Fernando Alonso comenzará en 2023 un nuevo camino en la Fórmula 1. El piloto español llegará a Aston Martin, donde ya le esperan sus nuevos jefes. Son los que han decidido hacer una apuesta más grande que la oferta que puso Alpine encima de la mesa del asturiano. Lawrence Stroll es el hombre detrás de este proyecto y para liderarlo reforzó su estructura con dos cabezas visibles con mucha experiencia en el mundo del automovilismo: Martin Whitmarsh y Mike Krack.
El español recibirá en Aston Martin la oferta económica y temporal más adecuada a sus intereses. Es por ello por lo que la confianza de estos tres hombres a la hora de tomar esta decisión de fichar al piloto más veterano de la parrilla (41, llegará con 42 a la estructura) es clave. El dinero de Stroll, las habilidades de Whitmarsh, la gestión de Krack y las manos de Alonso tendrán que coordinarse para mejorar los pobres números de la escudería desde que corre con ese color verde tradicional.
En medio de rumores sobre la posible compra de esta escudería por Audi en 2026, Stroll quiere dar un golpe encima de la mesa. La construcción de una nueva fábrica en Silverstone y los pasos que se van dando hacia una Fórmula 1 más equilibrada no parecen asegurar un coche competitivo para Alonso en las dos temporadas que estará asociado a Aston Martin, aunque sí servirá para asentar las bases para que esta escudería aspire a un campeonato en el futuro.
Stroll es una de las grandes carteras de todo el mundo. El empresario canadiense tiene una fortuna estimada en 2.600 millones de dólares que tienen como procedencia principalmente el mundo de la moda. Compró Racing Point y le dio un asiento como piloto a su hijo Lance, que será el nuevo compañero de Alonso. Se hizo con parte del accionariado de Aston Martin e introdujo esta marca en la Fórmula 1, mientras seguía su asociación con Mercedes.
Tras su éxito con marcas como Michael Kors busca tener esos mismos resultados con Aston Martin. Su plan es convertir a esta escudería en campeona del mundo en un plazo de cinco años, cuestión por la que se entiende la operación de apostar por un piloto de la experiencia de Alonso. Tiene a sus espaldas el hecho de no haber dado a un campeón del mundo como Sebastian Vettel un coche ganador, cuestión que tratará de no repetir con el español.
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Es por lo que fichó a Whitmarsh. Quería replicar el modelo que convirtió a McLaren en una referencia en el sector de los supercoches deportivos y a nivel organizacional en la Fórmula 1. Está claro que Stroll está del lado de los que piensan que Martin es uno de los profesionales más brillantes que han pasado por este deporte, en contra de los que creen que es el responsable de la decadencia del equipo británico que acabó al borde de la desaparición en 2015. Es el director de la división Aston Martin Performance Technologies.
"Es un tipo muy listo, un buen líder también, es una pena que no esté en nuestro equipo aunque tengamos gente muy buena también, pero para Aston Martin seguro que va a ser una gran ayuda. Es bueno que regrese a este deporte gente como el que merecen mucho reconocimiento", dijo Alonso en el pasado sobre su opinión sobre Whitmarsh una vez regresó al 'Gran Circo'. Está claro que la relación entre ellos es más que positiva, como también lo es con Pedro de la Rosa.
La última pieza es Krack. El luxemburgués regresó en marzo de 2022 a la Fórmula 1 después de su pasado en Sauber y BMW. También tiene un pasado en el DTM, la Fórmula E o el WEC. Pero este inicio de historia está siendo difícil. Él mismo admitía que todavía está aprendiendo a manejarse dentro del equipo. Sus resultados tampoco acompañan, ya que en este momento es el penúltimo equipo de la parrilla. No está solo en la dirección del equipo.
La llegada de Dan Fallows, ex de Red Bull, promete mucho para el futuro de Aston Martin. El ingeniero jefe de aerodinámica del último coche campeón del mundo comenzó en abril a trabajar con la escudería de Silverstone después de una larga batalla judicial. Parece que ya se está dejando notar con el nuevo alerón trasero que mostraron los coches verdes en Hungría. La presencia de profesionales de este nivel también ha sido vital en la decisión de Alonso.