Que Aston Martin es el equipo de moda en la Fórmula 1 empieza a ser una obviedad alarmante. Porque lo que ha conseguido el equipo británico no es real. Es más propio de la ciencia ficción y de los videojuegos. Un salto tan increíble que, sin un cambio de reglamento mediante, no se había producido nunca en la historia del 'Gran Circo'.
Muchos comparan su crecimiento con el Mundial ganado por Jenson Button y Brawn GP, la escudería fantasma que con arrasar durante la primera mitad del campeonato le bastó para alzar un título. Sin embargo, tal y como explica muchas veces Fernando Alonso, el impulso ganado por Aston Martin es incluso mayor, ya que en este 2023 no ha habido un cambio de normas ni respecto a la aerodinámica, ni a la estructura de los motores ni a ningún aspecto clave en los monoplazas.
Con lo que había, Aston Martin ha conseguido encontrar el camino del éxito para pasar de ser un equipo de la cola de la parrilla a ahora mismo ser los segundos. Pero con la aspiración de llegar a lo más alto. El potencial que hay ahora mismo en el garaje de Silverstone es tremendo. Incluso más del que quieren mostrar.
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El objetivo era estar peleando con Alpine por ser el primer coche del resto del mundo, pero ese crecimiento les ha llevado a sobrepasar a Mercedes y Ferrari firmando dos podios en dos carreras. Si Alonso consigue un tercero igualará algo que solo ha conseguido dos veces en su carrera: en 2005 y en 2006. Y en esos dos años, el español alzó el título. Datos que, aunque no quieran mirar desde Aston Martin, invitan a soñar tanto como la corriente que se ha creado alrededor de la famosa victoria '33'.
El equipo que no esperaba hacer podios ya casi que le resta mérito a un triunfo porque ambiciona luchar por el Mundial. Eso, con suerte, quizás llegue en 2024. Aunque muchos empiezan a no creerse tampoco esos plazos y no descartan que Fernando Alonso pueda llegar a meter presión a Max Verstappen este curso.
Si ese reto se consigue, será gracias al "estilo Aston Martin", una fórmula patentada por los dos genios llegados a la escudería británica procedentes de Red Bull y de Mercedes. Las mentes brillantes que han impulsado el AMR23 y que no habían entrado a trabajar de manera seria en el monoplaza hasta este invierno, ya que no intervinieron en su creación hasta que concluyó la pasada temporada.
Así nació el "estilo Aston Martin"
Para dar a conocer más detalles sobre este gran proyecto ha hablado Tom McCullough, director de rendimiento de Aston Martin, quien ha explicado en declaraciones a Motorsport.com cómo se ha gestado la base del nuevo proyecto a raíz de las ideas aplicadas tanto de Dan como de Eric.
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"Uno había estado en Red Bull y el otro en Mercedes. Tenían muchas ganas de hacer lo que Dan llama 'el estilo Aston Martin', que es escuchar todo, obtener información de las dos formas diferentes de desarrollar el coche y luego ver dónde tenemos que mejorar".
"Eso es algo en lo que Dan ha sido muy bueno: mirar lo que hacen los demás, pero hacerlo a tu manera para vencerlos. Esa ha sido la manera de trabajar de Dan y Eric desde el principio, desde el punto de vista aerodinámico y conceptual".
Tom ha explicado cómo se han ido gestionando el devenir de los acontecimientos en la creación del monoplaza que ha revolucionado la Fórmula 1, ese que unos afirman que es una copia de Red Bull y otros que es una copia de Mercedes. Sin embargo, la realidad es que todo se ha gestionado bajo el liderazgo de figuras como Andrew Green.
"El coche de este año ha estado en gran medida bajo el liderazgo de Andrew Green, y Dan y Eric se han ido poniendo al día". La llegada de estas dos figuras a Aston Martin en forma de 'galácticos' ha cambiado de arriba abajo la idiosincrasia de un equipo que ahora sueña con ser campeón.
"Creo que han estado muy contentos con el rendimiento, con la gente... Íbamos por el buen camino incluso antes de que llegasen, pero han traído otro nivel de conocimiento y experiencia de dos de los mejores equipos. Simplemente trajeron mucha comprensión y experiencia, de ahí que hayan ayudado a evolucionar la forma en la que trabajamos y ese impulso incesante".
Tanto Dan Fallows como Eric Blandin pidieron un equipo entregado en el que poder crecer con libertad. Solo así consideraban que hallarían el camino para el éxito. Ese en el que ahora mismo ya se encuentran: "Creo que se trata en gran parte de crear una atmósfera que permita pensar de forma creativa, algo que Dan y Eric han querido hacer desde el principio".
"Ese liderazgo, esa competitividad y ese impulso es lo que Eric y Dan realmente han aportado a la fiesta". Ahora, en Aston Martin ya sueñan con otro fichaje bomba para 2024. El rumor que sitúa a Adrian Newey, el mayor gestor de éxitos que ha conocido Red Bull, parece que se está gestando a fuego lento al terminar contrato con los austriacos recientemente.