Red Bull ha sorprendido a los estrategas de Ferrari tras el doble undercut. Primero, blindando a Max Verstappen y, recientemente, al madrileño Carlos Sainz. Además, Nico Rosberg solo trata de conseguir una extensión de su contrato con el equipo que puede darle el título con el que iguale el palmarés de su padre como campeón del mundo. En este contexto, las opciones de Ferrari de encontrar un piloto para el futuro se agotaban.
Desde Silverstone, sin ni tan siquiera esperar al Gran Premio de casa en Monza, el equipo de Maranello ha anunciado la renovación por un año más del último piloto que se hizo con el mundial pilotos a bordo de un Ferrari.
El equipo del Cavallino Rampante ha preferido pensar a largo plazo antes de fichar a Grosjean, Pérez o Bottas. Cualquiera de esas opciones implicaría un contrato de más de un año con un piloto que no necesariamente aportaría un factor diferenciado que marcara las diferencias.
Esperando a Hamilton
La estrategia de Ferrari pasa por asegurarse un volante libre de cargas, sin cláusulas de rescisión en el caso de que Lewis Hamilton decida cambiar anticipadamente de aires a finales de la temporada 2017, algo que cambiaría el rostro, las prestaciones y hasta los equilibrios de fuerza de la Fórmula 1.
Lewis Hamilton vive momentos difíciles en Mercedes al enfrentarse con un Nico Rosberg en plena forma. El piloto alemán se muestra capaz, quizás, por primera vez de verdad, de batir al tres veces campeón del mundo.
Cómo termine esta temporada y una vez verificado el potencial de cada equipo y los nuevos monoplazas de 2017, que deben volver a enamorar a los aficionados por belleza y prestaciones, serán los elementos claves que pueden inclinar la balanza de un Lewis Hamilton que sabe que no se llega a alcanzar la gloria absoluta en el automovilismo mundial si no se llega a pilotar para Ferrari.
El británico firmó en 2015 un contrato con Mercedes hasta 2018, pero lo cierto es que este no será el último y el gossip del paddock siempre hace referencia a las cláusulas de de ‘salida’ anticipada que podrían estar contempladas en una renovación cualificada en 117 millones de euros.
El piloto británico nunca ha dado un no rotundo por respuesta a la posibilidad de verse vestido de rojo ante las preguntas de los periodistas durante este año. Hamilton, por su parte, es un buen cliente de los super-deportivos de calle de la marca italiana con los que se ha dejado ver en público en más de una ocasión.
Raikkonen, en 2017, seguirá
Estrategia de futuro o no, Kimi Räikkönen se mantiene en la primera división de la Fórmula 1 un año más garantizando. Una armonía total en Ferrari gracias a su fantástica relación y complicidad con Sebastian Vettel.
Este último factor ha sido determinante para el equipo italiano, que está inmerso al cien por cien en la renovación interna y la lucha por alcanzar la competitividad necesaria para poder de pelear de verdad y en serio por un mundial ausente durante nueve años de las vitrinas que guardan el palmarés más grandioso de la historia del campeonato.
Con la especulación de pilotos cerrada, el equipo se centrará plenamente este verano en el coche de 2017, toda vez que el gran esfuerzo de regeneración puesto en marcha por Arrivabene y los suyos el año pasado no ha dado los frutos esperados.
2017 es la fecha que los tifossi están esperando para desempolvar las banderas del Cavallino, a la espera de la silueta del nuevo monoplaza que estará en manos de unos pilotos queridos y de sobra conocidos.
Por su parte, el piloto finlandés ha dejado caer esta mañana su peculiar visión de su renovación mostrando a los medios su satisfacción especialmente porque “finalmente pararán de hacerme preguntas sobre la renovación”.