Grândola
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Si alguna vez les preguntan qué es un rally, o cuánto de especial tiene el universo de los rallys, digan que los rallys son familia. En ese momento, cualquiera entenderá por qué estas carreras, y en especial todo lo que rodea y recuerda al Rally Dakar, es diferente, es incomparable y no tiene explicación

Los rallys son la convivencia en el vivac entre pilotos que unos minutos antes han ido al límite por jugarse la victoria. Los rallys son esas charlas bajo la lluvia donde nadie es copiloto ni piloto, todos son amigos, todos son compañeros, todos son hermanos. Los rallys son esas carreras en el campamento para intentar ayudarse unos a otros. 

Pero los rallys también son esa mano amiga que te da un vaso de bebida caliente cuando hace frío o un refresco cuando aprieta el calor. Y los rallys también son esos mecánicos trabajando hasta altas horas de la madrugada mientras todo el mundo duerme y descansa. Porque antes de que salga el sol, el circo de los rallys volverá a echar a rodar y todo necesita estar más que a punto para la batalla. 

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EL ESPAÑOL se desplazó hasta Grândola para conocer de primera mano cómo es vivir una prueba del Campeonato del Mundo de Rally-Raid desde dentro. Acompañados por Isidre Esteve y todo su equipo y de la mano también de Repsol, pudimos adentrarnos hasta donde nunca hubiéramos imaginado estar. Desde compartir confidencias con los pilotos hasta poder pasar unos minutos codo con codo y dentro de su propio coche con una leyenda de este universo como es Isidre. 

Una experiencia única de valor incalculable que, además, abre puertas necesarias como afirma el piloto del Repsol Toyota Rally Team: "Al final ves el rally por la televisión o por la prensa, pero un día vienes aquí y lo ves en directo. Cómo un coche llega a la curva y dices ostras, esto no es como en la televisión. Lo ves distinto. Cómo acelera el coche, como frena... Y luego tienes la oportunidad de subirte en ese coche y verlo desde dentro. Así puedes hablar con más propiedad de las carreras. Con más información después de haberlo vivido. Y para mí esto es lo importante de esta experiencia".

El sueño de Grândola

Aunque el origen de este viaje estuvo en un vuelo Madrid - Lisboa cargado de pequeñas anécdotas, el corazón de la experiencia estuvo en Grândola y en sus alrededores, donde se disputaban las últimas etapas del Rally Transibérico 2024. Este pequeño municipio portugués del Distrito de Setúbal, en la región del Alentejo, respira rally y te acoge con los brazos abiertos. 

Por eso, nada más llegar hasta el campamento donde se encontraban los pilotos después de su penúltima especial, y a pesar de lo desapacible de un clima marcado por el frío y por la lluvia, te dabas cuenta de la emoción de la gente, espectantes ante tanto alvoroto. Ilusionados con el sonido de los motores y alucionados ante tantos ídolos. Y poder estar dentro de todo eso, sintiéndote uno más de su circo, no tiene precio. 

Isidre Esteve en la etapa 5 del Rally Transibérico 2024 Repsol Toyota Rally Team / Mediagé Comunicación

Dentro del particular vivac, EL ESPAÑOL tuvo la oportunidad de saludar a Isidre Esteve y a su copiloto Txema Villalobos, con quienes pudimos estar charlando un rato, además de comprobar en su rostro y en su cuerpo las señales del cansancio después de un rally que estuvo marcado por la tensión de los pasos estrechos y por la adrenalina de la velocidad entre charcos y pistas embarradas. 

La pareja del Repsol Toyota Rally Team se mostró humilde y auténtica, como los anfitriones ideales que siempre han demostrado ser. Nos abrieron las puertas de su casa y, sobre todo, nos dieron su tiempo sin reparos. Y eso, te hace sentir en cierto modo parte de su gran familia. 

Pero a decir verdad, no fueron los únicos, ya que si algo tienen los rallys y si algo tienen aquellos que viven todo el año con la intención de brillar en el Dakar, es que son abiertos por naturaleza, entendiendo muy bien este juego necesario que el propio Isidre Esteve explica así: "Alguien tiene que correr, pero también alguien lo tiene que contar".

Aquella misma noche, antes de abandonar el campamento, EL ESPAÑOL pudo asistir a una clase magistral improvisada de quien en muy poco tiempo se convertirá en una leyenda del Dakar porque su talento y su velocidad recuerdan a los de los grandes de verdad. Seth Quintero, piloto del Toyota Gazoo Racing de tan solo 21 años y ganador de 20 etapas en categoría de T3, se remangó por completo para explicarnos, paso por paso, cómo era y cómo funcionaba su coche. 

