La FIA no quiere que en 'su' circo se junten de ninguna manera el deporte y la política. Por eso, el máximo organismo del automovilismo decretó el pasado mes de diciembre la prohibición a los pilotos de realizar cualquier tipo de declaración con contenido social o político sin autorización previa. El objetivo es el de evitar polémicas que consideran innecesarias, pero esta medida ya ha generado de por sí una gran controversia incluso entre los propios deportistas.
Algunos de ellos se han mostrado contrarios a la decisión de la FIA, y el último en hacerlo es además un hombre de peso como Max Verstappen. El vigente campeón del mundo levantó la voz contra esta postura adoptada por el organismo y dejó claro que a él no le gustan nada las restricciones que les han impuesto a él y a sus compañeros.
Así lo manifestó de forma directa en los micrófonos de Sky Sports al apuntar que cada uno se expresa de una manera diferente, aunque también asumió que es difícil dar una opinión con todos los fundamentos: "Obviamente, todos somos diferentes, algunas personas son más directas. No soy franco sobre ese tipo de cosas porque, como piloto de carreras, no es fácil meterse en algo y asegurarse de tener todos los datos correctos", aseguró.
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Sin embargo, cree que no es conveniente poner ninguna restricción a los pilotos a la hora de hablar libremente de lo que les plazca: "Al mismo tiempo, no creo que tal prohibición sea necesaria porque te impide dar tu opinión, y creo que deberían dejarnos hablar libremente. Como dije, algunas personas podrían hablar más sobre esos temas y otras no, pero creo que esta decisión es un poco redundante", dijo.
Aprobación previa
Desde el 1 de enero de este 2023 entró en vigor la nueva medida por parte de la FIA después de que este organismo realizara una revisión del Código Deportivo Internacional. Con la introducción del artículo 12.2.1.n se recoge que desde el ente federativo pondrá un filtro a las declaraciones individuales que vulneren la objetividad del campeonato y que provoque cualquier tipo de polémica.
En concreto, este escrito recoge “la realización y exhibición general de declaraciones o comentarios políticos, religiosos y personales que violen notablemente el principio general de neutralidad promovido por la FIA en virtud de sus Estatutos". Además, la nueva legislación vigente habla de un filtro previo establecido por la propia FIA, que tendrá que dar su visto bueno a cualquier argumentación que se salga de lo puramente deportivo.
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Con estas medidas restrictivas, la FIA se quiere proteger de hechos que ya han traído cola en la Fórmula 1 en los últimos años. Uno de estos episodios fue la camiseta de Lewis Hamilton en el campeonato de 2020 pidiendo la detención de dos policías por un polémico hecho, o el casco de Sebastian Vettel en el pasado Mundial destacando el "crimen climático" en Canadá.