Día gris y pasado por agua en Spa que acabó de la peor de las maneras. El temporal no dejó que la carrera del Gran Premio de Bélgica se disputara y, tras horas y horas de espera, y varias banderas rojas, se decidió que el ganador fuera Max Verstappen, que salía en la pole y solo pudo correr varias vueltas -las justas para poder dar como disputada la carrera- por detrás del Safety Car.
Los pilotos solo sumaron en Spa la mitad de las puntuaciones dado que no se corrió el 75% de la carrera. Fueron solo unos minutos, de hecho, con el Safety Car marcando el ritmo y con los pilotos sin apenas ver lo que ocurría delante de ellos por culpa del agua.
George Russell, que consiguió un meritorio segundo puesto en la clasificación, se subió a su primer podio en su carrera en la Fórmula 1, aunque imposible que fuera como siempre se lo habrá imaginado. El tercer puesto fue para Lewis Hamilton, que dentro de lo malo solo pierde un puñado de puntos respecto a Verstappen. La diferencia entre ambos, tras la carrera, entre comillas, de Spa es de tres puntos.
Carlos Sainz y Fernando Alonso concluyeron 10º y 11º, respectivamente. Ambos subieron un puesto respecto a la clasificación puesto que 'Checo' Pérez sufrió un accidente en la vuelta de formación y quedó último.
Una odisea bajo la lluvia
La carrera, cuyo arranque estaba previsto a las tres de la tarde (13:00 horas GMT), se acabó retrasando en tres plazos hasta que, a las a las tres y 25 (13:25 GMT), los monoplazas empezaron a rodar detrás del coche de seguridad, sin que se supiese aún si se daría la salida desde parrilla o detrás del Safety Car. Después de completar una vuelta al circuito más largo del Mundial (7.004 metros) y ante la evidencia de la peligrosidad por las condiciones de la pista y la falta de visibilidad, se decretó bandera roja y todos los coches regresaron a garajes.
Después de varios anuncios referentes a nuevas informaciones y más de tres horas después del horario previsto, todos salieron a pista para dar dos vueltas detrás del coche de seguridad antes de decretar una nueva bandera roja; con el fin de que hubiese al menos una clasificación y que la prueba puntuase la mitad.
La posibilidad de que la carrera se aplazase hasta el lunes era desde el punto de vista logístico, inviable, porque el próximo fin de semana se corre de nuevo, en Holanda.
El australiano Daniel Ricciardo (McLaren) fue cuarto en una carrera que el español Carlos Sainz (Ferrari) acabó décimo y sumó, por ello, medio punto. El madrileño sigue sexto en el Mundial, ahora con 38 puntos y medio. Su compatriota Fernando Alonso (Alpine) acabó undécimo y el mexicano Sergio Pérez (Red Bull), vigésimo.
'Checo', que hubiese salido séptimo, chocó en la vuelta de instalación y en un principio parecía que se perdería la carrera al dañar la suspensión delantera. Con los aplazamientos y las interrupciones, Red Bull arregló su coche y le permitieron salir desde el 'pit lane', únicamente para acabar en el puesto en el que salió: el vigésimo.
El alemán Sebastian Vettel (Aston Martin) y el francés Pierre Gasly (Alpha Tauri) fueron quinto y sexto, en una carrera que el francés Esteban Ocon, compañero de Alonso en Alpine, acabó séptimo.
También puntuaron Charles Leclerc -el compañero de Sainz en Ferrari-, que acabó octavo; y el canadiense Nicholas Latifi (Williams), noveno.
La próxima carrera, el Gran Premio de Holanda, se disputará el próximo fin de semana en Zandvoort.