Enésimo desastre de Ferrari. Ni el joven Charles Leclerc pudo salvar los muebles. El piloto monegasco no tuvo su fin de semana. En Suzuka, Sebastian Vettel le ganó la partida y salió por delante del monegasco en la parrilla.
Ya en carrera, las malas noticias y los problemas seguirían para Leclerc. Una mala salida le costó un golpe con Verstappen cuando su Red Bull ya le había ganado la posición por el exterior. Ambos coches quedaron tocados y el piloto de Ferrari fue sancionado. Max debería abandonar vueltas más tarde la carrera.
Pero ese incidente permitió ver una de las maniobras más insólitas de todo el Mundial. Leclerc, que ya había tenido que pasar por boxes para cambiar el alerón delantero, tuvo que hacer la mítica curva 130R a fondo y sujetando como podía su retrovisor izquierdo que estaba a punto de desprenderse. La imagen es espectacular. Leclerc, a un mano, enfrentándose a una de ls curvas más difíciles de todo el calendario.
Leclerc reconoció su error
Al final de la carrera, Leclerc reconoció su error: "Tuve una mala salida. Me distraje. Vi a Seb moverse un poco, y luego mi tiempo de reacción fue muy malo. Y con Max simplemente cometí un error, claramente. Yo estaba por dentro y al estar detrás de Seb perdí un poco la parte delantera. Normalmente necesitas anticiparte a este tipo de cosas y no lo hice. Sí, fui el responsable".
[Más información: Bottas se impone a Vettel y Hamilton en el Gran Premio de Japón: Sainz, quinto]