Este 15 de enero de 2024 se ha escrito una nueva página negra en el Rally Dakar. El piloto español Carles Falcón ha fallecido tras no poder superar las terribles consecuencias de la caída que sufrió el pasado 7 de enero en la segunda etapa de la carrera disputada entre Al Henakiyah y Al Duwadimi.
El piloto del equipo Twin Trail Racing sufrió varias lesiones de gravedad después del brutal impacto que tuvo en mitad del desierto, cuando perdió el control de su KTM y se golpeó contra el suelo en varias ocasiones. Los daños más importantes estaban en su cabeza, ya que sufrió un edema cerebral del que necesitaba atención urgente.
Además, también sufrió varias fracturas de consideración, siendo las más destacadas la de la vértebra C-2 y las de varias en las costillas, una de sus muñecas y la clavícula. Esta situación, unida a la parada cardiorrespiratoria que tuvo por el impacto, obligaron a los médicos a inducirle al coma para intentar salvar su vida.
Así ha pasado algo más de una semana, viajando entre Arabia Saudí y España, a donde había sido trasladado en las últimas horas para continuar con sus cuidados. Sin embargo, tras muchas horas de pelea, los médicos han terminado certificando que los daños neurológicos sufridos por Falcón eran irreversibles e incompatibles con la vida.
Con su muerte, el Rally Dakar vuelve a ser protagonista por una noticia desgraciada. Y es que ya son 74 las víctimas directas o indirectas que se ha cobrado la carrera desde que se celebrara su primera edición, allá por el año 1979. El Rally Dakar, además de ser la carrera más especial del mundo, también es la más dura y la más cruel, ya que los accidentes suelen ser trágicos.
Así son los peligros del Rally Dakar
El Rally Dakar es una carrera distinta a cualquier otra. Los pilotos que participan en ella se convierten en héroes solo con terminarla y es que no deja de ser el rally más extremo y complicado del mundo. Para sentirte vencedor de esta carrera, hay que doblegar el dolor, el cansancio, el calor, el frío, la noche y al desierto, quien se convierte en el peor enemigo de los pilotos durante cerca de dos semanas.
Ahora, toda la caravana del Dakar llora la muerte de Carles Falcón, piloto de motos del KTM Twin Trail. Su fallecimiento sirve para recordar que el motorsport, y en particular esta carrera, no son un juego, sino que son una amenaza constante y un nido de peligros que acechan en cualquier esquina.
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Ser piloto de motos en el Rally Dakar significa enfrentarse a los mayores peligros que se pueden afrontar, ya que ellos son los más vulnerables y los que más sufren las consecuencias de los infortunios. Ruedan a velocidades por encima de los 150 kilómetros por hora, casi tan rápido como los coches, pero lo hacen usando su cuerpo como escudo ante los golpes.
A pesar de que las medidas de seguridad han ido evolucionando con el paso de los años, destacan los últimos y modernos airbags que se están estrenando en las últimas ediciones celebradas en Arabia Saudí, los riesgos que se corren a esas velocidades son altísimos. De hecho, una de las consignas que se ha seguido en los últimos años es bajar la velocidad media o establecer tramos de velocidad controlada a través de radares para que también prime la seguridad. El Dakar, aunque no lo parezca, es una carrera de resistencia y de regularidad que año tras año rompe moldes de rapidez.
Pero compitiendo por lugares tan inhóspitos, ya sean dunas, pistas o terrenos pedregosos, las probabilidades de caer y de sufrir un accidente fatal se multiplican. Especialmente porque el polvo y la arena también provocan grandes dificultades a los pilotos para ver y leer el terreno e interpretar los peligros a los que se enfrentan.
El último ejemplo, por desgracia, ha sido el del español Carles Falcón, víctima de una brutal caída que ha sesgado su vida. Sin embargo, como su propio equipo ha expresado en un comunicado, ha muerto cumpliendo el sueño de su vida. Por eso, también los pilotos del Rally Dakar están hechos de una pasta especial.
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Otro de los peligros que conlleva esta carrera tan particular, además de los tortuosos escenarios en los que se disputa, es que muchas veces los pilotos se encuentran solos ante el peligro en situaciones de mucho riesgo. Cuando un corredor cae, especialmente de motos o de quads, puede pasar un largo tiempo hasta que es atendido y hasta que el helicóptero de la organización acude en su ayuda.
La organización del Dakar, con David Castera a los mandos, ha conseguido que la hermandad sea cada vez mayor en la prueba incluso entre los pilotos que disputan la prueba. Por ello, se devuelve el tiempo que un corredor pierde cuando para a ayudar a otro. Una cuestión que antes generaba muchas polémicas. Esa primera asistencia en cuestión de segundos o incluso avisar a los servicios de emergencia puede cambiarlo todo y salvar una vida. No obstante, no fue el caso de Carles Falcón, quien fue auxiliado por varios compañeros hasta que llegó el helicóptero médico.
La lista de 74 víctimas del Rally Dakar
Su fallecimiento ha abierto una vieja herida en la prueba más mítica del motor y es si los peligros que se afrontan son demasiados. Esta muerte es la número 74 que se produce alrededor del rally. Y a pesar de que las medidas de seguridad no paran de aumentar, parece complicado que sea la última.
