entre Verstappen y Leclerc.
Por su parte, Ferrari también ha prometido mejoras a su llegada a Europa para intentar reducir la desventaja con Red Bull. Desde Maranello cifraban esta diferencia en unas dos décimas por vuelta. Sin embargo, la naturaleza del circuito de Barcelona, con gran protagonismo para las curvas rápidas, juega un punto a su favor, algo que ha reconocido el propio equipo Red Bull, que teme que esta particularidad del trazado vaya en favor de sus rivales.
Dentro de ese paquete de mejoras que prepara la Scuderia para Barcelona destaca una muy curiosa y es que Ferrari eliminará una capa de pintura de transparente de sus monoplazas y que solo tenía el objetivo de dar más brillo al rojo del F1-75. Con esto consideran que van a tener una reducción de peso suficiente como para intentar ganar alguna décima por vuelta. El peso de los monoplazas, fijado en un mínimo de 798 kilos, es uno de los grandes quebraderos de cabeza de todas las escuderías.
Muchas de ellas comenzaron muy por encima la temporada y poco a poco van encontrando qué pueden quitar y cómo lo pueden reducir para ganar velocidad. Ferrari usa la pintura más ligera de la parrilla. Sin embargo, esperan que esta decisión les aporte algo de rendimiento extra, aunque su gran implementación estará en su nuevo alerón trasero de alta carga aerodinámica, un elemento siempre necesario para el Circuito de Barcelona-Cataluña. Este será el primer gran paquete de medidas que lleve la escudería del Cavallino Rampante desde que arrancó la temporada.
Ferrari consiguió las dos primeras plazas en la clasificación del Gran Premio de Miami, pero Max Verstappen consiguió superar con facilidad tanto a Carlos como a Leclerc. Después de lo vivido en Imola, ese doble podio con el neerlandés en lo más alto se vio como un buen resultado en Ferrari, pero saben que es insuficiente. Saber controlar la degradación de neumáticos, sobre todo los medios, también será fundamental para ellos.
De Fernando a Carlos
A pesar de esa guerra que existe entre Ferrari y Red Bull, de ese tira y afloja constante con mejoras, circuitos adaptables al rival y demás, nada de lo que haya pasado hasta ahora puede servir para conocer lo que sucederá en el Gran Premio de España. El Circuito de Barcelona-Cataluña es un trazado en el que se suelen vivir tardes impredecibles y, sobre todo, es una prueba que se le suele dar muy bien a los pilotos españoles.
Por ello, todos esperan que este sea el año en el que un piloto nacional vuelva a ganar en casa. Con Fernando Alonso y Alpine muy lejos de las primeras posiciones y con Ferrari metido en la pelea por los dos mundiales, todas las miradas apuntan a Carlos. Que la primera victoria del piloto español en la Fórmula 1 llegara en casa sería algo espectacular. Sería la mejor manera de celebrar el 'no hay billetes' de Montmeló.
Además, ese triunfo tendría una mística especial ya que serviría para cerrar un círculo perfecto, aunque también muy negro, que lleva vigente un total de nueve años, los que han pasado desde la última victoria española en la Fórmula 1. Fue curiosamente también en el Gran Premio de España, en el circuito de Montmeló, un 12 de mayo de 2013.
Aquel día, Fernando Alonso consiguió la que hasta la fecha ha sido su última victoria en el 'Gran Circo' y, por ende, la última de un piloto español en la máxima categoría del automovilismo. El ovetense partió quinto y fue capaz de remontar hasta la primera plaza por delante de Raikkonen y Felipe Massa. El bicampeón terminó segundo de aquel Mundial a años luz de Sebastian Vettel, quien saborearía su última conquista con Red Bull.
Desde entonces, ni Alonso ni ningún otro piloto han tenido en sus manos un monoplaza que fuera capaz de ganar una carrera o de pelear por el título. Hasta este año en el que Carlos Sainz se encuentra en el que ha sido el mejor equipo en este inicio de curso. Por eso, es lógico pensar que sería buen momento este 2022 para poner el punto y final a esa mala racha con la primera de Carlos en la Fórmula 1 donde llegó la última de Fernando. Aquel 12 de mayo de 2013, el asturiano pasó de ser el mejor piloto de la parrilla a ser leyenda, ya que sus años dorados, al menos en el 'Gran Circo', nunca volvieron.
En 2014, su último año con los de Maranello, sí llegó algún podio más y desde entonces una larga sequía hasta el conseguido en Qatar el año pasado con Alpine. Ahora, Carlos quiere tomar el relevo de aquel Alonso de 2013 y cerrar el círculo con su primer triunfo. Será difícil, pero si en algún sitio puede surgir la magia, ese es España.
[Más información: Carlos Sainz quiere que la primera victoria llegue en casa: su apuesta por el Gran Premio de España]