Tiene que dar mucha rabia saber que eres el más rápido y no poder demostrarlo. Sobre todo cuando llevas una temporada en la que todo el mundo espera que des un paso hacia delante y, por unos motivos u otros, no llega ese salto. Carlos Sainz ha tenido en el circuito de Paul Ricard una oportunidad que no ha podido aprovechar, ya que la pole se la ha llevado Charles Leclerc. Una primera posición que ha llegado con su trabajo.
Seguro que a lo largo de este fin de semana, viendo el impresionante ritmo que ha llevado, habría deseado en algún momento no ir tan rápido. O por lo menos, haber ido así de rápido en otros Grandes Premios en los que realmente pudiera pelear contra su compañero y contra Max Verstappen.
El español está pagando el peaje de haber cambiado el motor de su F1-75 y también su centralita y otras partes del monoplaza. Una situación que le ha relegado a la cola de la parrilla. Saldrá 19º, ya que ha conseguido superar al otro piloto que estaba en su situación, Kevin Magnussen.
La idea de Carlos era no hacer muchos kilómetros con el nuevo motor, pero salir por delante del Haas. Bastante tendrá que adelantar como para darle cancha a un monoplaza que además tiene una gran velocidad punta. Por eso hizo todas las sesiones en las que Kevin participó, para ir siempre por delante de él. Pasó la Q3 con solvencia, fue el mejor en la Q2 y en la Q3, como Magnussen decidió no marcar tiempo porque sabía que era imposible superar a Carlos, pudo ayudar a Leclerc ya que estaba en pista.
Sus rebufos fueron clave para que Charles superara a Verstappen, el favorito para la pole position sin Sainz en la batalla. Nada más pararse el crono de la qualy, Leclerc reconoció el trabajo perfecto y la ayuda clave de su compañero a través de la radio. Y el español valoró el buen entendimiento: "Hemos trabajado bien como equipo, como todo el año. Igual no se valora lo suficiente, tanto Charles como yo en todo momento hemos trabajado muy bien como equipo".
Sainz, contento con su ritmo
Carlos estaba contento por ello, pero disgustado y con rabia porque sabía que tanto el viernes como el sábado había ido muy rápido. Seguramente el que más, incluso por encima de Leclerc y Verstappen: "En términos de velocidad creo que es mi mejor fin de semana, había potencial para hacer la pole tras ser el más rápido el viernes y luego en la Q2 con un poquito de margen, creo que había poco más que encontrar en el Ferrari, pero bueno ha tocado penalizar, ha tocado dar rebufo, que creo que ha ayudado, creo que he ejecutado un gran fin de semana y ahora toca remontar".
No solo no ha podido firmar la pole cuando era el gran favorito, sino que no podrá aprovechar su gran ritmo para pelear por la victoria porque tendrá que remontar desde muy atrás. Pasará a los primeros rivales con facilidad, pero sabe que cuando llegue al Top10, todo se complicará sobremanera: "Llegará un momento en que pelearé contra Fernando, Norris, los Mercedes, y no somos mucho más veloces que ellos, pero lo intentaremos".
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Ahí, Sainz perderá el tiempo clave para despedirse de la lucha por el triunfo. No obstante, un gran premio, incluso por encima del objetivo real, sería superar a Pérez y luchar por el podio. Carlos sueña con ello y espera alguna ayuda en forma de Safety Car o abandono porque sabe que ni con el DRS será fácil.
"El DRS impone poco aquí, y por el calor las gomas se funden persiguiendo otros coches, no puedes ir al cien por cien al ataque, hay que buscar un punto medio. Intentaré subir al podio de nuevo saliendo tan atrás, pero no creo que sea posible, es lo que nos dicen las simulaciones".