Está teniendo todo en contra, pero no se rinde. El Rally Dakar ha consumido ya su quinta etapa, disputada entre Al-Hofuf y Shubaytah y que ha constado de 645 kilómetros, y Javi Vega ha conseguido llegar a la meta. Otra hazaña más del piloto del Pont Grup - Yamaha que está viviendo un auténtico calvario estos días. 

A la dureza que supone realizar el Rally Dakar en la categoría Original by Motul, la de pilotos que acuden sin asistencia, le tiene que sumar una importante lesión que sufre en su pierna izquierda. En la segunda etapa tuvo una durísima caída que le ocasionó un profundo corte en su espinilla. A pesar de que los servicios médicos le cosen tras cada jornada los seis puntos de sutura que necesita para cerrarla, esta no para de abrirse y sangrar

Una situación que empieza a ser insostenible para él como contaba esta misma noche desde su tienda de campaña en la que trata de descansar. Unas condiciones que le hacen sentir esta carrera con su espíritu más puro, pero que van minando sus fuerzas y su resistencia. Tanto es así que ahora mismo no se descarta incluso una retirada forzada. 

"A lo mejor estoy fuera"

Javi Vega sigue remando. En la quinta etapa del Rally Dakar 2024 volvió a pasar un día de muchas penalidades. Con mucho esfuerzo ha vuelto a cruzar la meta y ha completado otra especial eterna que, con los enlaces, ha rozado los 650 kilómetros. Este miércoles ha concluido en la posición 84 de la etapa. Sin embargo, el madrileño ahora mismo no busca resultados, sino poder continuar sobre la moto. 

Hace unos días ya contaba a EL ESPAÑOL que había activado "el modo supervivencia". Ahora, se encuentra al límite, con la bombilla roja de alerta brillando a todo poder tanto en lo físico como en lo técnico. Como buen guerrero, este antiguo esquiador está acostumbrado a sufrir por conseguir sus objetivos. Por ello, se muestra incluso más preocupado por su moto que por su pierna. 

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Sin embargo, puede ser esta segunda la que le deje fuera de combate. O mejor dicho, la organización, quien le cuida y le revisa día tras día cómo avanza su situación. El madrileño pasa por las manos de los médicos tras cada etapa y su estado cada vez es más complicado. Su herida, que no para de sangrar, no solo no se cura, sino que amenaza con infectarse

Si llegara este momento, su participación en la prueba estaría en serio riesgo, ya que la organización podría obligarle a abandonar por seguridad. Completamente derrotado en su precaria tienda de campaña en la que duerme alejado de los lujos de los pilotos que pelean por la carrera, cuenta cómo está superando todas las pruebas. 

Javi Vega explica cómo está su herida desde su tienda de campaña en el Dakar

"Ya me cuesta desvestirme y todo. Tengo malas noticias. Estoy un poco acojonado. Me siguen revisando la herida y sigue sangrando". Esta es la dura realidad que afronta Javi día tras día, noche tras noche. Esta profunda brecha se le hizo al quedar su rodillera en una mala posición tras una caída. El borde actuó como cuchilla y dio comienzo a su calvario.

"Es una zona que está un poquito difícil". Lo peor de todo es que el estado de su pierna empeora por momentos: "Como voy de pie en la moto me está provocando un hematoma y una inflamación muy grande. Me la están vigilando, pero me han dicho que si se infecta, a lo mejor estoy fuera".

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A través de un vídeo, poco antes de dormir, Javi Vega muestra en qué situación tan complicada se encuentra y cómo está siendo capaz de terminar todas las etapas, realizando un esfuerzo titánico: "Esto es una pierna normal y esto es un botijo. Vengo de que me la curen. Lo tengo negro por algunas zonas. Vamos a ver si tenemos suerte y podemos continuar".

La situación de su pierna es grave. Sin embargo, lo que más le preocupa a Vega no es su integridad física ni su salud. Es su moto, la cual también se encuentra en muy mal estado fruto de todos los golpes que se ha llevado por las caídas que ha sufrido: "Me preocupa también la moto. La estoy desguazando con las caídas. A ver si continuamos". De momento, Javi continúa. En su rostro va haciendo mella el cansancio y los dolores, pero su ánimo sigue fuerte con la esperanza de llegar a la meta de Yanbu el próximo 19 de enero.