El pasado 16 de junio, Miguel Molina (Lloret de Mar, 1989) hizo historia al ganar una de las pruebas más importantes del motorsport mundial: las 24 Horas de Le Mans. Con ese triunfo, el piloto catalán entraba en la leyenda, ya que se convertía en el tercer español en hacerlo tras dos mitos como Fernando Alonso y Marc Gené. Y además de todo, Molina cumplía su gran sueño de la infancia con la marca más deseada de todas, Ferrari, que regresó a la prueba en 2023 tras 58 años de dolorosa ausencia.

Ahora, Miguel está viviendo la cara más placentera y vertiginosa del deporte y del motor, la del éxito. La de abrir el móvil y tener cientos de mensajes felicitándole, la de ser el centro de atención de todos los medios de comunicación y la de ser una estrella en las celebraciones de la escudería más prestigiosa de todos los tiempos. 

Sin embargo, hubo un día en el que no todo estaba bañado por el dorado del éxito y del champán. Hubo un día, o quizás más de uno, en los que Miguel Molina se planteó dejarlo todo. En los que no le veía sentido a tantos sacrificios, ya fueran propios o de su familia y entorno. Momentos en los que las victorias no llegaban y en los que las puertas se iban cerrando. 

De todo eso se acordó Miguel estando en lo más alto del podio de las 24 Horas de Le Mans junto a sus compañeros Antonio Fuoco y Nicklas Nielsen, con quienes ya rozó el triunfo el año pasado. Una vez se bajó del Ferrari número 50, después de casi 7 horas y media al volante, Molina sintió la paz del deber cumplido. Esa que le abandonó cuando tuvo que renunciar a luchar por ser piloto de Fórmula 1 o que le fue esquiva en sus primeros años en el DTM, ya como piloto profesional a pesar de que todavía era un niño. 

Pero el catalán ha sabido reponerse de todos los golpes y de todas las dificultades para labrarse un camino de éxito demostrando que hay vida más allá de la Fórmula 1 y acumulando triunfos como sus victorias en la Europeans Series de Le Mans (2021) o en las 24 Horas de Spa (2021). Ahora, Miguel Molina habla y se abre de par en par con EL ESPAÑOL mientras sueña con ganar el Campeonato del Mundo de Resistencia tras haber sido tercero los dos últimos años.

Miguel Molina (d) junto a sus compañeros Antonio Fuoco y Nickas Nielsen en el podio de las 24 Horas de Le Mans. Imagen Cedida / Ferrari Media

¿Cómo se siente un ganador de las 24 Horas de Le Mans?

Después de ganar las 24 Horas de Le Mans siento tranquilidad. Mucho más tranquilo a nivel deportivo. Muy contento porque es un resultado por el que llevo trabajando desde hace muchos, muchos años. Sobre todo por lo que tiene esta carrera, que es una de las más grandes del mundo y de las más difíciles de ganar. Es muy dura. Entonces llevo tanto tiempo trabajando por este objetivo que ganar te da esa tranquilidad de decir que por fin ya lo has hecho.

¿Dirías que es un sueño cumplido? ¿O es algo tan grande que cuando uno está empezando ni se imagina que puede hacer y se conforma con poder ser piloto?

Creo que poco a poco te vas poniendo objetivos y te vas poniendo sueños a cumplir. Pero sí que es cierto que llevo muchos años siguiendo esta carrera por lo que conlleva, por ser tan legendaria, tan histórica y tan importante. Entonces podría decir que sí, que era un sueño poder conseguir ese resultado.

Ya lo era quizá antes, cuando competía en GTs, que era la otra categoría, pero tener la opción que he tenido en Ferrari de intentar conseguirla en la categoría máxima y en la general de las 24 Horas, pues aún se hacía mucho más atractivo y me generaba muchas más ganas. Creo que sí era un sueño y puedo decir que este sueño ya se ha cumplido.

Me hablabas ahora de Ferrari. Vienes de ganar las 24 Horas de Le Mans y lo haces con la casa más grande. ¿Qué significa eso? ¿Tiene un sabor más especial todavía?

