En Ferrari no ha arrancado la temporada de Fórmula 1 como les gustaría. Sabiendo que los Red Bull están a un nivel inalcanzable, en la Scuderia se han visto lejos de conseguir algún podio en los dos primeros Grandes Premios del año y tras la clasificación del GP de Australia siguen sin estar entre los mejores.
Por eso, en Ferrari están poniendo todo de su parte para revertir la situación y eso pasa también por confeccionar tácticas rebuscadas incluso en el día previo a la carrera. Desde el muro intentaron trazar una estrategia en la que Carlos Sainz favoreciera a Charles Leclerc en el tramo final de su vuelta aprovechando el rebufo del español, pero la jugada no salió como se esperaba y todo terminó además en una discusión entre los dos pilotos.
Carlos Sainz marchaba por delante de Leclerc en la pista, así que en Ferrari pensaron que sería una buena idea que el español se pusiera delante de su compañero ya en la recta de meta y que así este aprovechara el rebufo para ganar unas milésimas que la auparan en la clasificación. Sainz, sin embargo, advirtió por la radio de que no lo veía nada adecuado porque era "muy complicado" debido a los muros de Albert Park y al tráfico existente en la pista.
Todo salió fatal. En la escudería avisaron tarde de esta estrategia y Leclerc no llegó a la altura de Sainz en el momento indicado, sino que lo hizo antes de lo previsto. Así, aunque el español no estorbó a su compañero, tampoco le pudo ofrecer su rebufo y la idea de Ferrari se fue al garete, aunque lo peor fue la guerra civil que hizo estallar entre sus pilotos.
El cabreo de Leclerc
Charles Leclerc, que no pudo beneficiarse de esta idea de Ferrari, se mostró bastante disgustado al término de la clasificación con su compañero de equipo. Así, en unas primeras declaraciones tiró de ironía: "Es muy agradable tener rebufo en las curvas 3 y 4", dijo sobre el encuentro con Sainz en esa zona del circuito.
Unos minutos antes, hablando con su equipo por la radio, también estalló: "Tanda de mierda. Ninguna vuelta de preparación, no hay lluvia. Gracias a Carlos por el rebufo. tengo un poco de velocidad ahí, es siempre bonito". Más tarde, y ya en frío, decidió achacar todo a un "malentendido" aunque sus palabras previas ya habían quedado registradas.
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Y no sólo eso, sino que se pudo ver en las imágenes de televisión cómo Leclerc se enfrentaba con Carlos Sainz y le recriminaba su actitud. En el primer encuentro de ambos tras la tanda de clasificación, el español se acercó a su compañero de equipo y este le dedicó unas palabras ante la cara de asombro y perplejidad de Sainz.
Leclerc finalmente tuvo que conformarse con la séptima plaza, así que saldrá este domingo desde más atrás que su compañero Carlos Sainz que al menos consiguió ser quinto, por detrás de Fernando Alonso.