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Desde su peso hasta su potencia pasando por todos y cada uno de los rincones en los que estos auténticos monstruos del desierto llevan escondidos herramientas y utensilios para intentar salir vivos de cualquier avería que les pueda suceder en mitad de la nada. Seth, showman por naturaleza, incluso disfrutó del momento haciendo dupla con su copiloto, el alemán Dennis Zenz, quien también mostró su simpatía natural, aunque en un estilo mucho más comedido. Por momentos, y sin importarles las altas horas, ambos formaron un dúo que nada tendría que envidiar a los reyes de la comedia mundial. Pero es que esto son los rallys, el hacerte sentir siempre comouno más. 

EL ESPAÑOL también tuvo la oportunidad de charlar y de recibir las enseñanzas de una pareja que promete hacer mucho ruido en el futuro más próximo del Rally Dakar. Lucas Moraes y Armand Monleón, a quienes los expertos sitúan en ese escalón de jóvenes llamados a dar el gran salto hacia las victorias y hacia los títulos. Junto a ellos, también pudimos disfrutar de sus experiencias, de sus anécdotas y de, por ejemplo, cómo trabaja un copiloto, gestionando el estado del coche, la lectura del roadbook y sus mil y una funciones mientras se acercan a toda velocidad a infinidad de peligros. 

Entre la noche cerrada, el ruido de motores y las linternas de los mecánicos trabajando sin descanso para tener los coches listos de cara a la última etapa, aguardamos las emociones que estaban por venir en la segunda jornada de esta experiencia espectacular. 

El rally desde dentro

Aunque la noche anterior se alargó, la mañana arrancó desde muy temprano. Entre la niebla, Grândola nos tenía preparado uno de los platos fuertes de esta gran experiencia: poder seguir un tramo del Rally Transibérico in situ, a solo unos centímetros del paso de las motos, de los coches, de los quads y de los vehículos ligeros. 

Aquello fue una sensación indescriptible y muy útil para darse cuenta realmente de lo arriesgado que es este mundo y de las maravillas que son capaces de hacer estos pilotos, hechos de otra pasta y con un talento natural sobrehumano. Por delante de nuestros ojos fueron pasando los Tosha Schareina, Carlos Sainz, Nasser Al-Attiyah, Isidre Esteve, Sebastien Loeb y compañía a toda velocidad, apurando en cada metro. 

Isidre Esteve y Txema Villalobos en el Rally Transibérico 2024 Repsol Toyota Rally Team / Mediagé Comunicación

Una prueba que, además, era muy diferente a lo que se encuentran cada año en el Dakar, como explicaba Isidre Esteve a EL ESPAÑOL: "Sabíamos que no era una carrera de navegación, era una carrera de conducción. Pero necesitas una carrera donde haya un pilotaje un poco más agresivo, más al límite en cuanto a zonas de bosque, a zonas más cerradas, porque esto es un aprendizaje más".

No obstante, con lo que no contaban era con tanta agua: "No teníamos previsto que lloviese tanto ni que hubiese tanto barro, pero a veces es bueno hacer carreras en condiciones diferentes. En el desierto siempre hay un día que llueve y te permite tener ese feeling".

Para muchos de estos pilotos, volver a competir cerca de casa después de haberse acostumbrado en los últimos años a hacerlo en zonas como Marruecos, Abu Dhabi o Arabia Saudí, también es un valor añadido: "Creo que es importante tener una carrera de rally en Europa para todos, para la disciplina, para los patrocinios, para las fábricas y para los pilotos. Y luego, es muy importante tener una carrera cerca de nuestra afición".

Este año, el Rally Transibérico (Rally de Portugal) ha formado parte del Campeonato del Mundo de Rally-Raid, el cual consta de cinco pruebas. Ya se ha disputado el Dakar, el plato fuerte, y en febrero se corrió también el Abu Dhabi Desert Challenge. En junio llegará el Desafío Ruta 40 en Argentina y en octubre el Rally de Marruecos.

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Volviendo a la técnica, viéndoles pasar tan cerca por un lugar tan estrecho, tenían que hacer una larga recta donde se encontraban un banco de arena para después tomar una curva a derechas casi en ángulo de 90 grados atravesando una puerta, se podía comprobar el diferente estilo de pilotaje de cada uno. Quien decidía frenar antes y quien lo hacía después para salir con mayor o menor velocidad y tracción tras el giro.

Y después, mientras los vehículos desaparecían entre el bosque, sobre todo los coches, perderles de vista a la par que sus motores rugían sin parar, provocando un escalofrío de emoción y adrenalina a partes iguales que te recorría todo el cuerpo. Era curioso incluso escuchar la alerta auditiva que les saltaba a las motos al paso por ese banco de arena, definido como una zona peligrosa. Un disfrute sensorial a otro nivel. 

