El Rally Dakar tiene una nueva estrella. No lo dice ella, ya que su humildad desbordante no le permite ni siquiera jugar con esa idea en su mente. Pero lo dicen los aficionados, lo dicen sus rivales, lo dicen sus compañeros y lo dice hasta David Castera, director de la carrera. Y es que la llegada de Cristina Gutiérrez (Burgos, 1991) a la categoría reina ha despertado una expectación única.
La piloto burgalesa ha dado en este año 2024 el salto a la categoría de coches por la puerta grande. Ha iniciado un gran proyecto dentro de un nuevo equipo como Dacia, una marca que se estrena con el gran reto de ser la primera en ganar el Touareg en el año de su debut. Para intentar conseguir este sueño no estará sola, ya que a su lado tendrá a dos estrellas mundiales.
A un lado, el cinco veces ganador de la carrera, Nasser Al-Attiyah. Y al otro, quien fuera nueve veces Campeón del Mundo de Rallys, Sebastien Loeb. La española, además, hará historia en esta edición ya que se convertirá en la primera piloto de nuestro país en formar parte de un equipo oficial.
Las tres estrellas intentarán llevar al éxito al nuevo Dacia Sandrider T1+, un coche que ha nacido con muy buenas sensaciones, pero que se enfrentará al siempre difícil reto de debutar en la prueba más exigente del mundo. Hasta ella llega con una ilusión desbordada Cris Gutiérrez tras abandonar la categoría T3 hace menos de un año.
Después de llevarse la victoria en la general tras un desenlace agónico de la prueba, incluso cruzó la meta sin saber que había conseguido el triunfo, la española aterriza cargada de motivación y de nervios. Ha conseguido dejar atrás su consulta de odontología y por fin ha vivido un año donde se ha sentido piloto profesional de verdad, el cual ha dedicado a hacer más test que competiciones.
Sin embargo, llega tras brillar en el Rally de Marruecos donde ha conseguido rodar con los mejores sin exprimir su nuevo Dacia, aunque descubriendo poco a poco hasta donde pueden llegar sus prestaciones. Un feeling que le hace soñar en grande, aunque sin perder de vista el objetivo de aprender el máximo en su 'debut'.
Ahora, a pocos días de viajar rumbo a Arabia Saudí para afrontar un Dakar completamente diferente, Cristina Gutiérrez atiende a EL ESPAÑOL para poner en valor su nuevo camino, para valorar la nueva hornada de pilotos que llegan e incluso para recordar cómo fue su emocionante paso por Valencia para ayudar a los afectados por la DANA.
Quedan menos de 20 días para que empiece el Dakar. ¿Cómo estás ahora mismo? ¿Tienes ya esos nervios y esa adrenalina por dentro?
Sí claro, como dices, ya no queda nada. También es la costumbre, van a ser nueve años viviendo esto. Ya preparando las maletas para que no falte de nada. Y luego pues con muchas ganas. Tengo ese nerviosismo de querer llegar ya, pero bueno, con calma también porque están las Navidades por delante y hay que aprovecharlas con la familia.
¿Cuándo viajas a Arabia? Me imagino que te da tiempo a pasar estas fechas con tu familia, ¿no?
Bueno, me da tiempo a pasar Nochebuena y Navidad porque el día 31 volamos a mediodía para allá.
¿Y cómo es tu calendario de aquí hasta que viajes? ¿Cómo vas a cerrar estas semanas que quedan de preparación?
El coche no está aquí porque embarcaron todos ya a finales de noviembre y como tardan un mes más o menos en llegar, pues ese tema ya está como aparcado. Y a nivel físico sí que es verdad que una preparación bastante especial, centrándonos mucho en llegar lo mejor que podamos a estas fechas y sabiendo que en Navidad siempre se para un poquito y uno se relaja con las comidas y eso. Pero bueno, por el resto muy contenta y muy motivada que al final es lo que nos mueve a hacer estas cosas.
Ahora nos vamos a ir a unos meses atrás, más o menos hasta hace un año, cuando ganaste el Dakar en la categoría de T3. ¿Cuánto te ha cambiado la vida ganar el Dakar? ¿Echas de menos tu consulta después de este año que has vivido más profesionalmente todavía la aventura de ser piloto?
(Risas) Sí, probablemente donde más haya cambiado mi vida es en esa parte, en el haber dejado de trabajar en la clínica. También el haber empezado en una nueva categoría, en la máxima y con un equipo oficial, que también la experiencia de estar en un equipo oficial está siendo increíble. Es como que cambia todo, esto es súper profesional, todo está bajo la lupa.