Sí, porque Ferrari empezó en el motorsport en las 24 Horas de Le Mans. Entonces la historia de Ferrari se amplía y se hace más grande con esta victoria que hemos conseguido. Ser uno de los pilotos que gana las 24 Horas de Le Mans con un Ferrari es muy, muy especial. Muy contento en este sentido también.

¿Qué significa para ti formar parte de la familia Ferrari?

Formar parte de Ferrari es algo tan difícil de describir porque va más allá de ser un trabajo. En Italia son muy pasionales y lo viven mucho. Entonces, todo eso se contagia. Llevo ya siete años en la marca y cuando estoy en allí, en Maranello, realmente se vive toda esta pasión, este sentimiento de pertenencia, te lo transmiten y lo vives mucho más intensamente. Todos los resultados que salen se viven mucho más intensos.

Si no recuerdo mal, en el 2021 ya ganaste en las European Series allí. Parece que tienes un idilio con Le Mans, ¿no?

Sí, también hice tercero GTs... Como digo, yo creo que siempre ha sido un objetivo y donde hemos puesto la máxima energía posible para poder conseguir buenos resultados y simplemente pues este año ha salido todo redondo, nos salió todo. Todas las decisiones que tomamos fueron adecuadas, no hicimos ningún error. Entonces era el día. Tocaba. Y así fue.

Cuando haces tercero en Le Mans, ¿qué es lo que piensas? ¿Te ves tan cerca que sientes que has perdido la oportunidad o te da ambición para decir que estás para pelear por la victoria y que por eso puede llegar?

El año pasado estábamos luchando por la victoria y ganó el otro coche y lo vivimos. Estábamos tan, tan cerca que desde el lunes siguiente de la carrera, tanto mis compañeros como yo queríamos volver a Le Mans porque notamos que habíamos perdido una oportunidad de conseguir algo muy importante y queríamos volver para volver a probarlo.

Y realmente, como digo, este año pusimos muchísima energía, muchísimas ganas. Todo ha sido perfecto. Y conseguimos la victoria. Entonces yo creo que lo que sucedió el año pasado nos ayudó para conseguir este resultado este año. Y aprendimos mucho. Aprendimos de la experiencia y de las ganas para afinar todos esos detalles. Todos los detalles para poder conseguir el resultado final.

Cuando eres niño tu objetivo es la Fórmula 1, pero en 2009 tuve que tomar la decisión de convertirme en piloto profesional. Mi objetivo era poder vivir de esto.

Yéndonos un poco a tus inicios, como muchos pilotos en España empiezas en el karting y luego pasas a los Fórmulas. ¿Tu sueño era llegar a la Fórmula 1?

Hasta un cierto punto sí, porque lógicamente cuando eres un niño tienes un objetivo que es la Fórmula 1 porque es la máxima exponencia del automovilismo, lo más mediático, lo que se conoce más. Pero bueno, hubo un momento en el 2009 que tuve que tomar la decisión de probar la Fórmula 1, con unas posibilidades muy remotas de éxito porque había que buscar muchos apoyos económicos, o convertirme en piloto profesional del automovilismo. Ahí dije que mi objetivo era poder vivir de lo que me gusta y en el 2010 empecé a ser profesional de esto y desde entonces pues me dedico a tiempo completo.

¿Quiénes eran tus ídolos o en quien te fijabas cuando estabas empezando?

Nunca he tenido un ídolo o alguien idolatrado y que quería ser como él. Nunca he sido una de estas personas. Pero sí que he tenido pilotos referencia. Lógicamente, Alonso fue uno de ellos por todo lo que hacía cuando yo estaba en el karting. Él estaba en su mejor momento, que sigue estando en su mejor momento porque vemos que nunca se le acaba. Pero cuando él estaba en Renault y ganó su primer campeonato, fue un boom muy, muy importante para España y para los pilotos españoles. Luego siempre he tenido a Raikkonen, no sé por qué, pero es uno que me gustaba cómo competía. Quizás han sido los dos pilotos más referentes que he tenido.

