En las últimas semanas se está viendo el lado más reivindicativo de Lewis Hamilton. El seis veces campeón del Mundial de Fórmula 1 está aprovechando su posición privilegiada para luchar en contra del racismo. Pero su lucha social va más allá y abarca otros temas. El piloto inglés se define como "amante de los animales" y ha hecho gala de ello una vez más en sus redes sociales. Su objetivo: acabar con la tauromaquia.
España y los toros han sido los enemigos de su último ataque público para reivindicar una injusticia. "Esto es asqueroso España", dijo Hamilton en una storie de Instagram en la que aparecía una imagen de un toro tras una corrida. Siguió denunciando la cultura del toro de nuestro país y pide acabar con todo lo que tenga que ver con la tauromaquia.
"Los niños en España aprenden a torturar y a matar toros a la edad de 14 años. Le pedimos al Ministerio de Educación que cierre las escuelas de tauromaquia inmediatamente. Puedes ayudar compartiendo esta petición", añadió.
Hamilton se une con este gesto a la petición promovida por la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales). Esta reafirma que las corridas vulneran el Convenio de los Derechos Infantiles de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) ya que se promueve la tauromaquia en sus escuelas entre los más jóvenes.
PETA se hace eco de vídeos promovidos por PACMA (Partido Animalista Contra el Maltrato Animal). En uno de ellos se una novillada que pertenece a un examen práctico de la escuela de tauromaquia en Madrid.
La ley, en España, impide entrar a una escuela de tauromaquia a jóvenes menores de 14 años. Eso sí, como se señala en la ley de 1991 sobre Potestades Administrativas en Materia de Espectáculos Taurinos, cualquier niño puede asistir a una corrida de toros sin una limitación de edad establecida.
La lucha contra el racismo
El hexacampeón mundial también ha pedido esta semana a los gobiernos de todo el mundo que eliminen las estatuas de "racistas" que hicieron dinero vendiendo esclavos después de que un monumento británico fuera demolido este domingo en Inglaterra.
"¡Nuestro país honró a un hombre que vendía esclavos africanos!" publicó Hamilton en las redes sociales este lunes. "¡Todas las estatuas de hombres racistas que ganaron dinero vendiendo ser humanos deberían ser derribadas! ¿Cuál es el próximo?", se preguntó.
Las protestas generalizadas contra el racismo en el Reino Unido y en todo el mundo han tenido lugar bajo el lema Black Lives Matter desde la muerte del estadounidense George Floyd bajo custodia policial a finales de mayo. En Bristol, una estatua del comerciante de esclavos del siglo XVII Edward Colston fue derribada y arrojada al río Avon.
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