Entonces, estamos aprendiendo muchísimo. Es una vida al 100% dedicada al motor que era algo inimaginable al principio cuando empecé a competir. Y ahora, hacerlo realidad es algo increíble. Así que quizás sea esa la parte que más haya cambiado. Y de momento no echo de menos la clínica (risas), pero seguramente cuando se acabe todo esto, pues siempre estará ahí.
Este 2024 ha supuesto un salto muy grande para ti. ¿Cómo te sientes dentro de Dacia, de tu nuevo equipo y de un proyecto que se presupone tan grande?
Pues muy bien. La verdad es que me han recibido con los brazos abiertos desde el principio, transmitiéndome confianza y tranquilidad, también porque ellos entienden que para mí llegar aquí y sentir toda esta presión no ha sido fácil. Entonces ellos desde el primer momento me han quitado esas presiones que siempre vienen más desde fuera. A nivel personal también me ha servido de motivación, me ha servido para que yo esté tranquila en el día a día.
También mi posición este primer año es de absorber todo lo que pueda, todos los conceptos, todas las formas de trabajo, las dinámicas y la verdad es que el sentimiento que me han generado es de familia, de amigos, de todo muy cercano y de trabajar con gusto, de ir prácticamente con una sonrisa a cada prueba.
Me imagino que estará siendo un poco un sueño para ti, pero que no todo habrá sido un camino de rosas. ¿Qué ha sido lo más difícil de esta adaptación para ti y para Pablo dentro de este nuevo ecosistema y del nuevo coche?
Como hemos cambiado de categoría y cambiado de coche... También notamos que es más grande, más pesado, que la velocidad punta es mayor... Notamos ese cambio de ritmo. A nivel de navegación, antes todo llegaba más tarde y más lento y ahora la navegación es muy rápida. Hemos tenido que adaptar incluso la comunicación entre Pablo y yo para poder llegar a tiempo a las viñetas.
Y luego pues a nivel de conducción también cambia un poquito, las inercias del coche, el adaptarse al límite... Porque lo que antes no podías hacer a fondo, ahora puedes pasar a fondo y a más. Y entonces, bueno, esa adaptación a través de los kilómetros ha sido bastante buena porque hemos tenido suerte y nos han dejado entrenar bastante durante todo el verano.
¿Qué es para ti lo mejor y lo peor de este nuevo Dacia?
Lo mejor quizás sea el balance en el equilibrio del coche que en cualquier terreno se mueve increíble. Han hecho un concepto de coche que es muy equilibrado y el centro de masas está muy bien distribuido, muy abajo y muy en el medio. Es un coche muy compacto, lo cual te hace conducirlo de manera técnica muy bien. Y quizás lo malo, que es el primer año. Y bueno, todos sabemos que el primer año siempre es complicado para una estructura nueva, para un equipo nuevo, para un coche que ha visto la luz hace pocos meses. Entonces, sabemos que jugamos con ese hándicap de juventud, pero bueno, hasta el momento ha ido bastante bien todo. Ya veremos en el Dakar.
¿Ves este coche ganando en el Dakar por encima de Ford y de Toyota?
Hombre, verlo claro que lo veo, porque ya te digo que durante los test y la carrera en Marruecos ha ido muy bien. Nos hemos sentido muy cómodos, muy rápidos. Sería algo increíble el primer año ganar con una estructura nueva y un coche nuevo porque nunca ha pasado en la historia. O sea, sería hacer historia para la marca. Pero bueno, verlo lo veo. Otra cosa es que siempre hay que ir con esa humildad porque la carrera te puede poner en tu sitio en cualquier momento. Entonces yo creo que hay que respetar mucho la carrera e ir viendo día a día lo que va pasando.
¿Cómo va a ser para ti compartir equipo con dos leyendas como Nasser Al-Attiyah y Sébastien Loeb? ¿Puede ser una buena manera de pasar un poco desapercibida y sorprender o te mete más presión porque al final los pilotos siempre os comparáis con vuestros propios compañeros lo primero?
A mí al revés. Tengo muy buena relación con ellos incluso desde antes de llegar a Dacia, especialmente con Seb porque compartimos equipo en la Extreme E. La adaptación con ellos ha sido súper buena porque encima han sido pilotos muy abiertos a comunicarse conmigo, no se han guardado nada. Si me tenían que decir algún fallo me lo decían. Si me tenían que decir que algo estaba bien me lo han dicho. Entonces siempre ha sido una relación muy buena.