Por si esto fuera poco, durante aquella mañana, el equipo de Repsol ofreció una charla distendida junto a Dolores Cárdenas, una de las líderes del proyecto de la marca que pretende potenciar el uso de los combustibles renovables tanto en calle como en competición. De hecho, desde allí, pudimos comprobar como pilotos como Isidre Esteve, que usa este tipo de gasolina en su Toyota Hillux, compiten en igualdad de condiciones y prestaciones que el resto de sus rivales. 

Además, el propio piloto del Repsol Toyota Rally Team se mostraba encantado de poder tener tan cerca al equipo que crea el combustible que después lleva en su coche: "Esta carrera nos ha permitido trabajar cerca de la gente de Repsol Lab en el desarrollo de los combustibles renovables. Estaban en la carrera, viendo los datos de los diferentes coches y así es más fácil mejorar". 

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Tras vivir desde dentro cómo es un rally del más alto nivel, pudimos volver al vivac y desde allí seguir compartiendo tiempo con las estrellas de este deporte. No solo con Isidre Esteve y con su copiloto Txema Villalobos, sino también con ganadores del Rally Dakar como Carlos Sainz o Nasser Al-Attiyah y con jóvenes promesas como Tosha Schareina. Pasar unos miuntos charlando con ellos en un ambiente distendido e informal y poder conocer sus experiencia en el Rally Transibérico fue, nuevamente, un momento inenarrable por la sensación de cercanía y proximidad hacia el deportista, algo cada vez más difícil. 

El día finalizó con un encuentro muy especial con Isidre Esteve y todo su equipo. A la luz de la luna y al calor de un pequeño fuego, el piloto catalán, junto a su mujer Lidia, su copiloto Txema y varios de sus mecánicos, compartió confidencias e historias de su extensa y brillante carrera. Y es que, lejos de lo que pudiera parecer, a Isidre le encantan este tipo de experiencias donde EL ESPAÑOL pudo colarse. Para él, la presencia de la prensa también es necesaria dentro de este gran espectáculo. 

"Una cosa sin la otra no puede funcionar. Nosotros sabemos que nuestros patrocinadores tienen unos compromisos. Pero nosotros también. A mí me gustan experiencias así. Sobre todo en mi caso, creo que es muy interesante que podáis ver desde dentro del coche cómo son las cosas. Veis que Isidre tiene otro trabajo ahí dentro (risas). Es mi manera de explicar cómo hacemos las cosas. A mí me gusta porque lo disfruto muchísimo".

Mano a mano con Isidre

Y vaya si las disfruta. A la mañana siguiente, EL ESPAÑOL tuvo la oportunidad de ver desde dentro dos aspectos muy importantes de todo este proyecto. El primero, que un coche de rallys impone exactamente igual aunque en su depósito lleve combustible renovable. Al menos, desde el asiento de Txema Villalobos, que es el pudimos ocupar, no se aprecia diferencia alguna. 

El segundo aspecto, el más espectacular, fue comprobar in situ que, efectivamente, Isidre Esteve tiene un trabajo extra cuando pilota al máximo y rodeado de peligros. Durante esa mañana tuvimos una espectacular sesión de 'codrive', una experiencia de copilotaje por un circuito absolutamente roto y embarrado en el que el piloto catalán se empleó al máximo para hacernos disfrutar y para ponerse él también a prueba. 

Un día de copilotaje con Isidre Esteve

La mayor evidencia de que Isidre se tomó también muy en serio esta experiencia es que, preguntando a su copiloto Txema Villalobos, nos confirmó que él siempre va a tope: "¿Que si va al 40% de sus posibilidades? No, no, él siempre va al 100% si se lo permite el coche".

Lo cierto es que ver desde dentro a Isidre negociar las curvas con el coche completamente cubierto de barro en todos sus cristales y cruzado por las derrapadas fue una sensación sin parangón. En esos momentos compruebas que una imagen vale más que mil palabras. Pero también los sonidos, escuchando al coche subir de revoluciones, a las suspensiones trabajando al máximo, los golpes con las piedras, el agua de los charcos cayendo a bloque sobre la luna delantera y el capó... Era como estar escuchando a la orquesta Filarmónica de Berlín tocando para nosotros en una experiencia 360. La vida real superando la ficción. 

Todo fue tan real que incluso tuvimos un momento de emoción máxima en el que Isidre tuvo que salirse del circuito para poder hacerse con el coche al no poder negociar bien una curva por culpa del barro: "Este coche tiene tanta potencia que si hay mucho barro no puede traccionar bien". Así explicaba el piloto el contratiempo a la par que dejaba su enésima broma: "Pero mejor, ¿no? Así son las carreras de verdad, con emoción". Y es que Isidre nos puso hasta deberes, ya que en mitad de esa montaña rusa de emociones teníamos que buscar los botones del agua, en el panel de mandos, y del limpiaparabrisas, junto a nuestros pies, para poder limpiar una luna que se había convertido en un mural de barro. 

