La Comunidad de Madrid ha sorprendido este jueves con la formalización de su deseo de acoger una carrera del Mundial de Fórmula 1 en el futuro. Era un secreto a voces esa intención de la CAM de poder recibir al 'Gran Circo' después de 41 años de ausencia. La última prueba del campeonato del mundo celebrada en la capital de España fue el 23 de junio de 1981.
Mucho ha llovido desde entonces. Más de cuatro décadas en las que Madrid ha intentado recuperar este estatus que por el camino ha ido teniendo otras ciudades como Valencia o Barcelona. El Circuito de Cataluña es el que acoge en la actualidad la única prueba del campeonato del mundo de Fórmula 1 que se celebra en nuestras fronteras.
Sin embargo, el gobierno de Isabel Díaz Ayuso se ha propuesto recuperar este evento que supondría un gran reclamo social, deportivo y económico para una ciudad que ha crecido exponencialmente en los últimos años. Así se lo han hecho saber a Stefano Domenicali, CEO de Liberty Media, la empresa que gestiona la celebración del campeonato.
Una carta firmada por Enrique López, Consejero de la Presidencia, materializaba lo que por otra parte es un sueño de futuro y, sobre todo, casi imposible. Madrid sostiene la existencia de opciones y las buenas vibraciones que les da la opción de acoger una prueba del Mundial, pero lo cierto es que la situación muestra prácticamente todo lo contrario. La CAM tiene muy complicado acoger lo que sería el segundo Gran Premio de España.
El drama del 'viejo' Jarama
El primero de los problemas que tiene Madrid en estos momentos para celebrar una carrera de Fórmula 1 es que no dispone de un circuito para realizarla. Tendría que buscar un emplazamiento y las opciones que existen, o en las que se piensan, no hacen nada fácil imaginar que el proyecto pueda llegar a buen puerto.
La primera de esas posibilidades sería el circuito del Jarama. El tradicional trazado madrileño, donde ya se corrió la última carrera que la Fórmula 1 organizó en Madrid, es una sombra de lo que fue. Ya no está ni mucho menos adaptado a lo que la FIA y Liberty Media reclaman a un circuito para entrar en el Mundial.
Medidas de seguridad, instalaciones de élite y una profunda reestructuración que conllevarían un coste terriblemente alto y que hacen casi imposible que los Hamilton, Verstappen, Fernando Alonso y compañía puedan desplegar su talento sobre su pista.
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Situado en San Sebastián de los Reyes y con capacidad para 80.000 personas, fue inaugurado en el año 1967. Sobre su pista han brillado leyendas como Jim Clark, Graham Hill, Jackie Stewart, Emerson Fittipaldi, Niki Lauda o Gilles Villeneuve. Sigue perteneciendo al Real Automóvil Club de España, por lo que es de iniciativa totalmente privada. Y es precisamente el RACE quien asume que la Fórmula 1 tiene muy complicado regresar a su pista debido al mal estado en el que se encuentra.
El circuito ha ido superando varias remodelaciones durante décadas, pero su composición, con un asfalto en mal estado, muy bacheado y con continuos peraltes no parecen ser el hábitat preferido para los exigentes monoplazas de la Fórmula 1 aunque sean una seña inequívoca del trazado. Por ello, el 'Gran Circo' se alejó del circuito de San Sebastián de manera irremediable. Adaptar la pista a lo que suelen ser los trazados actuales, en una línea que dejó marcada Bernie Ecclestone, supondría un coste enorme de dinero.
El RACE ha reconocido que el circuito se encuentra alejado de lo que quiere y espera la Fórmula 1. Sin embargo, Proyecto Jarama 2021 ha llevado a cabo importantes remodelaciones que han convertido el circuito en un centro multidisciplinar para buscar su autorrentabilidad. Este arrancó en 2014, aunque no fue hasta 2017 cuando recibió su verdadero impulso. Sin embargo, sigue contando con la licencia 2, la cual no le permite albergar carreras ni de Fórmula 1 ni de MotoGP.
El abandono técnico al que ha estado sometido durante décadas, a pesar de que se hayan seguido celebrando algunas pruebas, ha provocado que se haya quedado un tanto anclado en el pasado. Las zonas de las gradas y los boxes siguen necesitando también una amplia remodelación, por lo que el Jarama se caería pronto de la ecuación salvo milagro multimillonario.
