Madrugar y sentir que te han tomado el pelo, que te han robado el espectáculo por el que apostabas, en el que tanta ilusión habías puesto con la esperanza de que este año fuera diferente a los dos últimos es duro, muy duro.
Si madrugar sienta mal, gastar millones y millones de euros para estar en la Fórmula 1 como ha hecho Gene Haas para traer un equipo americano a la categoría y verse relegados casi al final de la tabla por un sistema de clasificación absurdo que no ha dejado ver el potencial del equipo, debe ser aún más frustrante.
Helmut Marko ha dicho los que los aficionados piensan y gritan a través de las redes sociales: “Es una completa basura”. No puede denominarse de otra forma un sistema que permite a Hamilton bajarse del coche en el pitlane a más de dos minutos para el final de la Q3, mientras Vettel en tercera posición se viste con ropa de calle y las cámaras enfocan a coches parados en los box.
Hasta hoy los últimos cinco minutos de clasificación han sido la peor de las pesadillas para los cardiólogos de todo el mundo, por el desbocado sprint que sufren las pulsaciones de los aficionados que asistían a luchas por la primera plaza que no cesaban hasta la última milésima de segundo del tiempo permitido.
Esta madrugada Bernie Ecclestone, Jean Todt y toda la Fórmula 1 se han reído en la cara de los aficionados al robarles el espectáculo y las emociones con un formato que solo premia a los equipos más grandes y más fuertes. Deja a los modestos, McLaren-Honda incluida en palabras del propio Fernando Alonso, condenados a posiciones de comparsas sin oportunidad de participar salvo honrosas excepciones de quienes no defraudan nunca, como la pareja de estrellas emergentes que forman Verstappen y Carlos Sainz.
Pero, esta madrugada, el nuevo sistema ha conseguido destrozar hasta el espectáculo de la pareja de pilotos de Toro Rosso. ¿Hubiera podido Sainz terminar por delante de Verstappen?. Nunca lo sabremos porque el infame sistema de clasificación les ha privado de la oportunidad de rodar libremente para mejorar sus tiempos durante la Q3.
Tampoco lo han intentado los Ferrari. Tras la bofetada recibida por Hamilton y sus tiempos nada más comenzar la sesión, han renunciado a intentarlo conscientes de no disponer ni del tiempo ni de las oportunidades, prefiriendo salvar un juego de gomas nuevo para usarlo en carrera el domingo.
Se dice que una imagen vale más que mil palabras y a veces más que mil declaraciones. Vettel ha finalizado tercero, pero en rueda de prensa estaba en vaqueros, con ropa de calle, sin una sala gota se sudor sobre el rostro. Esta es la nueva imagen que la Fórmula 1 nos ha brindado en el estreno de la temporada.
Con este panorama y la superioridad mostrada por Mercedes potenciada por las nuevas reglas, ¿quién va a pagar por madrugar y ver este suicidio colectivo en TV? Niki Lada, Toto Wolff y los principales responsables de los equipos se reunirán este domingo para tratar de parar el desastre que entre todos acaban de poner en escena. La idea del paddock, mientras las redes sociales y los medios claman al cielo, es regresar desde el próximo GP al viejo sistema de clasificación.
Quizás deberían escuchar a Carlos Sainz Jr, que lo ha dejado muy claro al identificar a quién está dirigido el producto F1: “Esto tiene que gustar a los que ven la TV”. ¿A usted le ha gustado?.