¿Presión por estar con ellos? Realmente no, porque si me quisiera comparar con ellos estaría volviéndome loca porque son pilotos que son leyendas ya. Les respeto deportivamente y personalmente muchísimo. Y lo único que puedo sacar de esto es cosas positivas, poder aprender de los mejores. Entonces lo estoy aprovechando como un aprendizaje, como un máster en todo tipo de carreras porque no solo en el Dakar son buenísimos, son buenísimos en otras disciplinas y me está sirviendo muchísimo como piloto.
¿Has notado tu evolución con el coche desde que empezaste los test de esta temporada hasta la competición en Marruecos? Y sobre todo, ¿a qué porcentaje de tu nivel te sientes y cuánto margen de potencial te queda?
Bueno, un piloto de coches no puede ir al límite desde el principio porque ir al límite desde el principio hace que tengas un accidente, que destroces el coche y eso no es agradable. Entonces tienes que ir buscando el límite poco a poco sin llenar el vaso de golpe. Eso requiere muchos kilómetros. Es verdad que desde que empecé, desde que cogí el coche por primera vez al ritmo que puedo llevar ahora, hay un mundo de diferencia.
Incluso nosotros para ir aprendiendo cosas y demás tenemos la telemetría del coche y con los ingenieros he trabajado muchísimo porque ellos ven la calidad de la frenada, la calidad del giro, de la suspensión, de cómo tomas los saltos, los baches... Y tenemos la información de dos de los mejores pilotos del mundo. Ya te digo que ha sido como un máster porque lo que puedes hacer tú sola conlleva muchos años de aprendizaje y con ellos tienes esa base y esa información. A mí me ha hecho ganar mucho tiempo de aprendizaje. Obviamente no estoy en mi tope porque es mi primer año y no he hecho ni siquiera un Dakar en la máxima categoría, pero es verdad que me siento muy a gusto. Ya veremos qué tal va el Dakar y probablemente aprenda muchísimas cosas allí.
¿Te hubiera gustado competir más o crees que los pasos que habéis dado son los correctos?
Yo creo que lo que hemos hecho es lo que se tenía que hacer, que es entrenar mucho durante el verano en test porque al final es donde vemos información, si falla cualquier cosa, vemos cuánto dura cada pieza y es importante para todos. También son test de durabilidad. Y luego obviamente solo quedaba la carrera de Marruecos antes del Dakar. Entonces yo creo que más no se podía haber hecho.
Entrando un poco en materia de este nuevo Dakar, van a ser 5.152 kilómetros de especiales, más de 7.700 kilómetros en total con los enlaces... Se prevé que va a ser un Dakar muy largo. El propio David Castera en la presentación decía que estaba muy orgulloso porque va a ser un Dakar de resistencia. ¿A ti esto te gusta también?
Sí, aunque me cueste decirlo, los Dakares de resistencia y de dureza me vienen bien porque soy una piloto que me gusta ir de menos a más y leyendo la carrera, cuanto más duro sea y más cosas pasen, más posibilidades tenemos los pilotos que no somos tan rápidos como Sébastien, como Nasser o como Carlos. Entonces, bueno, yo creo que va a igualar mucho las fuerzas y sobre todo va a recaer mucha importancia en la estrategia de las etapas porque hay muchas etapas en las que abren los coches, vamos por separado y yo creo que va a ser un Dakar también de mucha estrategia más que de ser rápido.
Me decías que eres una piloto que te gusta ir de menos a más, pero este Dakar va a empezar muy intenso. A las primeras de cambio vais a tener esa etapa crono de 48 horas con casi 1.000 Kilómetros. ¿Te da un poco de respeto este inicio tan fuerte y que no te vaya a dejar tampoco mucho margen a la adaptación?
Lo respeto porque el segundo día ya te meten mil kilómetros sin asistencia, va a ser un corte bastante importante. Pero como te digo, yo creo que es importante no empezar con demasiadas ganas, aunque no sabemos el ritmo que va a llevar la gente. Entonces yo creo que hay que centrarse en uno mismo, ir haciendo kilómetros, porque si el segundo día ya quieres meter ahí un zarpazo... Pues te quedan diez días por delante. Entonces no tiene mucho sentido. Así que yo creo que lo que hay que hacer es salir poco a poco, ir leyendo un poquito la carrera y ver cómo va saliendo todo.
Me comentabas ahora otra de las novedades que tiene este Dakar. Van a ser las etapas que vais a ir separados coches y motos y que no vais a tener esas marcas para seguir. ¿Te parece buena idea? ¿Crees que van a marcar mucho el desenlace de la carrera porque las últimas jornadas van a ser así?