Y de la actualidad, ¿hay algún piloto con el que te identifiques por su forma de pilotar o por su personalidad tanto dentro como fuera de la pista?

Es difícil hacer comparaciones porque todos somos cada vez más completos y es difícil. No sabría decirte a quién puedo parecerme.

Ahora tenemos otro piloto español que también está fuera de Fórmula 1 que está teniendo éxitos como Alex Palou. ¿Son carreras como la tuya y como la de Alex un ejemplo para todos aquellos que se obcecan con la Fórmula 1 y que no ven que hay vida y hay éxito más allá de la Fórmula 1?

Sí, yo creo que así es. Yo en el 2010 tenía 19 años y ahí ya me dediqué profesionalmente al automovilismo. Lógicamente, para los pilotos jóvenes, que haya ejemplos fuera de la Fórmula 1 y que vean que son pilotos que se ganan la vida, que son profesionales de este mundo y que además pueden ser ejemplos de conseguir resultados importantes permite ver que hay mucha vida más allá de la Fórmula 1. Y yo siempre lo he defendido. Entonces, tanto con Alex en Estados Unidos como podría ser yo en el mundo de la Resistencia demostramos que hay vida más allá.

He pensado en dejarlo muchas veces, sobre todo cuando empezaba, porque la economía familiar no podía progresar al nivel de todos los costes que tenía.

Ahora estás viviendo lógicamente el éxito, pero ¿ha habido algún momento en el que estuviste cerca de dejarlo?

Muchas veces. Ha habido momentos difíciles, sobre todo al principio, tanto en el karting como en los Fórmulas, cuando empezaba, porque por la economía familiar no podía progresar al nivel de todos los costes que tenía. Entonces, por suerte, estuve dentro del programa de pilotos de la Generalitat de Cataluña, del Circuit, que me apoyaron desde bien pequeño. Estuve seis o siete años dentro de ese proyecto y gracias a ellos yo he podido ir evolucionando y he podido ser lo que soy ahora, porque si no a nivel familiar era imposible.

¿Por qué empezaste a ser piloto?

Fue bastante fácil porque mi padre ya era piloto. Tenía y seguimos teniendo un equipo de karting. Entonces era fácil entrar en el mundo. Al principio es cierto que a mí no me gustaba mucho, pero bueno, poco a poco. Cuando ganas la primera carrera y ves que se te da bien, pues cambian las ideas. Pero me fue fácil por este sentido, porque mi padre ya estaba dentro del mundo, trabajaba, enseñaba a pilotos y entonces pues lógicamente me introdujo en el automovilismo.

Hablabas antes de lo que significan los esfuerzos familiares. ¿Tú en algún momento viste esas dificultades en tu familia o esos sacrificios que hacían por ti? ¿Te sentías un poco egoísta en el fondo? ¿Cómo gestiona eso un piloto desde pequeño?

Sí es verdad que en ese momento me mantuvieron bastante al margen para que no me influyera. Pero después, cuando he sido más mayor y me han explicado qué sacrificios hicieron, pues lógicamente si lo hubiera sabido, quizá, sobre todo cuando las cosas iban mal, hubiera dicho que mejor dejarlo para no ir más allá. Pero bueno, gracias a creer y a trabajar muy duro, pues todo ese esfuerzo que se hizo en ese momento lo hemos podido materializar y sobre todo hacer ver que valió la pena.

Después de los Fórmulas pasas a los DTM y en los años 2015 y 2016 empiezas a conseguir victorias importantes. ¿Es un click en tu carrera ese momento?

Todos los años que estuve en el DTM, que fueron siete si no recuerdo mal, desde el 2010 al 2016, fueron años muy duros, pero a la vez me hicieron crecer muchísimo como piloto y me hicieron entender de una forma diferente el automovilismo. Porque trabajar para una marca y competir con siete pilotos más que tienen tus mismas herramientas es duro.