Para colmo, las construcciones de viviendas alrededor del circuito han avivado una importante polémica en los últimos años que ha terminado con la elevación de una restricción sobre el trazado. Existe una limitación de ruido para los vehículos que rueden en pista al llegar a la curva Portago hasta acercarse al giro Bugatti. Los vehículos tienen que evitar superar un límite de decibelios, situado en 90, si estos son generados por las características mecánicas del vehículo. Muchas complicaciones para un sueño tan grande.
El proyecto de Morata de Tajuña
Otra de las opciones que podría barajar Madrid para tener su Gran Premio de Fórmula 1 es el circuito de Morata de Tajuña. En este caso, el principal impedimento es que, directamente, no hay circuito. Solo existe un proyecto que tiene visos de arrancar en el año 2023 y que llevaría consigo un importante retraso en ese sueño de Madrid de poder entrar en el calendario del Mundial.
El empresario granadino José Antonio Arroyo es quien está detrás del proyecto de la construcción del trazado cerca de la capital de España a través de la firma Streammotorfire. Ahora mismo, el avance del plan se encuentra pendiente de la obtención de todos los permisos necesarios para iniciar las obras. Y para la hipotética llegada de la Fórmula 1 todavía quedarían bastantes años.
El proyecto arrancó en 2015 después de descartar varias zonas de España atendiendo a una mejor distribución en función de las instalaciones ya existentes como los circuitos de Jerez o Barcelona. Las obras están previstas que puedan durar hasta cinco años, ya que se realizarán en diferentes fases. De esta forma, significaría que Madrid no tendría su trazado hasta el 2028 como mínimo.
La inversión inicial está calculada en unos 12 millones de euros. Esta permitiría echar a andar el circuito y celebrar sus primeras pruebas para ir recibiendo ingresos, pero serían necesarias ampliaciones y homologaciones extras hasta poder dar cabida a carreras de Fórmula 1 y a obtener esa famosa Licencia de Grado 1.
Ya se han realizado los primeros trabajos como crear los planes de solución contra el ruido, pues existe una urbanización a una distancia de en torno a un kilómetro. No se descarta que en cuestión de un año o año y medio ya pudiera haber alguna competición probando el trazado, pero sería una fase todavía muy temprana en el gran plan de la llegada de la Fórmula 1.
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De su construcción se espera la creación de un trazado divertido, que facilite los adelantamientos, con combinaciones de curvas rápidas y lentas para fomentar el espectáculo. Además, se espera que termine con el vicio de las escapatorias y de los circuitos eternos. La longitud esperada será de unos 4,5 kilómetros y medio con capacidad para unas 80.000 personas de manera transitoria y con el objetivo de conseguir una instalación con huella cero de carbono. Un proceso apasionante que todavía no ha echado a andar.
La sorpresa de IFEMA
Una vez quedan descartadas las dos primeras opciones, al menos con un carácter de corto y medio plazo, Madrid se llegó a plantear el diseño de un circuito semi-urbano en la zona de las instalaciones de IFEMA. Hace un año surgieron las primeras informaciones que apuntaban a que el gobierno de Isabel Díaz Ayuso estaba estudiando esta posibilidad de instalar un circuito en dicho área con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y con la propia Fórmula 1.
El emplazamiento del nuevo circuito sería entre el Recinto Ferial y el Palacio de Congresos ubicado en el distrito de Barajas y Valdebebas. Se trataría de una pista desmontable al igual de lo que sucede con la de otros circuitos como Mónaco, por ejemplo. Y el carácter sería similar, imitando a los modelos tradicionales de circuitos urbanos que tanto marcaron la Fórmula 1 durante años a pesar de que ahora estén cuestionados.
Sin embargo, la llegada de trazados como el de Arabia Saudí, el de Miami o en un futuro el de Las Vegas abren una nueva puerta a estos circuitos, aunque de características totalmente diferentes, ya que apuestan por la velocidad y el riesgo y no por los muros y la técnica que se necesita, por ejemplo, en el Principado.
