Max Verstappen revalida su título como campeón del mundo de la Fórmula 1. El piloto neerlandés de Red Bull llegó a territorio nipón con todo a favor para proclamarse vencedor del Mundial y así acabó sucediendo en un Gran Premio del todo extraño desde el principio y hasta el final, con una celebración entre incógnitas y sin tanto brillo como debería haber sido. [Así vivimos en directo el GP de Japón de la F1 2022]
No se podía creer Verstappen que era el campeón del mundo. Y todo porque la carrera estuvo parada durante más de una hora y no se acabaron las 53 vueltas. Se puso el crono en modo de cuenta atrás, puesto que no podía ir más allá de las 10:00 hora española. De ahí que nadie esperase que se repartiesen la totalidad de los puntos.
El neerlandés hizo su trabajo, se impuso en el Gran Premio de Japón de la Fórmula 1 y se proclamó campeón del mundo. Pero con mucha incertidumbre. Ganó la carrera, celebró la victoria en Suzuka, con Charles Leclerc y 'Checo' Pérez por detrás de él. En ese momento de las entrevistas, se conoció que al de Ferrari le sancionaban con cinco segundos, pasando a ser tercero y el mexicano, segundo.
Fue así como volvieron a llamar a Verstappen, quien ya había hablado, para decirle que era campeón del mundo. Con una sonrisa en los labios y sin explicárselo del todo, comenzó el festejo por el nuevo Mundial del neerlandés, quien ya ganó en 2021 el título. Abrazos y éxtasis, pero todavía Max no se lo acababa de creer, dejando una divertida imagen junto a su compañero Pérez.
¿Por qué es campeón?
Las dudas sobre si era campeón del mundo o no se lanzaron de inmediato, tanto en Japón como en el resto del mundo. Pero sí, pese a no disputarse las 53 vueltas, el reglamento dice que si la carrera se relanza y llega a su final, sea cual sea el porcentaje realizado de la misma, se reparten la totalidad de puntos en juego. De ahí que Verstappen sume los 25 necesarios para seguir en el trono de la F1.
Pura interpretación del reglamento. Los puntos no se repartirán de manera completa siempre y cuando no se haya podido finalizar la carrera o haya sido menos del 75 por ciento. Es decir, si acaba con bandera roja. Pero Max Verstappen cruzó la línea de meta en el circuito de Suzuka, además de ver la bandera a cuadros el primero, de ahí que revalide su título.
Bicampeón del mundo
Con su victoria en campeón, Max Verstappen ya luce con dos Mundiales en el palmarés histórico de pilotos con más títulos en el Gran Circo. Iguala así a un Fernando Alonso que acabó séptimo en Suzuka. Y, además, con unos números parecidos a los del piloto español y también a la misma edad. El futuro parece estar destinado a que el neerlandés pueda batir todos los registros.
En el horizonte, la marca histórica que todavía es de Michael Schumacher y Lewis Hamilton. Tanto el alemán como el actual piloto inglés suman a siete títulos del mundo de la Fórmula 1. La superioridad de Max Verstappen y su Red Bull en la actualidad es total, por lo que no es descabellado pensar que seguirá mandando en los próximos años.
Incluso Fernando Alonso ha llegado a decir de él que no sabe "si le ganaría con el mismo coche ahora". Y esto es mucho, ya que muchos consideran al asturiano como el mejor piloto de la parrilla junto a Lewis Hamilton. Aunque ahora se debe decir que el baile es cosa de tres, porque en cuanto a talento, el neerlandés va sobrado. A lo que hay que sumar que tiene uno de los tres monoplazas con más estabilidad.
El lío de Japón
Pasó de todo en Suzuka, además de ese campeonato para Max Verstappen. La lluvia era una amenaza que se convirtió en una realidad que podría haber sido fatal. Nada más comenzar la carrera, Carlos Sainz Jr. sufrió un accidente. Todos los pilotos salieron con neumático intermedio, esto unido la nula visibilidad en pista, acabó con el Ferrari haciendo acquaplanning y quedando destrozado y fuera de carrera.
[Así fue el impactante accidente de Carlos Sainz en el Gran Premio de Japón de la Fórmula 1]
La buena noticia es que el piloto español salió ileso. Pero hubo otra consecuencia. Un cartel publicitario cayó a la pista. De ahí a la bandera roja que paraba la carrera, pero antes de que los pilotos estuviesen todos en el pit lane, la grúa hizo acto de escena en el trazado. Pudo haber mucho que lamentar, pero afortunadamente no fue así. Pierre Gasly estuvo al borde de la tragedia.
Enfadadísimo el piloto de AlphaTauri por lo sucedido, no dudó en señalar que podría haber muerto por la salida de la grúa a la pista con los pilotos todavía en ella. Para más inri, desde la FIA puntualizaron que el francés iba a una velocidad demasiado alta. Y todo esto con varios compañeros de parrilla en pie de guerra por el recuerdo de Jules Bianchi.
Bianchi falleció a causa de las lesiones cerebrales que le provocó un accidente, precisamente, en el Gran Premio de Japón de la F1 y por la entrada a destiempo de una grúa al trazado. Aquello sucedió en el 2014. Es por esto por lo que incluso su padre no ha dudado en penalizar lo sucedido ocho años después: "Esto es no respetar la vida del piloto. Es no respetar la memoria de Jules. Increíble".
Con todo esto, la carrera se relanzó con 40 minutos por delante. Los 18 pilotos que estuvieron en este reinicio salieron con neumáticos extremos, pero pronto fueron entrando a poner intermedios. Los que antes lo hicieron, obtuvieron mejores resultados. Aunque para entonces Max Verstappen ya iba lanzado. Copió su estrategia Charles Leclerc, pero el de Red Bull voló una vez más por la pista para mantener su corona. El trono de la Fórmula 1 es suyo.