España vive en estos momentos una guerra que se divide entre dos universos: el político y el deportivo. Las dos principales ciudades de España, con sus respectivas comunidades autónomas, han emprendido una batalla por ver con quién se queda con el Gran Premio de Fórmula 1 que se celebra en el país año tras año. Atrás quedan los cursos en los que ciudades como Valencia disfrutaban también del 'Gran Circo'.
Barcelona, y concretamente el municipio cercano de Montmeló, son quienes disfrutan ahora de un privilegio que podría tener fecha de caducidad. O no, si la Generalitat de Cataluña puede evitarlo. El contrato que el Circuit tiene firmado con la FIA y con Liberty Media es hasta el año 2026. Hasta entonces, nada debería cambiar salvo desastre.
Sin embargo, la pregunta es saber qué pasará entonces. Madrid está haciendo los deberes muy bien y muy rápido para tomarle la delantera a Barcelona y Cataluña. El proyecto de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la CAM, y que cuenta con el apoyo del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, es acoger el Gran Premio de España de Fórmula 1 a partir de ese año mágico de 2026.
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No obstante, ante la creciente popularidad de este plan, Barcelona y Cataluña han decidido actuar para evitar la pérdida de uno de sus mayores reclamos deportivos, económicos y turísticos. Pero no lo harán a futuro, si no que se han enfocado en el presente para intentar ganar esta batalla de épicas proporciones en las distancias cortas. La Generalitat plantea una importante inversión económica, a falta de que lleguen caudales privados, para convertir el Circuito de Montmeló en el trazado del futuro.
El plan de la Generalitat
El Circuito de Barcelona-Cataluña no solo alberga en estos momentos el Gran Premio de España de Fórmula 1. También acoge una de las carreras del Mundial de MotoGP. Sin embargo, los planes de DORNA son muy diferentes a los de Liberty Media. Por ello, sí aceptan tener varias carreras en uno de los países con mayor tradición motera.
Montmeló convive con otros trazados como el MotorLand de Aragón, el Ricardo Tormo de Cheste e incluso con el Ángel Nieto de Jerez. España apuesta fuerte por las motos y MotoGP apuesta fuerte por España. Sin embargo, la expansión de la Fórmula 1 no está ni en Europa ni particularmente en España. A Stefano Domenicali y a Mohammed Ben Sulayem les interesa más crecer en zonas como Estados Unidos y en otros grandes territorios por conquistar. Por ello, España tiene muy complicado tener dos Grandes Premios en una misma temporada.
Lugares con deseos de entrar en el 'Gran Circo' no faltan y por eso, a partir de 2026, Barcelona y Madrid tendrán que rivalizar por una plaza. La CAM de Isabel Díaz Ayuso tiene su proyecto, pero la Generalitat quiere jugar sus bazas y aprovecharse de que el tiempo corre a su favor. Al menos hasta que llegue el momento de decidir qué pasará en 2027. Su primer plan ya está en marcha tal y como ha aprobado el ejecutivo autonómico y como ha anunciado el conseller de Empresa i Treball y presidente de las instalaciones, Roger Torrent.
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Este consistirá en una gran inversión de unos 30 millones de euros que pretende modernizar e impulsar el trazado de Montmeló, el cual se ha ido quedando un tanto obsoleto en los últimos años después de la entrada de circuitos cada vez más nuevos como el de Miami, el de Abu Dhabi, el de Qatar, el de Emiratos Árabes Unidos, el de Arabia Saudí, el de Singapur o el de Bakú. Proyectos todos creados a base de lujo y grandes talonarios.
Cataluña no está en disposición de abrir un proyecto tan ambicioso, pero por ello ha querido apuntalar las grandes fortalezas de su trazado. El plan, que se llevará a cabo entre el 2023 y el 2024, pretende modernizar el espacio y hacerlo más sostenible ambiental y económicamente. No solo para la disputa de carreras de Fórmula 1 y MotoGP, si no para la celebración de otras competiciones y eventos durante todo el año.
