Espectacular. La carrera del Gran Premio de Hungría tuvo de todo desde el primer instante. La victoria fue para Esteban Ocon, la mayor prueba de la locura que fue toda la jornada en la Fórmula 1, pero los protagonistas fueron los dos españoles: Carlos Sainz y Fernando Alonso. El de Ferrari acabo cuarto saliendo decimoquinto y el de Alpine dejó una batalla preciosa contra Lewis Hamilton.
Vettel, que fue segundo, fue descalificado tras quedarse sin gasolina al cruzar la meta y alzó a Sainz al podio. Fernando Alonso, que terminó quinto, subió hasta el cuarto puesto.
Hamilton es el nuevo líder del Mundial tras quedar tercero (y subir al segundo puesto por lo de Vettel), mientras que Max Verstappen, con el coche tocado desde la primera curva, tuvo que conformarse con un noveno puesto y un punto. Se repite la tragedia con el piloto de Red Bull por segundo Gran Premio consecutivo y ocho puntos le separan ahora de su rival.
De poco sirvió la clasificación del sábado cuando Valtteri Bottas, que partía segundo y salió muy mal, se llevó puesto a Lando Norris en la primera curva. Se produjo entonces un accidente en cadena que acabó con el abandono de los dos pilotos mencionados, Charles Leclerc, Lance Stroll y Sergio Pérez. Strike de Bottas con los dos Red Bull, ya que Verstappen, aunque pudo seguir, perdió toda esperanza de hacer algo al dañar su coche en el incidente. Salió la bandera roja.
Si eso a alguien le parecía poco, la reanudación de la carrera fue igual de surrealista. Hamilton saliendo solo desde la recta y el resto de pilotos desde el pit lane. Desastrosa estrategia de Mercedes que obligó al siete veces campeón el mundo a remontar durante el resto de la carrera. Suerte que Verstappen, y sobre todo su coche, no daba para más.
Ocon y Sebastian Vettel, que si no hubiera sido descalificado habría firmado la mejor posición de Aston Martin hasta ahora, se batieron por la victoria. Se la llevó el Alpine, que tenía mucho que agradecer, como se vio al final de la carrera, a su compañero Fernando Alonso. Que el asturiano diera guerra a Hamilton durante un puñado de vueltas sirvió al piloto francés para no tener la amenaza del británico antes de ver la bandera de cuadros.
Preciosa y de otra época. Así fue el duelo mano a mano entre Alonso y Hamilton. El asturiano, que volvió a liderar una carrera por primera vez desde 2014, también en Hungría, fue el piloto del día y dejó una batalla tremenda cuando el Mercedes del inglés venía como una bala. Lo tuvo crudo Hamilton y hasta se tocaron en una ocasión sin mayores consecuencias. Epicidad que hizo las delicias de todos los aficionados.
Sainz, de 15º a 3º
A Sainz le pilló toda esta guerra por detrás. Su Ferrari tenía peor ritmo que el Alpine de Alonso y, claro está, que el Mercedes de Hamilton, pero viendo cómo se batían uno y otro pudo tener esperanzas de subirse al podio. No pudo ser, pero el piloto español dejó otra vibrante actuación con, sobre todo, una salida monumental que le llevó desde el 15º al 4º puesto en mitad del caos de la primera curva. Y luego la alegría extra por la descalificación de Vettel.
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