El próximo domingo 5 de marzo se verá la primera bandera a cuadros de la nueva temporada del Mundial de la Fórmula 1. Antes de que se celebre el Gran Premio de Bahréin 2023, en ese mismo escenario, en el Circuito Internacional de Sakhir, tienen lugar los test de pretemporada y todo está preparado.
Las escuderías y los pilotos buscan en estos test ultimar los detalles de los monoplazas para el inicio del Mundial. Y, precisamente, hay una particularidad de los coches que está llamando de manera especial la atención de los aficionados. Esta no es otra que el protagonismo del negro en los diseños.
¿Pura estética o hay algo más detrás? Pues no, aunque el diseño de los monoplazas es un punto a tener en cuenta, el protagonismo del negro no se debe a esto, sino a un motivo de peso. De auténtico peso y es que la FIA establece el mínimo de los coches en 798 kilos y las partes negras, que en realidad no están pintadas, sino que es fibra de carbono, hacen que los vehículos pesen menos.
Problema de peso
La temporada pasada, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) estableció que el peso mínimo de los monoplazas debía de ser de 795 kilos. No se tardó mucho en confirmar que esto era, hoy por hoy, un imposible. Entonces el organismo decidió subir en 3 kilos más este peso mínimo, hasta los 798.
Sin embargo, se vuelve a demostrar que esto es insuficiente. Pero ¿qué tiene que ver la pintura con este polémico asunto? Pues bien, la pintura pesa. Tal cual. Y esto supone que si los equipos prescinden de pintar sus coches con colores vibrantes, se ahorran kilos.
De ahí que el negro sea el gran protagonista de los monoplazas en este 2023. Incluso en el Ferrari. El mítico coche italiano comparte su histórico rojo con el negro. Aunque, como en el resto de equipos, no es que se pinte de negro, sino que estas partes oscuras se dejan sin pintura, con la fibra de carbono a la vista.
En el Gran Premio de Abu Dhabi de la pasada temporada 2022 ya se confirmó la tendencia. El caso más llamativo tal vez fue el de Williams. De su monoplaza prácticamente pintado de azul al completo en la primera carrera del año a un coche negro en el cierre del Mundial.
Cuanto más negro, más fibra de carbono, menos pesa el coche. La estimación oscila en que entre un monoplaza pintado por completo y uno que no lo está hay 6 kilos de diferencia. Esto también se traslada a los tiempos dentro de las pistas, ya que significa una distinción también en el tiempo por vuelta.
Ferrari, Williams... y también el resto. Mercedes vuelve al negro que ya lució, aunque por otros motivos, en 2020 y 2021. Adiós al plateado por este motivo de peso. Mismo camino para Haas o Alfa Romeo, mientras que Alpine, Aston Martin y McLaren continúan fieles a sus colores, aunque por razones de patrocinio. E incluso así ya lucen franjas negras para aligerar o Alpha Tauri es la parte baja de sus coches. La gran incógnita hasta ahora ha sido el Red Bull.
La diferencia de peso también es importante en cuanto a los resultados. Alfa Romeo fue el mejor ejemplo en la temporada 2022. Hasta 51 puntos consiguieron sumar en las primeras nueve carreras del Mundial de F1. Sin embargo, cuando el resto de escuderías comenzaron a aligerar sus respectivos coches, únicamente lograron añadir 4 puntos más a su balance total.
Antes del inicio del Mundial, se destaca que a varios equipos les sobran entre 8 y 15 kilos. Un sobrepeso ante el que se asegura que hace falta una gran inversión para poder llegar al peso indicado. El techo presupuestario aprieta y, además, estos kilos de más suponen un problema en los tiempos.
Así lo ha reconocido el técnico de Aston Martin Andy Green: "Tenemos algunas partes sin pintar en el alerón posterior y la parte final de los pontones. Eso nos ahorra 350 gramos. Necesitamos rebajar mucho más peso". De hecho, únicamente Alfa Romeo está en su peso mínimo y, en parte, es gracias a fabricar el coche más corto de la parrilla.
Una estrategia que le ha salido bien, al menos en cuanto al peso mínimo se refiere antes del inicio del Mundial. Otra cosa es la pintura. Incluso se ha dicho adiós a los colores brillantes porque pesan más, apostándose por los mates y satinados. Incluso se habla en Italia de una alternativa con una firma de pinturas que utilizan nanopartículas. Por el momento, el negro manda y el problema sigue siendo una cuestión de peso.