Dentro de este particular y asombroso viaje, tuvimos tiempo para compartir algunos detalles con Isidre Esteve que, por ejemplo, nos explicó que el mecanismo que lleva en su coche, con un volante de tres aros para poder acelerar, frenar y dar gas, lo creó una empresa italiana. "Ellos te dan todo de base y después con nuestros mecánicos y nuestros ingenieros lo hemos ido adaptando"

Lo más complejo de este sistema son los frenos, para los cuales tiene muy poco espacio. Por ello, necesita que estén muy a punto: "Si nos pasamos, me quedo sin frenos enseguida. Son lo más sensible del coche". Hubo tiempo incluso para darnos algún truco de conducción como que cuando el coche se nos va, lo que no hay que hacer es frenar porque las ruedas se bloquean y no te haces con él: "Tienes que acelerar y controlarlo, hacerlo derrapar. Es lo contrario de lo que muchas veces hacemos. Si las ruedas están bloqueadas, el coche corre más y no puedes controlarlo".

El futuro de Isidre Esteve

Dentro de esta experiencia tan indescriptible, Isidre Esteve sacó unos minutos más para hablar con EL ESPAÑOL sobre varios puntos, especialmente de su presente más reciente y de su futuro. El español llegó al Rally Transibérico tras un Dakar agridulce: "Dimos un paso hacia delante en competitividad muy importante. Me divertí muchísimo". Sin embargo, los problemas en el Empty Quarter arruinaron una carrera que apuntaba al Top20. 

Después de correr en Arabia, surgió la oportunidad de adelantar la vuelta a la competición con este Rally de Portugal que les ha hecho cambiar un poco sus planes estos meses, aunque en el aspecto más positivo: "Han sido más activos de lo normal". Este curso han empezado a competir mucho antes, ya que lo habitual era hacerlo en la Baja Aragón, en julio. "No hemos parado del Dakar aquí". 

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"Ahora voy a parar un poco antes de competir en el Rally de Marruecos en octubre, aunque haremos test en mayo, junio y finales de julio". Y es que el 2024 se presenta muy movido para Isidre, Txema y todo el equipo de Repsol y Toyota, ya que volverán a dar un salto de calidad. El plan es pasar del actual motor V8 de su Hillux al V6 biturbo en el Rally de Marruecos para llegar al nuevo Dakar a punto.

"Tener este proyecto ya asentado es una garantía, es una motivación y sobre todo es una tranquilidad. Somos unos privilegiados por trabajar con la gente de Repsol, de Toyota y de todos nuestros patrocinadores. Nos elimina inseguridad y nos permite planificar y trabajar con tiempo. Así haces menos errores". 

Además, las cosas en Portugal les fueron tan bien que les ayudó a recuperar parte de la motivación que el desastre del Empty Quarter les arrebató: "El resultado es un elemento de motivación para el equipo, para seguir trabajando. Después del sabor agridulce del Dakar, necesitábamos un buen resultado deportivo para seguir creyendo". 

Si todo va bien, el objetivo en el Dakar de 2025 será ocupar esa plaza entre los mejores que este año se les ha resistido entre tantos problemas: "Sabemos que hay un grupo de pilotos donde está Carlos Sainz, Nasser Al-Attiyah o Sebastien Loeb junto con otros cinco más que están por delante. Pero después viene un grupo de unos 10 o 15 pilotos entre los que podemos estar. Muchos son de la nueva generación y no tan experimentados". 

Isidre Esteve celebra junto a todo su equipo su buen resultado en el Rally Transibérico 2024 Repsol Toyota Rally Team / Mediagé Comunicación

"Tenemos que luchar en esas plazas. Y luego, tal como vaya la carrera, puedes consigues hacer el 20, el 15 o el 12. Tenemos que estar en esta segunda horquilla de los pilotos más top que hay y creo que el cambio de coche, el tener un proyecto tan sólido como el que tenemos, el tener un proyecto deportivo durante el año, nos tiene que permitir dar ese pasito para estar en este segundo grupo de pilotos".

Con esta motivación y con estas ganas se hace imposible que Isidre Esteve, a sus 51 años, pueda pensar en la retirada: "Tengo muchísimas ganas porque veo que siempre vamos mejorando. Mientras tengamos un proyecto que nos apoya y sobre todo que sintamos que formamos parte de algo, que para mí esto es muy importante, iremos hacia delante. Ahora, con Repsol, con Toyota y con el resto de nuestro equipo seguimos formando parte de algo".