Hamilton-Rosberg: la luna de miel que no pasó de la primera noche
¿Respetarán ambos pilotos las reglas impuestas por Mercedes para detener su enfrentamiento?
8 julio, 2016 00:19Noticias relacionadas
La "luna de miel" a la que Lewis Hamilton hacía referencia poco antes de llegar a Austria no ha aguantado el ‘contacto’ de la primera noche. El nuevo conflicto entre el inglés y Rosberg, compañeros en el equipo Mercedes, ha enfurecido a la plana mayor del grupo automovilístico de la estrella. Las aguas parecían haberse calmado tras los problemas técnicos que sufrió Lewis Hamilton durante un Gran Premio anterior, que terminó por agrandar la brecha de puntos que le separa de su compañero de escudería.
Verdad desmentida
La resaca de Bakú dejó patente el desencanto y la frustración del británico, que destrozó su habitación del circuito (como admitió el jefe no ejecutivo del equipo, alemán Niki Lauda). El austríaco, tres veces campeón del mundo, llegó incluso a afirmar que su piloto había falseado su relación con su compañero en sus declaraciones a la prensa.
A pesar de que la vieja gloria del automovilismo se ha tenido que retractar de sus palabras esta semana (desmintiendo mediante un comunicado oficial todas sus declaraciones al canal de televisión), lo que no puede ocultar Lauda es el clima de tensión que se está viviendo en el equipo alemán a pesar de que continúen dominando el mundial a placer.
Máxima rivalidad interna
La rivalidad en el equipo es máxima y se incrementa a medida que en la cabeza de Lewis Hamilton comienza a hacerse realidad la posibilidad de que Nico Rosberg le robe la corona de campeón del mundo, que luce con orgullo entre las 'celebrities' más cotizadas del momento.
Para Lewis Hamilton su verdadero rival era Sebastian Vettel, pese a que su compañero de equipo cuenta con su mismo monoplaza. El británico nunca se había creído que su 'socio' alemán pudiera ser una amenaza, después de haberlo batido en cada ocasión en la lucha por el título. Pero ante la 'desaparición' de Ferrari de los primeros puestos, un irreconocible Nico Rosberg atraviesa el mejor momento de su carrera y amenaza a su compañero cuando hace poco tiempo nadaba en el anonimato.
El reconocimiento de la amenaza de Rosberg sobre el título que le haría igualar a Vettel en número de mundiales ha hecho despertar a la bestia que Hamilton lleva dentro: ha sacado las dotes de lucha en pista de un piloto que nunca se rinde ante la adversidad y nunca da una batalla por perdida, como pudo verse durante el controvertido Gran Premio de Austria.
Sean verdaderas o falsas las afirmaciones del británico sobre el estado de su relación con Nico Rosberg, lo cierto es que el idilio (que posiblemente nunca existió) no ha aguantado las ‘caricias’ de la primera noche de luna de miel. El enfrentamiento acérrimo puede llevar al traste el trabajo construido con tesón por parte de Mercedes.
Reglas militares de compromiso de Mercedes
La última semana del equipo alemán con sede en Brackley ha estado marcada por reuniones al máximo nivel para tratar de encauzar una situación que ha ido creciendo desde los roces en la primera curva de las pruebas de arranque del Mundial hasta el cuerpo a cuerpo del Gran Premio de España, con el colofón de la lucha fratricida en la última vuelta en Austria.
En la sede alemana de la casa de la estrella no ha gustado nada que los titulares de medio mundo ni tan siquiera mencionaran la victoria de una de las balas de plata y que la imagen de uno de los mayores fabricantes del planeta fuera portada en los medios por un accidente provocado entres sus dos pilotos a pocas curvas del que habría sido el enésimo doblete histórico.
En Mercedes han decidido poner fin a esta situación y han trasladado la reprimenda sufrida por Wolff y Lauda a los pilotos mediante un comunicado que aclara las reglas de juego de aquí al final de la temporada.
"Libre competición"
“Nuestros pilotos han sido informados de que son libres de competir por el campeonato del mundo”. Las amenazas de principios de semana parecen matizarse con una carta de libertad para gloria de los apasionados que deben contentarse con la lucha interna entre Hamilton y Rosberg ante la ausencia de resistencia convicente por parte de Ferrari y Red Bull.
La presunta libertad de acción de los pilotos vienen no obstante matizada por la cúpula Mercedes al marcar los limites por parte de estos a partir del inminente Gran Premio de Inglaterra, que se celebrará en Silverstone este fin de semana. “Esta libertad viene con una responsabilidad por parte de nuestros pilotos de respetar los valores del equipo”.
Los alemanes no están contentos con la victoria, sino que buscan aplastar a los rivales. A pesar de tener el título de constructores en la mano, y también casi el de pilotos (ante la incapacidad de Ferrari y Vettel de asustar de verdad a los Mercedes), los cincuenta puntos perdidos en las últimas carreras como consecuencia de tres incidentes pesan mucho en Stuttgart.
El comunicado oficial de Mercedes deja claro que a partir de ahora, como si de un soldado en una acción militar se tratara, los pilotos estarán sometidos a unas “reglas de compromiso” establecidas para cerrar la sangría de puntos en el Mundial de constructores, el que las marcas automovilísticas más valoran.
La amenaza de las órdenes de equipo
"Si los conductores no respetan las reglas de compromiso revisadas, podremos imponer órdenes de equipo como solución de último recurso”. La temida amenaza de la que Lewis Hamilton no quería ni oír hablar a principios de semana, consciente de que el perseguidor puede ser siempre el más perjudicado por la decisión de un equipo conservador, se ha hecho realidad.
Si los pilotos continúan con el cuerpo a cuerpo, recibirán desde el muro una orden que deberán aceptar sin rechistar. Cada uno deberá valorar sus propias acciones a partir de Silverstone, en una lucha de alta tensión en la que aún no se ha dicho todo ni dentro ni fuera de la pista.
¿Cómo afecta esto a Rosberg?
Nico Rosberg se encuentra en medio de una negociación por su renovación en el equipo, que puede ser un punto de debilidad a la hora de ‘desobedecer’ una orden, pero el alemán quizás debería plantearse si es mejor ser campeón del mundo y salir de Mercedes o perder la que podría ser su última oportunidad de ser campeón (como su padre) y seguir en el equipo.
¿Y a Hamilton?
Lewis Hamilton, por su parte, no tiene problemas con su contrato, y su naturaleza de ganador garantiza a los aficionados que en cualquier circunstancia dará el máximo. El actual campeón sabe lo que es ganar un Mundial en la última curva de la última vuelta de un Gran Premio. Con el contrato asegurado, la estrella británica tiene poco que perder. Felipe Massa sabe muy bien de lo que hablamos; quizás su experiencia puede servir a Rosberg la próxima vez que su monoplaza se empareje con el de Hamilton, hecho que por descontado ocurrirá de aquí al final del Mundial.