La Fórmula 1 conoce este proyecto, al igual que la intención de Madrid de albergar sí o sí una carrera, y estaría dispuesta a dar el 'OK' para la creación de este trazado móvil. Stefano Domenicali considera que puede ser un proyecto que llegue a buen puerto. De hecho, representantes de Liberty Media ya visitaron la zona y estudiaron cómo sería ese nuevo modelo de circuito e incluso tomaron fotos del área de IFEMA.
Pero un año después, cuando ha llegado la formalización de la petición de Madrid hasta el propio Domenicali, no se ha vuelto a saber nada sobre esta idea y el circuito de IFEMA sigue estando en el aire. Un proyecto en blanco que, sumado a los del Jarama y a los de Morata de Tajuña, no permiten pensar en positivo respecto al reto de acoger una carrera del Mundial en la capital de España.
Motivos para el bloqueo
Madrid quiere traer un Gran Premio de Fórmula 1, pero se enfrenta a importantes impedimentos además de solucionar el hándicap del circuito. En ese caso, parece que si el proyecto de Morata de Tajuña continúa hacia delante, en 2028, o incluso antes, podría contar con una pista propia para cerrar su trato con Liberty Media. Pero hay más motivos que alejan el ansiado pacto.
El primero de ellos es económico y se trata del famoso canon que requiere formar parte de la Fórmula 1. Para que el 'Gran Circo' llegue hasta una ciudad hay que pagar una especie de peaje. Este varía en función de la localización, pero se podía establecer una media cercana a los 20 millones de euros. No obstante, esta puede subir hasta rondar los 50 'kilos'.
Una cantidad que a la larga se suele rentabilizar con el retorno que ofrecen este tipo de pruebas, pero que de primeras siempre cuesta trabajo reunir porque pocos son los que se ofrecen a poner una cifra tan alta. Aunque este escollo sería duro, no sería tampoco de los principales. No obstante, todo suma en esta batalla.
Madrid, y por consiguiente España, se enfrenta a la nueva política impuesta por la FIA, y sobre todo por Liberty Media, de hacer un campeonato más mundial y global que nunca. Las mejores previsiones de Stefano Domenicali auguran un calendario de hasta 30 pruebas. Sin embargo, el proyecto de expansión que quieren poner en marcha no sale beneficiado de repetir país y que España tuviera dos carreras no es rentable para la F1.
España es un país con una afición consolidada que lleva siguiendo la Fórmula 1 de manera frecuente, al menos, los últimos 20 años. Desde que Fernando Alonso comenzó a destacar en la escudería Renault. Desde entonces, el estado ha ido evolucionando disfrutando con las hazañas y con los episodios de mala suerte del asturiano. Por si esto fuera poco, la llegada a la parrilla de Carlos Sainz ha provocado que esa afición se refuerce y también se mantenga durante los años en los que el ovetense se tomó un respiro para emprender otras aventuras.
En resumen, España es territorio conquistado y Liberty Media busca nuevos horizontes. Así se explica su llegada masiva a Estados Unidos, donde va camino de tener tres Grandes Premios, su entrada en varios países árabes y sus futuros proyectos para llegar al Caribe, África o la India. Todo destinos por explorar, exóticos y que nada tienen que ver con nuestro país y sí con reforzar el negocio en lo nuevo y lo desconocido. Tanto es así que trazados legendarios como Mónaco o Spa están en serio riesgo porque no caben todos.
De esta forma, Madrid solo podría entrar a formar parte de ese calendario si consiguiera quedarse con el Gran Premio de España que, actualmente, se celebra en Barcelona. La prueba que acoge el Circuito de Cataluña ha pasado por verdaderos problemas para mantenerse en el calendario, pero ha conseguido resistir después de que España ya perdiera el Gran Premio de Valencia.
No obstante, Barcelona ha conseguido renovar su permanencia hasta el 2026, por lo que Madrid tendría que esperar otros cinco años para estar en la Fórmula 1. Más o menos lo que le resta, si todo va bien, al proyecto de Morata de Tajuña. No es imposible que haya dos carreras nacionales en la misma temporada, ya sucede en Italia o en Francia (si se cuenta Monaco), pero no parece la deriva que quiere tomar la Fórmula 1. Por ello, Madrid, aunque con ilusión, tiene un camino largo y complicado por recorrer.