El Ferrari número 50 de Miguel Molina en las 24 Horas de Le Mans. Imagen Cedida / Ferrari Media

Fueron años difíciles y donde aprendí mucho y al final pude demostrar que esos siete años que estuve ahí sirvieron para algo. Y todo eso pues después también me ha ayudado en la actualidad a gestionar momentos que quizá son de duda o de más dificultades. Todas esas experiencias fueron muy importantes y me han ayudado muchísimo.

Después pasas a los GTs y también empiezan a aparecer pruebas como Le Mans. ¿Qué enseñanza te dejaron esos años?

Pues sobre todo entender otra disciplina del motorsport como es la Resistencia. Entender cómo son las carreras, entender que no siempre puedes estar arriesgando al máximo, saber gestionar tus momentos de trabajo, de carreras y saber dónde puedes arriesgar más y donde puedes arriesgar menos. Todos estos años han sido importantes para aprender y coger toda esta experiencia para que en momentos importantes como ha sido quizá este año, poder ponerlo todo encima de la mesa y hacer una carrera perfecta.

¿Cómo se prepara un piloto para correr en Resistencia? Porque al fin y al cabo todos asociamos al piloto con la velocidad en carreras de una hora, hora y media o dos horas donde tienes que ir al máximo. Pero la Resistencia exige otro perfil y cambiar ese chip.

A nivel físico también te has de preparar de una manera diferente porque es importante saber recuperar y que tu cuerpo también crea más fatiga al cabo de 24 horas compitiendo. Pero a nivel mental es muy importante esa preparación porque como comentas, cuando corres en sprint sabes que es una hora o una hora y media y tienes que darlo todo.

Pero cuando son carreras de resistencia tienes que saber interpretar muy bien la carrera, tienes que saber hasta qué punto puedes arriesgar en momentos puntuales. También, como tienes cambios de tiempo, cambios de situaciones, pilotar por la noche... Entonces tienes que estar muy atento a percibir esos cambios y saber interpretarlos porque un error en esos momentos puede alterar totalmente el resultado final. Entonces esa es la parte más importante y donde tienes que trabajar más para poder extraer el máximo.

Volviendo un poco al territorio Ferrari, ¿cómo se gestiona tu fichaje y cómo fue tu llegada?

En los dos últimos años estando con Audi ya hubo un interés de Ferrari para que cambiara de marca. Cuando acabé el contrato con Audi me puse en contacto con ellos y fue bastante fácil, la verdad. Hicimos un test con un GT que fue bien y ya empezamos a trabajar. Con mi jefe, Antonello Colleta, siempre hemos tenido una relación muy natural, muy fácil. Desde el primer momento ha ido todo bien. Ya llevo siete años por esta naturalidad y esta facilidad que desde el primer momento me pusieron y creo que me integré a la perfección en esta marca.

Me comentabas antes que el nombre de Fernando siempre aparece como un referente. ¿Que tu nombre ahora esté junto al de Alonso y al de Marc Gené, que son personas muy ligadas a esta marca, qué significa para ti?

Es seguir la historia de Ferrari y seguir la historia de Le Mans. Eso le da una importancia muy grande y te dice que no es fácil ganar en Le Mans y que no todo el mundo lo puede conseguir. Que haya habido solo tres tres pilotos en España, donde hay tanta tradición de automovilismo, que hayan podido ganar las 24 Horas de Le Mans te hace ver que esta carrera es muy importante y es muy difícil de conseguir. Entonces yo creo que hay que darle toda esa importancia. Estoy muy contento de seguir esa historia y esperemos conseguir más para poder ampliarla.

Los deportistas de élite tenéis siempre muy dentro el gen de la ambición. ¿Qué retos quieres conseguir ahora? ¿Dónde está tu mente puesta y en qué objetivos piensas?

Casi al lunes siguiente, lo primero que hice fue mirar la clasificación del campeonato. Entonces ahora el objetivo claro es intentar luchar por el Campeonato del Mundo, que lo tenemos ahí. Estamos en una posición muy buena para lucharlo. Estamos a solo nueve puntos de los primeros y quedan cuatro carreras todavía. Entonces creo que ese es el objetivo a corto plazo. Empezando dentro de dos semanas en la siguiente carrera en São Paulo.