El Gobierno catalán es copropietario del circuito de Barcelona (76,38%) en compañía del RACC (15,75%) y del Ayuntamiento de Montmeló (7,87%). Entre todos ellos buscan relanzar el que un día fue un circuito referencia en el mundo para que no pierda ni su estatus ni su consideración. El reto que persiguen ahora es que el nuevo trazado sea capaz de generar más ingresos y que a la vez pueda mejorarse la eficiencia de su gestión.
El nuevo circuito de Montmeló
Junto con la gran inversión aprobada de 30 millones de euros, la Generalitat tiene ya establecidos cuáles serán los pasos a dar en ese gran proyecto. Las empresas que se persiguen son la generación de más ingresos y hacer del espacio un entorno más sostenible desde el punto de vista medioambiental. Por ello, se pretende apostar fuerte por un importante proceso de digitalización para crear el circuito del futuro.
Desde el punto de vista de la sostenibilidad, la Generalitat ha aprobado varios proyectos importantes. El primero de ellos es instalar placas fotovoltaicas en una superficie de 18.480 metros cuadrados. Estas estarán en los lugares de control y en los edificios, incluida la cubierta de la tribuna principal. El segundo de los planes es la creación de un sistema pionero de almacenamiento para garantizar la suficiencia energética del circuito. Así se hará frente al actual encarecimiento energético. Con ello se podrán suministrar energía a través varios grandes cargadores eléctricos que estarán disponibles lo largo de las instalaciones.
Por si esto fuera poco, la Generalitat también ha aprobado un proyecto para el aprovechamiento de un total de 25 hectáreas de zonas verdes para la celebración y organización de eventos vinculados al mundo del entretenimiento y del ocio. Con esta iniciativa se pretende multiplicar la cifra de ingresos.
La esencia del Circuito de Cataluña son sus carreras, especialmente de Fórmula 1 y de MotoGP. Sin embargo, es vital poder mantener vivas las instalaciones durante todo el año para que la inversión se traduzca en un negocio rentable y no en un agujero negro. Con el aprovechamiento de estas zonas, los gestores del trazado pretenden recibir eventos como ferias, congresos y viajes de turismo y negocios.
Además, está previsto adecuar zonas para albergar espectáculos con música en vivo u otro tipo de actividades relacionadas con el mundo del deporte. Otra de las líneas de crecimiento está en un universo que ha crecido muy rápido en los últimos años, los eSports. Para ello han firmado una alianza con el hub audiovisual y digital de las Tres Chimeneas. Gracias a este acuerdo, podrán organizar competiciones en colaboración.
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La Generalitat calcula que el Circuito de Montmeló genera cada año unos 326 millones de euros y da trabajo a unas 2.760 personas a tiempo completo durante todo el año, ya sea de manera directa o indirecta. El retorno fiscal estimado por la administración es de unos 49 millones de euros. El objetivo ahora es reforzar estas cifras y ampliarlas, ya que no todo es tan bonito como parece. La sociedad cerró el ejercicio correspondiente a 2021 con pérdidas de 1,34 millones de euros que se elevarán a 2,16 millones en 2022.
El Circuito de Barcelona-Cataluña tiene asegurada su supervivencia hasta el año 2026 tanto en el calendario de la Fórmula 1 como en el de MotoGP. Sin embargo, la amenaza de Madrid ha provocado una situación de máxima alerta y tensión. El canon de albergar cada una de las pruebas es de unos 20 millones de euros anuales en caso del 'Gran Circo' y de unos 27 'kilos' para el universo de las motos.
Además, no solo está enfrente la amenaza de Madrid y su deseo de llegar a la Fórmula 1. También está el peligro de las exigencias de Liberty Media. La empresa que gestiona los derechos de la competición más exclusiva del motor ha exigido una gran inversión en mejoras en el circuito que podría alcanzar los 80 millones de euros.
Por ello, a pesar de este primer impulso de la Generalitat que pretende convertir Montmeló en un recinto sostenible, moderno y capaz de autofinanciarse generando amplios beneficios cada curso, también se está buscando colaboración privada para llevar a cabo un proyecto de proporciones tan grandes.