En la temporada de su debut en la Fórmula 1 se ha convertido en el mejor español en pista, terminando en la general por delante de su ídolo y logrando una quinta posición en la calificación de Montmeló, donde hace una década acudió por vez primera para conocer al piloto que le ha servido de inspiración.
“Con 10 años fui al Gran Premio de España para ver a Fernando Alonso y allí dije que quería ser como él. Este año me he clasificado allí por delante de un Ferrari, Williams y Red Bull. Ahí fue cuando me di cuenta de que había cumplido el sueño de verdad, ahí es donde Fernando se clasificaba con el Ferrari en muchas carreras y ahí estaba yo con una sonrisa”, recuerda Carlos Sainz durante un acto organizado por Estrella Galicia en el circuito del Jarama, donde se midió a Tito Rabat, que la próxima campaña debutará en MotoGP.
Sainz sigue admirando a un ídolo que se ha terminado convirtiendo en amigo. “Ante le miraba, pero no hablaba. Era superior a mí. Fernando es un dios y ahora también es un amigo”, asegura el piloto español, quien desvela que siendo rookie en la F1 ha tenido especial cuidado cuando ha tenido que adelantarle: “Este año he estado mucho tiempo con él en pista y nos hemos adelantado, pero con él dejas un 3% de margen a la hora de adelantarlo porque es Fernando y no quieres fastidiarle la carrera, Con otro es distinto y si puede perder otras dos plazas, mejor”.
Tras la campaña de su estreno en la F1, el piloto de Toro Rosso es consciente de que ha llegado la hora de la verdad y reconoce que 2016 será una temporada decisiva en su carrera como piloto. “Va a ser un año que puede marcar mi carrera profesional, aunque para mí ya empezó en Abu Dhabi porque fue el primer fin de semana sin problemas. Eso me ha motivado para llegar más fuerte. El motor Ferrari debe darnos unos 50 ó 60 cv más al inicio del año. Es complicado saber dónde estaremos, quizás un poquito más adelante, sobre todo la primera mitad. El objetivo para 2016 será el top 6 ó 7 y si llega el podio, bienvenido sea. Lo importante es alcanzar consistencia, pero es precipitado sin saber como irá el coche”, resume Sainz, que se atrevió a dar un par de vueltas al circuito Jarama sobre la moto de Tito Rabat, aunque fuera de paquete.