El primer día de entrenamientos de Fernando Alonso de cara a las 500 Millas de Indianápolis no estuvo exento de una anécdota curiosa. Ocurrió durante una de sus 110 vueltas al famoso óvalo de la ciudad estadounidense, cuando, de forma accidental, absorbió y desintegró con su monoplaza a dos pájaros que se cruzaron en su trayectoria. Imposible evitar el fatal desenlace rodando a 300 kilómetros por hora.
Tras su primer día de entrenamientos, el bicampeón del mundo de Fórmula Uno se mostró "divertido" a la par que novel al estrenarse en el mundo de la Indy Car. La primera toma de contacto estuvo "bien para coger información", acostumbrarse a "la velocidad" y descubrir un circuito más "estrecho" que en el simulador.
"No estoy tan cómodo como lo estaré dentro de dos semanas", reconoció el asturiano, al que le llega un mes de mayo cargado de entrenamientos para las 500 millas, que se disputarán el próximo día 28. Volverá a rodar en la tarde de este mismo jueves.