Primer golpe del qatarí Al-Attiyah, vigente campeón del Rally Dakar. Este miércoles, reinó en la primera gran etapa sobre el desierto saudí -la quinta de la edición- y superó en la general al español Carlos Sainz, por 2 minutos y 28 segundos. Al frente de la clasificación sigue el saudí Jazeed Al Rajhi, que aguantó el pulso con Nasser y perdió solo dos minutos.
Al-Attiyah se negó a jugar al escondite que pronosticaban muchos, pues quien ganara este miércoles tendría que abrir pista este jueves en la etapa reina del Dakar, en la que los corredores no tendrán las huellas de las motos. De hecho, coches y motos realizarán recorridos diferentes durante dos días en la crono de 48 horas sobre el Empty Quarter, la parte más inhóspita del desierto de Rub al-Jali árabe.
Así, será el qatarí el primero en salir en esta próxima crono de 48 horas por el desierto y aunque eso, a priori, podría ser una desventaja, el cinco veces ganador del Dakar afirmó que no le importaba porque quería "ganar la etapa", pues "no hay estrategia" de cara a la etapa reina de jueves y viernes más que "tratar de acabar los 600 kilómetros" que se cubren sobre dunas.
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La tuvo Sainz, quien aseguró al término de la jornada que intentaron "no ir rápido y parar ahí al final", una técnica que tendrá que esperar a este jueves para ver si fue acertada: "Tenemos que esperar un par de días más para ver si fue bueno o no", incidió.
El que no tuvo acierto fue el compañero de equipo de Al-Attiyah, el francés Sébastien Loeb, quien además de la diferencia de seis minutos a los que quedó del qatarí, fue penalizado con quince minutos de sanción por no pasar por un waypoint, lo que deja a Loeb a más de 43 minutos sobre el líder, dificultando, y mucho, sus opciones de conseguir su tan ansiado primer Touareg.
Mención aparte merece la catalana Laia Sanz, que en un terreno poco propicio para ella, terminó a 11 minutos y 36 segundos de Al-Attiyah y a tres del líder de la subcategoría T1.2, en la que es segunda.
Esta fue la etapa previa a la crono de 48 horas, una jornada que será desconocida para pilotos y organización, que incidió esta semana en que los pilotos de coches rodarán durante más de 550 km en dos jornadas, tendrán que dormir en una tienda de campaña en medio del desierto y sólo contarán con una ración de comida "al estilo militar".