¿Se imaginan un festival como Tomorrowland en mitad de un Gran Premio de Fórmula 1? Pues ese día está cada vez más cerca. Este conocido espectáculo de música electrónica se celebra cada año en Boom, Bélgica, y acoge a medio millón de personas procedentes de más de 200 países diferentes en cada edición. Y el espectáculo es la mayor demanda que tiene ahora mismo la F1.
Dicho festival de música es el más grande de planeta y uno de los símbolos más preciados que tiene este país. Otro de sus emblemas es el circuito de Spa-Francorchamps , uno de los más legendarios del motor y en particular de la Fórmula 1. Y este ahora mismo está en serio peligro de quedarse fuera de los seleccionados año tras año por la FIA y por Liberty Media, la empresa que gestiona los derechos y la organización del 'Gran Circo'.
La Fórmula 1 avanza hacia un nuevo horizonte en el que el espectáculo manda, venga desde donde venga. Una circunstancia que ha provocado que si este procede de fuera de la pista y no de dentro, también sirve mientras llene las gradas y siga atrayendo el interés de la gente. Una cultura que han empezado a imponer los nuevos trazados llegados hasta la Fórmula 1.
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Así es como funcionan algunos de los nuevos circuitos, especialmente los construidos en países como Estados Unidos o los de las regiones árabes. La nueva Fórmula 1 apuesta por Grandes Premios como los de Miami o el que se estrenará en 2023 en Las Vegas y huye de trazados más históricos y tradicionales como Spa o Mónaco, donde realmente se forjó la historia de este gran deporte. Los tiempos están cambiando y algunos se están viendo obligados a adaptarse a marchas forzadas.
Un Tomorrowland en Spa
Esta circunstancia de quedarse atrás y anclado en un pasado que no gusta a la nueva FIA y sobre todo a Liberty Media es lo que está padeciendo uno de los circuitos con más historia del universo del motor. Ya no vale con ser un templo de la Fórmula 1, solo vale tener un poder y una capacidad de atracción significativa. Y ser generador de riqueza para la Fórmula 1.
Spa ahora mismo no está en esa tesitura y después de verse contra las cuerdas ha decidido llevar a cabo varias iniciativas para intentar impulsar su popularidad y poder entrar en esa rueda espectáculo y atracción. Para ello, la que será la primera carrera tras el parón veraniego, la que se celebra en Bélgica, estrenará un nuevo espectáculo que dejará su efecto fuera de la pista y no dentro.
Será la celebración de una especie de festival al estilo de Tomorrowland, pero en pequeño. Una masificación de música, preferiblemente electrónica, y de fiesta, que atraiga a la mayor cantidad de gente posible y que haga del Gran Premio de Bélgica un gran espectáculo de luces, música y mucho ruido. Una especie de 'americanada' al estilo de lo que sucede en otros grandes eventos como la Super Bowl o el All Star de la NBA. En muchos de ellos, importa más el show que el propio evento deportivo. Lo que sea por sobrevivir.
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La provincia de Lieja y las localidades de Spa, Francorchamps, Malmedy y Stavelot, las más cercanas al legendario trazado, se han unido para crear un gran festival al que se espera que acudan 35 de los mejores djs del mundo para poner música en directo y crear una gran macro-fiesta en paralelo al fin de semana de motor. Eso en un trazado con 72 años de historia y en el que se han celebrado ya 66 Grandes Premios.
Liberty Media ya ha dejado claro que es necesario ofrecer algo más que solo Fórmula 1 y desde la dirección del circuito tienen claro que el riesgo de quedarse fuera de la próxima temporada es absolutamente real. La promotora del GP de Bélgica, Vanessa Maes, ha asegurado que nadie de la Fórmula 1 le ha garantizado si su carrera continuará formando parte del calendario. De hecho, los rumores apuntan a que dependerá de si carreras como China o la preparada en Sudáfrica podrán entrar en el 2023.
"Los constantes rumores no lo hacen fácil. A veces leo que nos quedaremos, otras que no debemos hacernos ilusiones y otras que estamos en el medio. Estoy convencida de que a la Fórmula 1 le apetece un futuro con un GP en Bélgica, y más concretamente en Spa. Nos vamos a esforzar al máximo para mantenerlo en el calendario". Esto decía la propia Vanesa Maes en declaraciones a diario belga HLN.
Mejoras en tráfico y gastronomía
La dirección del circuito de Spa-Francorchamps no solo tiene preparado una especie de Tomorrowland para la nueva edición de su Gran Premio. También ha preparado otras actividades y eventos para hacer de su fin de semana una experiencia única. Una iniciativa que ha traído consigo una inversión de decenas de millones de euros.
El circuito prepara el estreno de uno de los eventos de alta cocina más importantes del mundo. Un súper restaurante de carácter revolucionario con plaza para 100 comensales con la presencia de algunos de los mejores chefs del planeta. Otra atracción más para intentar acoger al mayor número de espectadores y aficionados posibles.
Junto a ese festival de música y ese gran restaurante habrá otros momentos de interés como un espectáculo aéreo para abrir el fin de semana y una sesión de pirotecnia y fuegos artificiales para cerrar tres días que esperan que sean de pura magia y adrenalina. Además, para los invitados más selectos estará también la aventura 'F1 Experiencie in the Sky'. Las llamadas entradas VIP podrán tener una experiencia a más de 30 metros de altura para seguir la espectacular salida, la primera vuelta, el paso de los monoplazas por la zona del raidillon y también la asistencia al paddock del trazado belga.
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Por último, Liberty Media ha sido especialmente exigente con la dirección del circuito de Spa para que puedan gestionar la gran afluencia de público de una manera rápida y eficiente. No basta solo con atraer a cientos de miles de personas si no les puedes dar cabida o si no puedes asegurar que lleguen rápido a sus localidades y a los diferentes espectáculos que se celebren en el recinto.
Los organizadores del Gran Premio están obligados a reducir las colas de tráfico que se suelen producir en varios de los puntos del trazado, algo que Liberty Media no está dispuesta a pasar por alto. Por ello, los responsables del trazado belga se han visto obligados a crear un dispositivo especial para intentar agilizar el tránsito de personas.
Para intentar combatir ese hándicap ya se ha puesto en marcha un plan en el que el gobierno ha habilitado más trenes y nuevas lanzaderas eléctricas para agilizar el transporte de los aficionados. Además, se han creado nuevas zonas de aparcamientos pavimentados que buscan evitar problemas de aparcamiento para todos los que se desplacen en coche.
Todos los esfuerzos son pocos para intentar cumplir los exigentes requisitos impuestos por Liberty Media para que Spa consiga su ansiada salvación. De momento, las previsiones son positivas. La movilización realizada en todo el país para intentar salvar su Gran Premio ha provocado que las expectativas se eleven hasta unos hipotéticos 300.000 espectadores, unos 100.000 por cada día de competición, de viernes a domingo.
También está previsto un espectáculo para unos 10.000 espectadores que se celebrará el jueves como compensación a los aficionados que se perdieron la prueba en 2021 por culpa de las restricciones contra el Covid-19. Este año, ya sin aforos, se espera una fiesta que sea salvadora. Para intentar controlar que todo vaya bien durante el fin de semana habrá un equipo liderado por hasta 20.000 comisarios. Spa se agarra a lo que puede para sobrevivir en una Fórmula 1 que da la espalda a su historia y abraza el espectáculo americano.