Sí, sí, por supuesto. La primera semana obviamente llama mucho la atención porque tenemos la etapa de 48 horas y la maratón. A nivel de dureza la primera semana va a ser muy fuerte, pero luego es que la segunda semana no hay que perderle tampoco el respeto porque aquí la navegación va a ser clave y no estamos acostumbrados a ir sin marcas de motos desde el primero.
Entonces creo que va a ser importante incluso ir despacio para no perderse, porque se nota mucho cuando abres porque esa visibilidad que tiene un piloto de motos poniéndose de pie y teniendo visibilidad 180 grados, nosotros en coche no la tenemos. Vamos más bajos y la navegación en coche sin marcas va a ser muy complicada. Entonces sí se va a notar que los que vayan en ese momento arriba van a estar súper cautelosos de no salir abriendo.
Que vaya a ser un Dakar de más dunas y arena y de menos piedras, ¿puede ser bueno para ti también? Sobre todo a la hora de evitar esos pinchazos o esas averías que al final siempre complican mucho la carrera.
Bueno, luego los pinchazos incluso ocurren sin ir rápido y sin arriesgar. Muchas veces piensas bueno, voy tranquila, voy perdiendo tiempo, pero sé que voy segura, y luego tienes pinchazos igual. Entonces también hay parte de suerte en esas piedras que están mal puestas de repente para ti y para otros no. También hay que contar con eso. A ver, sí que es verdad que si hay situaciones complicadas, etapa de piedras y eso... Pues al final a mí yo creo que me beneficia este Dakar. Hemos visto otros años que la diferencia ha sido por segundos y creo que este año no va a ser así.
Una de las cosas que todo el mundo destaca es que está muy abierta la categoría de coches. ¿Tú te atreverías a dar un número de cuántos pilotos ves con opciones de ganar y de estar ahí arriba?
Pues sí, este año por lo menos siete pilotos yo creo que pueden ganar. Es un Dakar muy abierto porque hay estructuras nuevas, hay equipos con muchas ganas y con mucho apoyo y pilotos increíbles, no solo los que ya había, sino pilotos jóvenes que han dado el salto como yo desde el Challenger y sé que son rápidos como se ha visto con Guillem de Mevius, que quedó segundo en Challenger. Sé de dónde venimos, cómo lo pueden hacer, la gente joven que ha ascendido a la categoría máxima y eso quiere decir que hay más pilotos con posibilidades de hacer un buen resultado.
Que el día que se presentó el recorrido David Castera destacara tu nombre como la abanderada de la llegada de estos nuevos pilotos jóvenes que me dices y que destacara la llegada de una mujer ahí arriba, ¿qué te hace sentir? ¿Te hace sentirte una de las estrellas de este nuevo Dakar?
A ver, estrella no porque nunca he sido muy de darme mucha importancia, pero sí que me hace sentir ese orgullo, y sentir que podemos abrir el camino a nuevas generaciones y que otras marcas oficiales se atrevan a apoyar o a apostar por jóvenes. En el Dakar hace falta porque hay como una parte de pilotos más maduros y otra parte de pilotos que están intentando acceder a la máxima categoría y no es nada fácil.
Ya te digo que lo que me ha pasado a mí creo que es la lotería de mi vida porque no es nada fácil. Al final hay tres o cuatro estructuras potentes y tienen tres coches por estructura como mucho. Entonces es muy difícil encontrar el sitio y que esté pasando esto es algo positivo y que me hace sentir orgullosa. Sobre todo, sentir que el trabajo que hemos hecho durante 15 años que llevo compitiendo ha merecido la pena, igual que todo este esfuerzo depositado.
Es muy recurrente que el nombre de Cristina Gutiérrez se asocie al hecho de hacer historia en el motor y en el Dakar. Pero es que este año otra vez se vuelve producir un hecho histórico y es que vas a ser la primera piloto española en un equipo oficial en la historia del Dakar. ¿Cómo te tomas esto? Siempre rompiendo barreras y siempre rompiendo moldes.
Ya, la verdad es que no lo había pensado. Pues muy bien la verdad. Contenta porque estamos abriendo camino y crecer y ser la primera quiere decir que no ha habido muchas antes de mí. Entonces lo importante es que cada vez las chicas que quieran hacer esto lo vean como más accesible. Porque yo cuando empecé a competir pues no lo veía accesible, lo veía imposible. Entonces hemos tenido que ir como inventándonos el camino y viendo o fijándonos en otras personas porque es muy importante tener referentes, ya sean femeninos o masculinos.
