La Fórmula E se despidió del gran público en el E-Prix de Londres con un soberbio espectáculo a lo largo de todo el fin de semana. Dos carreras llenas de emoción, tensión y sorpresas que supusieron el colofón a la última cita del campeonato eléctrico. Un adiós por todo lo alto en la capital británica para cerrar un año cargado de cambios.
Jake Dennis se coronó como el mejor piloto del Mundial de Fórmula E tras conseguir los puntos necesarios en la carrera del sábado. El piloto de Andretti hizo bueno su favoritismo para tocar la gloria en el London Excel e imponerse a Nick Cassidy, Mitch Evans y Pascal Werlhein. Todos ellos llegaron con opciones, pero británico hizo historia al coronarse ante su público.
Por otro lado, el domingo sirvió para confirmar el dominio de Envision Racing en el Mundial de Constructores. La victoria de Nick Cassidy, que le supuso una redención tras perder el título en la primera carrera, amarró el liderato de su escuadra por delante de Jaguar. Una victoria que les sirvió para reafirmarse como el mejor equipo en Londres.
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Por detrás de todos ellos, uno de los equipos que cumplió sus objetivos en la cita británica fue el equipo DS Penske. El combinado francés peleó hasta el final y se despidió de la temporada con unas sensaciones notablemente positivas. Tras vivir un pequeño bajón en las últimas pruebas, lograron alcanzar sus metas en la despedida del campeonato eléctrico.
Sin duda alguna, Stoffel Vandoorne fue la estrella del equipo DS Penske y se convirtió en el principal artífice de los éxitos de su equipo durante el E-Prix londinense. El belga consiguió alzarse con una quinta posición en la última carrera para sellar la quinta plaza de Constructores ante la amenaza de Maserati, que acabó yéndose de vacío en las dos pruebas.
El equipo de DS Penske se prepara antes de la carrera.
DS Penske se ratifica
Las dos últimas citas de la temporada llegaban con la incertidumbre de saber si DS Penske iba a conseguir mantenerse como quinta del Mundial de Constructores y con la duda de si Vergne aguantaría estoicamente en la misma posición en el de pilotos. Sin embargo, todo salió a pedir de boca en cuanto a resultados se refiere, pudiendo ser seguido en primera persona por EL ESPAÑOL.
La puesta en acción en el E-Prix de Londres fue notable para ambos pilotos. En la jornada del sábado, con los ojos estaban puestos en saber quién acabaría ganando el Mundial, pero Vergne y Vandoorne no se amilanaron y combatieron todo lo que pudieron para intentar lograr sus objetivos.
La acción incesante de la primera carrera terminó con Vergne abandonando debido a un toque con un rival y su consecuente pinchazo. Por otro lado, Vandoorme sí que pudo terminar la prueba y alcanzó la duodécima plaza tras sufrir un contratiempo con su alerón delantero.
Los ingenieros de DS Penske trabajan en el coche de Stoffel Vandoorme.
Sin embargo, la situación fue notablemente diferente el domingo. La última prueba hacía que se lo jugasen todo a una carta para cumplir sus objetivos, puerta grande o enfermería. Y todo comenzó de la mejor manera, con un gran Vandoorne poniendo contra las cuerdas a sus rivales en la clasificación, obteniendo una excepcional quinta plaza.
La lluvia, protagonista inesperado durante gran parte de la carrera, provocó el retraso de la prueba y hasta dos banderas rojas. Sin embargo, tras la reanudación, Vandoorne mantuvo un notable ritmo y esquivó todos los ataques rivales para mantener esa quinta plaza por equipos. Diez puntos de oro para un buen cierre. Vergne, por su parte, volvió a ser preso de los problemas con los neumáticos y solo pudo terminar en vigesimosegunda plaza. Aún así, se hizo con el quinto puesto del Mundial.
Ambición para mejorar
Jean-Eric Vergne no pudo tener unas palabras más acertadas al terminar el campeonato. El francés, uno de los mejores pilotos del campeonato, demostró su ambición por dar un paso adelante la próxima temporada. Unas palabras que refuerzan su compromiso con el equipo.
"La temporada ha terminado y tenemos unos meses para trabajar en las mejoras para la próxima temporada. Tuvimos un buen comienzo de temporada y algunas buenas carreras en el medio, aun así terminamos quintos el campeonato. Voy a hacer todo lo posible para trabajar con el equipo para encontrar la solución a una mejor temporada el próximo año", explicaba.
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En la misma línea se mostraba su compañero Stoffel Vandoorne. El belga, campeón la pasada temporada, ha conseguido cerrar el año sumando unos puntos muy importantes. Aún así, demostró estar con ganas de redimirse y apuntar a mirar más altas en 2024.
"En la última carrera del año terminamos el quinto puesto. Fue una buena manera de cerrar la temporada con algunos puntos", resaltaba Vandoorne tras grata imagen en Londres. "Después de un año difícil, tenemos mucho trabajo por hacer para el próximo año. Durante el descanso, necesitamos una gran vuelta y encontrar una dirección clara de a dónde ir la próxima temporada y, con suerte, volver más fuertes", sentenciaba.
Londres, espectáculo asegurado
La aparición de Londres como última prueba de la temporada de Mundial de Fórmula E ha instaurado un show por todo lo alto. La ciudad británica es una de las más importantes del mundo y supone un broche espectacular para un campeonato que va adquiriendo cada vez más notoriedad.
Esta era la quinta ocasión que Londres se engalanaba para recibir a los monoplazas eléctricos y no defraudó en absoluto. En el Excel se vivieron todo tipo de situaciones que pusieron en sobresalto al público y a los pilotos. Una majestuosa puesta en escena difícil de igualar con ese circuito mitad a cielo descubierto y mitad techado.
Las tensiones por decidir los dos campeonatos y las inclemencias meteorológicas fueron las grandes protagonistas en las dos carreras. En la primera, Jake Dennis hizo historia ante su público al coronarse como el primer piloto británico en ganar la Fórmula E. Por su parte, en la segunda se decidió el de Constructores tras más de hora y media de retraso debido a las banderas rojas presentes en la pista.
Sin embargo, eso no evitó que Cassidy diese una lección bajo la tan característica e incesante lluvia británica. Aún así, los pilotos dejaron una gran imagen ante esas duras condiciones, ya que los adelantamientos se produjeron en numerosas ocasiones debido a la dificultad para controlar los vehículos.
En su tercera presencia consecutiva, la quinta en total, Londres se ha convertido en un fijo en el calendario. Su atractivo lo ha hecho convertirse en un fijo en el Mundial de Fórmula E, especialmente debido a la enorme afluencia de público. Un éxito rotundo para la ciudad y para el campeonato.