Max Verstappen sigue a lo suyo, es decir, ganar. El Gran Premio de los Estados Unidos también es territorio del piloto de Red Bull, que firmó un gran tramo final de la carrera en una bonita lucha contra Lewis Hamilton. Sainz tuvo que abandonar pese a salir desde la pole y Fernando Alonso, después de un espectacular accidente, terminó en la séptima plaza.
La gran decepción llegó con Carlos Sainz. No fue por su culpa, ni siquiera tuvo tiempo de hacer algo mal porque en el primer giro se quedó fuera de carrera. Su Ferrari no salió bien y fue superado por Verstappen pero sobre todo fue arrollado, sin ningún tipo de tapujos, por Russell, su máximo competidor en el Mundial. El español perdió el control de su coche, hizo un trompo y las esperanzas de ganar se esfumaron a los pocos segundos de arrancar la carrera.
No fue el único español que se vio involucrado en un accidente. Casi a mitad de carrera, Fernando Alonso también protagonizó un incidente, aunque este fue mucho más espectacular y pudo incluso resultar trágico. Se decidía a adelantar a Stroll, salió de su aspiración pero el canadiense no lo vio y Fernando lo arrolló. Alonso saltó por los aires y Stroll se fue contra la valla, así que tuvo que abandonar la carrera.
La esperanza de Sainz, muerta
Se las prometía muy felices Carlos Sainz en este Gran Premio de Estados Unidos. El piloto español salía por tercera vez en toda su carrera deportiva desde la pole, fue el mejor, el más rápido en la clasificación, y soñaba con al menos subirse al podio en este Circuito de Las Américas.
Sin embargo, sus aspiraciones duraron casi un abrir y cerrar de ojos porque en lo que pestañeó pasó de verse acelerando en cabeza a estar fuera de la carrera. Para empezar, su Ferrari dejó de nuevo muestras de debilidad en las salidas porque Verstappen le pasó con mucha facilidad, sin hacer nada fuera de lo común.
Ya con la primera posición perdida, Sainz encaró la curva de izquierdas esperando ponerse tras la aspiración de Verstappen pero algo fue mal. Le tocaron, o mejor dicho, le arrollaron por su costado izquierdo. El culpable fue Russell. El británico no midió en absoluto las distancias, frenó muy tarde, entró completamente pasado y se estrelló de lleno contra el Ferrari.
Sainz hizo un trompo y todos los demás monoplazas le pasaron, así que unos metros y una curva después su sueño se había roto. Russell, por su parte, pudo seguir como si nada, o casi, por los comisarios decidieron sancionarle con cinco segundos de penalización. Cinco segundos por dejar sin carrera a otro piloto. Sainz terminó abandonando dos vueltas después ante la imposibilidad de seguir.
Con Sainz fuera, Verstappen cogió el mando y parecía decidido a lanzarse a por la victoria. De hecho, su primera parada en boxes fue realmente buena, la mejor todos los pilotos de delante, mientras que Hamilton echaba pestes de los neumáticos duros que le habían puesto tras su paso por boxes.
El coche de seguridad
En la vuelta 18 entró en Safety Car por el accidente de Bottas. Fue él solo, su coche se marchó a la arena pero había que sacarlo de allí para evitar consecuencias. Todo se reagrupó por lo tanto, mientras que Vettel o Alonso aprovecharon para entrar a visitar a los mecánicos.
Tras unas vueltas, todo se reanudó pero fue por muy poco tiempo. La carrera se lanzaba y entonces llegó el susto de la carrera. Fernando Alonso se puso detrás de Stroll a toda velocidad, salió de su aspiración pero canadiense no lo vio por el retrovisor así que hizo un movimiento extraño con el español adelantando.
El resultado fue el Alpine de Alonso saltando por los aires en una imagen que pone los pelos de punta, y Stroll estrellándose contra el muro y quedando después varado en medio de la pista. Pudo ser mucho peor, así que los dos pueden celebrar no haber sufrido más consecuencias.
La mala parada de Verstappen
El de Red Bull no entiende otra cosa que no sea ganar, y se cabreó muchísimo en su segunda entrada a boxes. La parada fue nefasta, se dejó más de 11 segundos porque a los mecánicos no les entraba la pistola en la rueda delantera izquierda. Lo pagó caro, perdió posiciones y tuvo que pelear.
Pero los retos le gustan a Verstappen que, eso sí, les dedicó un irónico mensaje a sus mecánicos por la radio. Todo esto abrió paso, no obstante, a un tramo final de la carrera apasionante. A falta de diez vueltas para el final, Hamilton mandaba y Verstappen estaba a menos de dos segundos, mientras que Leclerc y Pérez se pegaban por la tercera posición.
Ese fue el momento de Verstappen. En el instante justo le dio el hachazo a un Hamilton que ya no pudo volver a meterle el morro. Victoria para el campeón, para Verstappen, con Lewis y Leclerc acompañándole en el podio. Fernando Alonso, que pudo terminar la carrera, lo hizo en una meritoria séptima plaza.