Pero asociarte con un deportista que transmite unos valores y ver cómo él ha afrontado ciertas situaciones y rodearse también de un buen grupo de familia o de amigos para en los momentos malos que van a venir, salir adelante. Pero contenta de ir marcando esos pasitos, también a nivel español porque se me está reconociendo, lo estoy viviendo y lo estoy sintiendo, así que muy contenta de cómo se me está tratando.
Llegas a este Dakar como campeona del año pasado, pero con una corona que no puedes defender al estar en otra categoría y deseando la corona que tiene Carlos, alguien contra quien no competías. Es un poco rara esa situación, ¿no?
Sí (risas), a ver, también sé que fue la mejor despedida posible. Muy contenta porque nunca me hubiera imaginado cerrar una etapa así. Es que además fue el último año. Ha sido el mejor desenlace que podía haber tenido. Y como que me dieron ganas de empezar esta nueva etapa con mucha confianza. Obviamente ahora sé mi posición y no quiero hacer suposiciones este primer año, pero sobre todo tomarme estos tres años de Dacia para intentar encontrar mi mejor versión y veremos hasta dónde podemos llegar.
¿Qué objetivo te pones en este primer Dakar? ¿Con qué resultado te irías contenta? Aunque obviamente me imagino que ganando, ¿no?
Claro (risas). A ver, ganar son palabras mayores. Y sobre todo viendo, por ejemplo, a Sébastien Loeb. Todos sabemos quién es y aún no ha conseguido un Dakar. Entonces, si piensas así, te das cuenta de que ganar el Dakar son palabras mayores. No solo hay que ser rápido, sino que tienes que tener esa pizca de suerte, de estrategia... Tienen que pasar muchas cosas para ganar un Dakar. Pero sí que en Marruecos me vi entre los diez primeros pilotos y no teníamos problemas. Obviamente, al Dakar va a venir más gente, van a venir más pilotos. Entonces, si hiciéramos un Top15, pues sería algo bonito para el primer año. Y un Top10 sería increíble.
¿Y si se alinean todos esos astros y ganaras o hicieras podio? ¿Has pensado en alguna dedicatoria o alguna celebración o tienes algo en mente?
(Risas) No lo he pensado y si ocurriera prefiero improvisar algo.
Y ya por último Cristina, te quería preguntar por una experiencia que viviste hace unas semanas. Me refiero a cuando pasaste por Valencia para ayudar a los afectados por la DANA. ¿Cómo decidiste ir y cómo te impactó todo lo que viste? No sé si te trajiste enseñanzas que algún día incluso te puedan servir en una carrera tan dura y tan difícil como es el Dakar para superar momentos de apuro.
Todo esto fue porque yo venía de un viaje y se pusieron en contacto conmigo. Un grupo de 4x4 que les había contactado un grupo de bomberos, una asociación que trabajaban como voluntarios y les hacían falta 4x4 con gente experimentada y con capacidad de arrastre, porque no era plan de llevar allí cualquier cosa y ponerte a tirar coches. Y les hacían falta vehículos más ligeros que camiones o excavadoras, porque había calles más pequeñas que las principales en las que no entraban y entonces había que sacar coches de ahí. Tenía los medios y me bajé.
Ya sabía a lo que íbamos, pero nunca me imaginé la dimensión y el destrozo que había sido. Algo lo imaginas, pero hasta que no fui allí no lo sentí del todo. Vuelves tocado. Te llegan muchas historias de la gente. O ves señores mayores pidiéndote comida. Era una situación surrealista. Los pueblos tan afectados y en Valencia estaba todo como si no hubiera pasado nada. Y a 10 kilómetros estaba todo como arrasado por una bomba. Una vivencia bastante dura y una lección de todas las personas que fueron allí a ayudar, de los voluntarios, de que hoy lo tienes todo y mañana no... Te ayuda a valorar lo que se tiene y a valorar el tiempo.
Sería bonito si pudierais uniros Carlos, Nani, Laia, Isidre, tú... Un poco los pilotos españoles en el Dakar, cuando estéis allí, para hacer algún tipo de homenaje. Se me ocurre la idea, aunque es difícil, de que podría estar bien mandar un mensaje desde allí, ¿no?
Sí la verdad. Mira, ahora que lo has dicho pues igual se lo digo. Es verdad que los tiempos en el Dakar a veces son un poco diferentes para cada piloto y cuesta un poco reunirnos. Hay veces que ni nos vemos en el Dakar, pero seguro que lo planteamos y buscamos el momento para hacerlo.