El primer fallecido en la historia de la carrera fue Patrick Dodin, un piloto de motos que murió en Níger tras salirse de pista. Con su fallecimiento se puso en marcha un contador que ha alcanzado cifras que cortan la respiración. En 1981 fallecieron dos técnicos del equipo IVECO, Franco Druetta y Andrea Carisitres, en Tamanrasset (Argelia) y un año más tarde el motorista holandés Bert Oosterhuis. En 1983 se produjo la muerte de Jean-Noel Pineau al ser atropellado, y tres años más tarde falleció el también piloto de motos Yasuo Kaneko, de origen japonés.
El capítulo más negro de la historia del Dakar fue el de la edición de 1986. Un helicóptero en el que viajaba Thierry Sabine, creador de la prueba, sufrió un accidente en el que murieron cinco personas más. Además, 48 horas después del final de aquella edición, el piloto de motos italiano Giampaolo Marioni falleció después de haber sufrido una caída que le provocó una grave infección.
Durante estos años, el Dakar vivió una etapa negra, ya que en 1988 fallecieron seis personas. Uno de ellos fue el copiloto neerlandés Kees Van Loevezij, tras dar varias vueltas de campana con su camión. La misma suerte corrió el motorista francés Jean Claude Huger, que falleció víctima de una brutal caída. Además, en aquella edición murieron también dos niñas y una mujer adulta tras ser atropelladas en dos accidentes.
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Una de las muertes más dramáticas del Dakar fue la que se produjo en 1991 cuando el piloto de camiones francés Charles Cabannes murió tras recibir varios disparos en una emboscada que se produjo en el pueblo tuareg de Kadaouane, el cual estaba controlado por el ejército de Mali. Un año antes había muerto el expiloto finlandés Kaj Salminen.
En el año 1992 se produjo la doble muerte de los galos Laurent Le Bourgeois y Jean-Marie Sounillac, ocupantes del coche de asistencia del equipo Duc de Boulogne, el cual volcó en la localidad de Sabah, en Libia. El también francés Gilles Lalay falleció al chocar con su Yamaha contra un vehículo de asistencia.
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Dos años más tarde fallecía el belga Michael Sansen víctima de una brutal caída, mientras que en 1996 era el francés Laurent Gueguen quien no podía sobrevivir tras la explosión de una mina abandonada en el sur de Marruecos y que destrozaba por completo su camión Mercedes.
Ese mismo año también falleció una joven aficionada en la ciudad guineana de Tarembali tras ser atropellada por el motociclista Marcel Pilet y el primer español, Tomás Urpí, quien sufrió un accidente de coche en las proximidades de Rabat. El piloto murió en Tarrasa al no superar las heridas que se produjo después de que su coche diera varias vueltas de campana. Un año después, quien moría era el galo Jean-Pierre Leduc.
El final del siglo trajo tranquilidad al Dakar, y el primer muerto del XXI no llegó hasta el 2001. Un mecánico del equipo Toyota fallecía en un trágico accidente. La marca japonesa estuvo marcada por la desgracia ya que dos años después fallecía el copiloto de Daniel Nebot, el galo Bruno Cuavy, en Libia.
En el año 2005 llegó la segunda muerte española. El 6 de enero, el piloto de motos José Manuel Pérez 'El Carni' sufría una brutal caída que le obligaba a ser trasladado, días más tarde, desde Dakar hasta Alicante. Pocos minutos después de llegar al hospital, su cuerpo decía basta. Además, el italiano Fabrizio Meoni, ganador del Tuareg en 2001 y 2002, moría a causa de un paro cardíaco. Por último, dos motoristas belgas murieron también tras arrollados por un camión en plena carrera.
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El año 2006 se cobró otra vida, la del piloto australiano de KTM Andy Caldecott. Mientras que en 2007, quienes fallecían eran el motociclista sudafricano Elmer Symonds, de 29 años, y el piloto francés Eric Aubijoux, de 42. En el caso del galo, también se debió a un paro cardíaco.
Ya en 2009, el protagonista de otro capítulo trágico fue Pascal Terry, de 49 años, quien fue hallado muerto en la noche del 6 al 7 de enero. Y tres años más tarde se producía el fallecimiento del argentino Jorge Andrés Martinez Boero, tras un brutal accidente en la primera etapa.
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La desgracia tocó de nuevo a la categoría de motos en las tres ediciones siguientes con los fallecimientos del francés Thomas Bourgin, del belga Eric Palante y el polaco Michal Hernik, todos ellos víctimas de accidentes. Especialmente trágico fue el caso de Palante, cuyo cuerpo fue encontrado por un camión de asistencia que cerraba la prueba mientras yacía sin vida en el desierto.
Los últimos años han sido especialmente convulsos en el Rally Dakar, ya que en casi todas las ediciones ha habido que lamentar alguna víctima. En 2020, una de las más sentidas, la del motociclista portugués Paulo Gonçalves. Además, pocos días después de finalizar la carrera, moría el neerlandés Edwin Straver a causa de las heridas sufridas en una caída. En 2021 quien fallecía era el piloto de motos Pierre Cherpin, mientras que en 2022 era otro galo, Quentin Lavalée, mecánico del equipo PH Spot, tras un accidente de tráfico en un enlace.
Esta lista se ha completado ahora con el fallecimiento del piloto de Tarragona Carles Falcón, quien se había propuesto terminar este Dakar junto a sus amigos Isaac Feliú, quien también tuvo que abandonar por una avería, y Albert Martín. Su figura, que será recordada en todo el vivac durante la presente edición, permanecerá ahora imborrable y anclada al espíritu del rally más indomable del mundo.