La FIA está en el punto de mira por la sanción que impuso a Fernando Alonso tras la carrera del Gran Premio de Estados Unidos. El castigo se hizo público pasadas cinco horas del final de la cita, con la noche cayendo y de madrugada en España: 30 segundos de penalización para el asturiano por correr sin un retrovisor, el derecho.
La sanción es dura y dejó a Fernando Alonso fuera de los puntos tras protagonizar unas de las grandes gestas del año. Salió decimocuarto en la parrilla de salida, voló por los aires tras un toque con Lance Stroll y luego remontó desde la decimoséptima posición hasta acabar en el puesto 7. De nada valió, ya que ese medio minuto de castigo le relegó hasta la decimoquinta plaza. De sumar 6 puntos a quedarse a cero.
Alpine estalló, igual que los aficionados. Consideran desproporcionada, además de injusta, una sanción a Fernando que llegó en consecuencia por los daños producidos por el incidente con Stroll. Pudo seguir corriendo, pero su retrovisor derecho quedó colgando y se desprendió más tarde, mientras adelantaba al Haas de Magnussen.
La investigación de la FIA se abrió tras la denuncia de Haas. El motivo del organismo para castigar a Alonso, a posteriori, fue que el coche se reincorporó a la pista en condiciones inseguras tras el accidente con Stroll.
Alpine alzó la voz con un comunicado en el que ha pedido que se anule la sanción a Alonso. En él se señalan varias incongruencias, así como la realización de la protesta por parte de Haas fuera de plazo. Estos son los puntos que marcan el castigo de la vergüenza de la FIA:
1. Incoherencia de la FIA
La escudería francesa recordó en su reclamación que la FIA "tiene el derecho de poner bandera negra y naranja a un coche durante la carrera si lo considera inseguro", pero que en esta ocasión "evaluó el coche y decidió no actuar". "Además, tras la carrera, el delegado técnico de la FIA consideró que el coche era legal", añadió Alpine.
Ese mismo delegado técnico, Jo Bauer, es quien horas más tarde dice que era peligroso correr con el retrovisor flectando para luego desprenderse. Se justifica no haber enseñado la bandera negra y naranja alegando que es responsabilidad de Alpine que el monoplaza sea seguro.
2. Castigo desmedido
La sanción que la FIA decide imponer a Fernando Alonso es un Stop & Go de diez segundos, que con la carrera acabada se traduce en 30 segundos de penalización. La sanción, de por sí, no se entiende al impedir con un Stop & Go -de haberse realizado en carrera- que el equipo reparase el retrovisor.
El castigo es desmedido si se compara con otras sanciones recibidas por los pilotos en Austin. A George Russell solo le cayeron cinco segundos -una pena seis veces menor a la de Alonso- por provocar un accidente y el abandono de Carlos Sainz en la primera curva. El castigo para el inglés fue el mismo para Nicholas Latifi, que echó a un piloto de pista, y Alex Albon, por saltarse una curva para defender posición.
[Así fue el accidente de Fernando Alonso saltando por los aires en el Gran Premio de los EEUU]
3. Precedentes contrarios
Hay un antecedente claro que deja en evidencia a la FIA. Ocurrió hace tres años, en Japón 2019, cuando Lewis Hamilton rodó como Alonso sin retrovisor derecho tras perderlo después de un toque con Leclerc. Acabó tercero, pero no recibió castigo del organismo. Lo suyo, simplemente, se saldó con una advertencia.
Además, ha habido casos que pudieron saldarse con sanciones por "condiciones inseguras" y no lo hicieron (Tsunoda corrió este año con problemas en los cinturones de seguridad) o fueron castigos menos severos (Leclerc recibió diez segundos en Japón 2019 tras soltar piezas en el choque con Hamilton, pero no perdió posición).
4. Protesta fuera de tiempo
El argumento utilizado por Alpine en su reclamación es que la protesta de Haas se presentó fuera de tiempo. 24 minutos fuera del plazo, para ser concretos. "No debería haber sido aceptada y, por lo tanto, la sanción debería considerarse inválida", dijo la marca francesa acerca de la sanción en su comunicado.
La FIA ya conocía que el plazo estaba cumplido cuando decidió aceptar la protesta de Haas. La organización puede reconocerlo públicamente, pero es difícil creer que esto vaya a anular la sanción.