Y si nos saliéramos incluso de la resistencia y te dieran a elegir una competición que te gustaría ganar, ¿con cuál te quedarías?

Ahora es difícil porque antes cuando siempre me hacían esta pregunta eran las 24 Horas de Le Mans (risas). Y ahora pues no lo había pensado todavía.

A lo mejor tenías un sueño de niño.

Es que Le Mans era el objetivo y el sueño.

Bueno, puede ser repetir.

Repetir estaría bien, pero quizá... No sé. A ver, yo creo que está Indianápolis, está el Dakar, está Mónaco que lo veo totalmente descartado... El Dakar tampoco es algo que me haya llamado mucho la atención aunque sí que es cierto que es una carrera que sigo, pero como es una disciplina tan diferente, la puedo ver muy, muy lejana.

Miguel Molina (i) celebrando su victoria en las 24 Horas de Le Mans. Imagen Cedida / Ferrari Media

Indianápolis podría ser esa carrera. Así que hablaré con Alex ahora que lo dices a ver si hay alguna opción, que lo veo difícil, lógicamente, pero quizá podría ser una carrera interesante. Aunque sí que es cierto que da mucho respeto Indianápolis por todo lo que es en sí la carrera con esas velocidades... Da respeto. Pero bueno, por decir un nombre, quizá podría ser una buena opción.

Hemos hablado antes de pilotos como Marc Gené y como Fernando. Te quiero preguntar también por Carlos Sainz. ¿Qué opinas de él?

A Carlos lo conozco desde que es pequeño. Es de unas generaciones más joven que yo y siempre la relación que he tenido con él ha sido muy natural. Nos hemos visto en el karting, no solo con Carlos Júnior, sino con Carlos sénior también, y la relación ha sido muy natural siempre. La última vez que lo vi fue en el paddock de una carrera de Fórmula 1 el año pasado. Alguna vez hemos intercambiado algún mensaje y muy bien. Tenerlo en Ferrari es un honor y ha sido un honor por todo lo que vendrá a partir del año que viene.

¿Qué mensajes has recibido desde que has ganado? ¿Has recibido alguno que te ha sorprendido porque no te lo esperabas o por la importancia del personaje?

He recibo muchísimos y los acabé de responder hace muy poco.

¿Respondéis a todos cuando os pasa algo así?

Mira, hasta ahora, cuando había habido algún resultado bueno y había recibido muchos mensajes, quizá no los había respondido todos. Pero estos me dije, tengo que responderlos porque si han dedicado un momento para poder felicitarme creo que se merecen una respuesta. Y los he respondido todos. No sé si tuve 300 mensajes en WhatsApp y otros tantos más en Instagram sobre todo. Y les respondí.

Al final mucha gente del mundo del deporte me escribió porque también estuve en una época en el CAR de Sant Cugat donde conocí a deportistas. Muchos pilotos del automovilismo también, casi todos con los que he coincidido desde el karting hasta otras categorías. Sobre todo españoles, pero también extranjeros. Entonces muchos, muchos mensajes.

¿Darías algunos nombres?

Me los guardo (risas). Pero nombres importantes. Aquí han salido dos. Bueno, han salido tres.

Podemos jugar ahí con algunos entonces.

Por poner algunos Oriol Servià, Marc Gené porque lo teníamos ahí, Fernando, los dos Carlos... Así los más importantes, pero sin despreciar a los otros pilotos y deportistas que me han felicitado. La verdad es que se agradece porque se alegran por el resultado y también por la persona. Entonces es bonito.

Para terminar. Cuando te diste cuenta que habíais ganado y cuando estabais celebrando el título, ¿de qué personas te acordaste?

Pues de mi familia, de mis hijos... Pero no solo de personas, también de todo el trabajo que ha habido detrás, de tantos años que he peleado y de tanto sacrificio. Eso es en lo que más he pensado durante estos días porque ha sido muy duro pasando tanto tiempo fuera de casa.